Cuento Risolandia

Risolandia.

Había una vez una pequeña ciudad llamada Risolandia, en ella no se escuchaba llanto de nadie ni tristeza o dolor. Ahí supuestamente solo había alegría, felicidad y muchas muchas risas.

Pero en una ocasión en Risolandia se murmuraba que había una joven, la cual vivía sumida en una gran tristeza y dolor por algo que a ella le había sucedido en su infancia, esta joven tenía 16 años y se llamaba Azul. Sus padres habían elegido el nombre azul por el color de sus ojos como el cielo del agua de mar. Azul vivía sola ya que sus padres habían muerto hace mucho tiempo, ella vivía en una pequeña casita alejada de la ciudad casi nadie en Risolandia la conocía ya que ella la mayoría del tiempo la pasaba encerrada en sus pequeña y misteriosa casa sin tener ninguna relación con las demás personas.

Azul tenia a alguien que la conocía muy especialmente el viejo pintor de cuadros de Risolandia llamado Joaquín, el cual conto en una ocasión en el parque de Risolandia a unas personas que todos creían que Risolandia no existía nada que tuviera relación con la tristeza o el dolor, el les dijo, yo les aseguro que aquí vive una hermosa joven de orillas de la ciudad llamada Azul, ella puede ser la tristeza, la soledad, y el dolor que habita en Risolandia.

Y asi era Azul tenia rencor y tristeza en su alma y corazón, ya que desde hace 9 años ella había sido testigo de un brutal suceso, el asesinato de sus padres. Ellos habían sido asesinados en la ciudad donde anteriormente habitaban llamada Crotolandia en la cual no existía el derecho de libre pensamiento y expresión, ahí se tenía que hacer lo que ordenara el Rey Crotoro. El Rey Crotoro era un hombre malo, frívolo, y asesino; y como los padres de Azul nunca estuvieron de acuerdo con las reglas que impartía el Rey en una ocasión le dijeron, Rey Crotoro cada una de las personas que habitamos aquí en Crotolandia estamos libres y tenemos el derecho de pensar y hacer lo que queramos, por supuesto pensando en las consecuencias de nuestras acciones. En ese momento fue cuando el Rey Crotoro dio la orden para que Don Arturo y Doña Aurora fueron decapitados por el motivo de faltar al reglamento del Rey Crotoro.

Don Arturo y su esposa fueron asesinados frente a los ojos inocentes de su hija Azul, la cual solo tenía 7 años, una edad en la que todo se aprende y nada se olvida.

Azul al ver la gran maldad del Rey ante sus padres decidió huir hacia una ciudad llamada Risolandia, al poco tiempo de su llegada ella tenía que ver que hacía para poder sobrevivir. Al principio empezó como asistente en el taller del pintor Joaquín, por esta razón en la conocía muy bien a ella, ya que Azul le había comentado lo que había visto en Crotolandia, entonces fue así como Joaquín decidió aceptarla como su asistente para pintar los cuadros.

Luego Azul se retiro como asistente de Joaquín, y decidió trabajar como panadera ya que a ella desde pequeña le había gustado hornear pan y pasteles con su madre, y así fue como se puso a trabajar en la panadería del pueblo llamada Dulces Rivas.

Azul

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