Cultura Del Reciclaje

Conceptos Generales

Como residuo sólido se puede entender cualquier material o producto descartado resultante de la actividad cotidiana del ser humano como ente social. Diversos autores lo definen como aquellos productos, materiales o elementos que después de haber sido generados, manipulados o usados, se considera que no tienen valor para quién los posee y por ello se desechan o abandonan mediante procesos establecidos o de manera inadecuada.

Un residuo puede parecer carente de valor de uso y de cambio. Puede causar molestia cuando se acopian en nuestras viviendas o lugares de trabajo y dependiendo del tipo de residuo, muchas veces nos provoca con urgencia pagar para que nos liberen de ellos.

Por ello, un buen manejo integrado de los residuos sólidos, viene acompañado de acciones de regulación, operativas, financieras y de planificación, basadas en criterios sanitarios, ambientales, políticos, educativos, sociales, técnicos, culturales, estéticos y económicos que incluyen la generación misma de los residuos sólidos, su manejo, tratamiento y disposición final.

Composición

A continuación se ofrece una clasificación de manera detallada sobre la composición de los residuos sólidos que recogen de manera ordinaria los municipios:

a. Materia orgánica: corresponde a restos de alimentos de origen animal y vegetal (cáscaras de frutas, sobrantes de comida), servilletas sucias, flores, zacate, ramas de árboles, entre otros.

b. Plásticos: bolsas para diferentes usos, botellas de agua y gaseosas; empaques de galletas, de confites y de café; recipientes de productos de limpieza, vasos plásticos, envases de yogurt, entre otros.

c. Papel y cartón: cajas, revistas, cuadernos, periódicos en general, cartones, platos, servilletas, entre otros.

d. Vidrio: botellas de bebidas; envases de productos alimenticios, de productos de limpieza, entre otros.

e. Metales ferrosos: latas de productos alimenticios, esponjas de acero, sobrantes de materiales de construcción, entre otros.

f. Metales no ferrosos: latas de bebidas, sobrantes de cableado eléctrico, entre otros.

g. Maderas: (cajones de frutas y verduras), palillos de fósforos, sobrantes de materiales de construcción, entre otros.

h. Contaminantes químicos: baterías, medicamentos y sus envases, lámparas fluorescentes, cajas y envases de productos químicos, ceras para diferentes usos, envases presurizados, frascos de esmaltes de uñas, tintas de todo tipo, aceites para autos y sus envases, cosméticos en general, solventes, jabones de tocador, jabón en polvo, entre otros.

i. Contaminantes biológicos: papel higiénico, gazas, vendas, toallas sanitarias, pañales desechables, entre otros.

j. Residuos electrónicos:

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