Cuentos longavi

Con el tiempo se fueron propagando las casas y menguando en extensión los terrenos. Para diferenciarla del fundo, siempre se le conoció con el nombre de Villa San Luis de Miraflores porque era el único camino que la comunicaba con Linares. Posteriormente Don Rafael Tarud Siwady, al ser Senador de la República en la década del 50 presenta el Proyecto del camino “Lo Prieto” que solo era una huella carretera de tracción animal para transformarla en lo que hoy conocemos como el Camino La Granja- Mesamavida”. También por este mismo vecino, nuestro sector tuvo visitas tan ilustres como el gran pianista chileno Claudio Arrau en la década del 60.

Los primeros caminos polvorientos, convertidos en cauces fluviales en el invierno y enmarcados de zarzamora poco a poco comenzaron a transformarse. Las viejas casonas de adobe acunaron  al principio la escuela del sector hasta su actual construcción impulsada por el propio Onofre Vásquez, cuyo nombre lleva la escuela, así como la edificación de la capilla católica, también fue parte de su iniciativa con la ayuda mancomunada de todos los vecinos sanluisinos.

Así comenzó el largo camino del progreso,  con más vecinos entusiastas como Don Pedro Norambuena Cofré que luchó por el pavimento del camino desde Miraflores a Mesamavida y el Agua Potables desde Las Motas a San Raúl, teniendo como centro neurálgico nuestro amado sector. La Junta de vecinos del lugar, como agrupación comenzó en la década del 60 así como el primer taller de modas que más tarde pasó a llamarse Centro de Madres, también lo hicieron otras agrupaciones como clubes Deportivos, Club de Adulto Mayor, dos Centros de Madres y otras organizaciones funcionales e iglesias evangélicas. Con el correr del tiempo fueron floreciendo nuevas casas, sedes sociales, cancha deportiva, biblioteca, museo, Piscina, Centro de eventos, restaurantes, siendo  el más antiguo El Aromo, frente a la capilla, luego el Canario que ha sido un punto de referencia. Actualmente San Luis se destaca por la gran cantidad de profesionales y uniformados que laboran y se destacan en distintos lugares de Chile y gente visionaria que se ha embarcado en emprendimientos sustentables que han cambiado la identidad del sector. Vecinos venidos de otras ciudades, regiones y países, residen en nuestro sector y hacen que  Villa San Luis de Longaví sea un lugar de inviernos caseros y veranos cosmopolitas, donde gentes de distintos lugares y acentos paseen frecuentemente por sus calles y se saluden como si se conocieran de toda una vida.

Recordar es volver a vivir  (Anónimo) [pic 1]

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2015

Prólogo

Recordar viene del latín y etimológicamente quiere decir volver a pasar por el corazón, actualizar o retener en la memoria algo vivido. Traer a la memoria propia algo percibido, aprendido o conocido.

La memoria, la historia oral, designa el esfuerzo consciente de los grupos humanos por encontrar su pasado, sea éste real o imaginado, valorándolo y tratándolo con especial respeto.

La memoria por tanto, constituye un hecho fundamental pues es el sustento del presente. Permite mantener viva la historia individual y colectiva de un grupo humano determinado; a decir de Dr. Mario Garcés:” preserva y recrea en el tiempo aquellos sucesos o experiencias que fueron vividas como relevantes, además, propone otra narrativa del pasado, distinta de la historia oficial. Preserva y protege del olvido a la experiencia vivida, y recrea, en el sentido que cada vez que el pasado se trae al presente se lo hace en contextos nuevos, bajo preguntas del presente, de tal modo que las historias son contadas una y otra vez con matices, adjetivos y emociones diversas”.

Así también, en forma simple y sencilla, los adultos y adultas mayores de nuestra comuna al calor de sus encuentros grupales fueron recreando sus experiencias de antaño, recordando, rememorando, escudriñando en su pasado individual y colectivo para dar forma a este breve pero significativo documento que hoy ponemos a disposición de ustedes para que paseen por la historia de Longaví contada a la manera de nuestros queridos y respetados abuelos y abuelas.

Tamara Cabrera

“Las Casonas de Adobe de San Luis”

CLUB ADULTO MAYOR “ESTEBAN MENDEZ” 

Sector Villa San Luis

San Luis está ubicado entre Miraflores y la Granja, en un terreno que inicialmente fue una franja de tierra, destinada a caseríos con propiedades de mediana extensión, grandes casonas de adobe y corredores coloniales, situada entre la vastedad de las haciendas de los fundos San Luis, actualmente (San Raúl), El Almendro, Mesamavida y San Esteban y la Compañía Nacional de Fósforos que en algún momento comprara el campo de San Luis, posteriormente lo vendió a Don Rafael Tarud y pasó a llamarse “Asentamiento de San Raúl”.

Las casonas de adobe de San Luis, correspondían a construcciones de adobe doble amarrado con techos de teja chilena, extensos corredores coloniales y vistosos jardines que datan de mediados del siglo IXX. Dentro de esas casas se puede destacar la Casa de Don Joaquín Acosta, Octaviano González, Juan Ponce, Candelario Cerda, Filomeno Valdés, Antonio Silva, Familia Concha, Don Segundo González  en Santa Rosa, Don Juan Evangelista, Zoilo Zorobabel y Segundo Norambuena, Alfredo Salazar, Gabriel Araya, Pedro Valdés, Belisario Espinoza, Onofre Vásquez, Esteban Méndez, Salomón y Enrique Rivas, Avelino Araya, Julio Rozas, Miguel Downey,  Reimundo Méndez y Manuel María Norambuena. Muchas de ellas, contaban con clausuras y dos patios amurallados, de los cuales se pueden encontrar algunos vestigios, como lo son la casona que actualmente pertenecen a Norberto Jara, Carlos Yáñez, José Ángel Méndez. El resto desapareció con el terremoto del 2010, a excepción de la casona donde reside la exconcejala Marta Garrido y la casona donde vive la familia Norambuena Zúñiga y Norambuena Salazar en Rincón Zúñiga.  

RESEÑA HISTORICA DEL SECTOR VILLA LONGAVÍ

CLUB ADULTO MAYOR “BRILLA EL SOL” 

Sector Villa Longaví

Es difícil enmarcar nuestro sector con los típicos límites: por el norte, rio Liguay, por el sur canal Llollinco, por el este carretera 5 sur y por el oeste rio Longaví.

Nuestro Villa, limita con el pasado con la nostalgia, la historia y las tradiciones.

Antiguamente este sector era netamente rural y se conocía como “El Aysén” cuyos dueños era la sociedad ganadera Aysén. La principal actividad estaba dedicada a la engorda de ganado ovino y bobino que traían desde el sur en los barcos hasta Constitución y Dichato y de allí los embarcaban en trenes que los traían hasta la estación de Longaví y desde donde los trabajadores los arreaban hasta unos pozos donde los desparasitaban para después llevarlos a los potreros con pasto con el fin de engordarlos y posteriormente sacarlos a la feria para la venta.

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