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Cuento Literario


Enviado por   •  2 de Febrero de 2012  •  2.256 Palabras (10 Páginas)  •  723 Visitas

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La Oscuridad Infinita.

En realidad lo recuerdo como si fuera ayer, era de noche, nada solía preocuparme en esos tiempos, iba conduciendo en la carretera en una antigua camioneta que me regaló mi padre y no sabía a donde iba o en donde estaba solo que tenía que llegar a algún lado. Hasta que mi destino llegó, una estrella, tan brillante como el sol pero tan pequeña como un grano de arena, no se porque pero sentí que su mirada estaba fija en mí y llamándome al mismo tiempo, hasta que por unos minutos desapareció de la nada y empecé a preguntarme que estaba pasando o qué pasaría, pero esas preguntas se respondieron solas, una especie de meteorito de un color morado azulado del tamaño de una llanta a una velocidad increíble, repentinamente cambio su dirección hacía mi, me quede completamente trabado como si algo me estuviera llenando de un miedo atroz y más frío que cualquier otra cosa que haya sentido en mi vida, se estrello contra mí y mi camioneta pero antes de pensar que moriría di un último vistazo y logré ver que mi cuerpo estaba completamente destrozado. Pero no fue mi fin, sentí vida en mi de nuevo pero mi cuerpo no estaba, solo mi mente en un pasillo oscuro y sombrío, yo decía:

- ¿Estoy muerto? ¿Acaso estoy en el cielo? - Pero no era eso lo que pasaba, la estrella apareció nuevamente pero no era igual ahora era roja, en ese momento supe que mi vida cambiaría por completo. Inesperadamente una voz grave como la de mi padre pero con un aspecto oscuro y malvado empezó a hablar:

- No estás muerto, pero te diré un secreto, tampoco estuviste vivo. - Al oír estás palabras no pude ni siquiera creer o pensar en lo que me decía, lo que pensaba es que tenía que salir rápido de ahí, trate de huir a donde pudiera pero sentía la sensación de que la voz o el espíritu me seguía, simplemente no lograba salir de ahí, llegué al final del pasillo y una puerta se abrió, pensé que todo acabaría pero antes de poder salir la voz pronunció enojada:

- Esto es sólo el principio.

Desperté, y me vi a mi mismo en una sala de hospital y dije:

- Obviamente fue un muy loco sueño, ja!, un meteorito y una voz, jajaja!, ¡¿Pero por qué estoy en una sala de hospital?!. - Trate de levantarme pero la extraña sensación de que no podía sentir ni mis brazos ni mis piernas me hizo mirar aterradoramente mi cuerpo, estaba desmembrado completamente y tenía razón, mis piernas y mis brazos no estaban, me quedé completamente paralizado y grité:

- ¡¿Pero qué demonios me pasó?!. - Una enfermera aterrorizada por mi grito entró y me dijo:

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- ¿Esta bien señor? ¿Le pasó algo? - Yo espantado y confundido le respondí:

- ¡ Mi... Mis piernas, mis brazos ¿D... Dónde están? ¿Qué les pasó?

La enfermera trató de calmarme explicándome que me había pasado:

- Señor nosotros lo encontramos a la mitad de la carretera con su camioneta destruida, sus piernas y brazos estaban completamente carbonizados. - Yo completamente confundido le dije:

- Pero eso es imposible. - La enfermera respondió -

- Yo solo soy una enfermera. - No entendía nada de lo que estaba pasando, hasta que

pensé si realmente había sido un sueño lo que pasó, si realmente las palabras que dijo

esa voz eran reales, que si yo estaba sin vida desde el principio. Esperé por una señal de

la estrella o de otra cosa hasta el anochecer, pero no pasó nada. Pero algo si sentía

diferente, realmente me sentía con mucha más fuerza que antes, sentía que me

recuperaba con rapidez. Intente dormir, pero constantemente mis terribles pesadillas

sobre muerte, batallas y oscuridad infinita pero sobre todo maldad me despertaban y me

dejaban lleno de miedo, cuando en un punto dormí, el sueño era profundo y lleno de paz

Inesperadamente un dolor terrible corría por mi heridas sentía que algo me quemaba yo

gritaba:

- ¡N... no ayúdenme! ¡¿Qué me está pasando?!. – Al instante desperté jadeando y

sudando y dije:

- ¡Me siento bien, de hecho me siento perfecto, ¿Qué pasó?!. – Volteé a la puerta y vi solo

por unos segundos una especie de sombra pero era oscura comparada con la noche y

unos ojos rojos llenos de lo que sentía que era un dolor y un sufrimiento imparable,

escapó con rapidez y dijo algo macabro en mi cabeza:

- ¡Tus pesadillas son la realidad!. – Sabía que esas palabras se relacionaban con el

acontecimiento de la estrella así que tuve que reflexionar y creer cada cosa que me pasó,

así que decidí buscar respuestas, pero cuando me trate de levantar todas mis

extremidades habían vuelto, de inmediato supe que esa sombra tenía algo que ver y dije:

- Por Dios, pero estas están mucho más fuertes que mis otras piernas y brazos. Necesito

respuestas. . – Me decidí ir fuera del hospital así que tuve que robar ropa y dinero pero

extrañamente sentía que no necesitaba ningún tipo de alimento. Salí corriendo a la

carretera hacía donde me había caído el meteorito corrí lo más rápido que pude cuando

llegue no sabía que hacer así que me puse a meditar que haría, sin nada más que hacer

dije en voz alta:

- Pero que habrá sido del meteorito, en el hospital dijeron que solo me encontraron

destruido. ¡Voz a que te referías con eso de que no estaba vivo, quiero respuestas!. – De

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pronto un umbral gigante, oscuro y salpicando lo que parecía sangre apareció con gran fuerza me tiró al piso me levanté y está vez no sentía miedo a lo que pasaría y le dije:

- ¿Qué fue lo que me pasó ayer? ¡Quiero respuestas!. – La misma voz del pasillo me respondió complacidamente furiosa:

- ¡Conque ahora quieres respuestas, ehh!. – yo le respondí furioso:

- ¡¿Quien eres?!, ¡¿Quien soy?! ¡Responde! Y por qué una sombra me devolvió mis

piernas y brazos ayer. – Esta respuesta acerca de la sombra despertó por completo el

interés de la misteriosa voz y le dijo:

- Dijiste una sombra, esa sombra es la muerte misma, que te dio toda la fuerza que tienes,

si la sigues usando morirás. Pero yo te ofrezco una salida, yo te mataré. – Al tiempo de

decir estás horribles palabras, del umbral aparecieron dos garras gigantes con escamas

totalmente ensangrentadas con 4 dedos y uno en particular con una garra desmembrante

con el propósito de asesinarme a cualquier costo, yo solo gritaba:

- ¡Ya lo resolveré solo!. – al momento se me ocurrió lanzarle una roca para dañarlas,pero

al momento de lanzarla mi brazo completo se transformo en una especie de lanza

metálica

...

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