Cómo Redactar Un Tema

CÓMO REDACTAR UN TEMA: DIDÁCTICA DE LA ESCRITURA

Este libro se basa en algunas investigaciones llevadas a cabo en Inglaterra y Estados Unidos por pedagogos, psicólogos, lingüistas y profesores de inglés. Fue escrito en base a las experiencias de María Teresa Serafini como profesora de secundaria.

Serafini nos dice que la acción de redactar es fundamental en la vida escolar, ya que es usada constantemente como instrumento de evaluación; pero que sin embargo, el redactar no es ni ha sido objeto de una didáctica específica. No se enseña a redactar. La autora cree que es posible enseñar a redactar, ya que “se puede descomponer el proceso de escribir en actividades elementales y utilizar técnicas y procedimientos específicos para cada una de ellas”.

Para redactar se requiere planificar, reunir y organizar las ideas, estructurar un párrafo de acuerdo a cada idea, desarrollar los razonamientos propios, y revisar el texto para que lo que se escribe sea más legible.

En la etapa de planificación se debe distribuir el tiempo que se asignará a la redacción. Se tiene que delimitar a una extensión determinada. Debe tenerse en cuenta que la redacción será evaluada de acuerdo a la riqueza de la información, espontaneidad, secuencia cronológica, y originalidad de las ideas.

Una vez que la información ha sido recolectada, debe hacerse una lista de ideas y elaborar agrupamientos asociativos de dichas ideas.

Cuando un profesor corrija una redacción debe buscar el mejoramiento de ésta. Debe tomar en cuenta la extensión de los párrafos y frases, la claridad y legibilidad, la propiedad del lenguaje, la sintaxis, la puntuación, ortografía y caligrafía.

El profesor también debe tener presente en todo momento la edad del redactor, la finalidad del texto, el estilo y el tipo de estímulo dado al imponer la composición.

La didáctica de la composición implica: ciertas operaciones elementales, fluidez, coherencia y corrección; practicar di versos tipos de escritos; cambiar caprichosamente los fines y los destinatarios, emplear temas y contextos reales, tener buenos modelos escritos; saber hasta qué punto sirve para estos menesteres el estudio de la gramática; hacer varias versiones de un mismo escrito, y establecer un equilibrio entre las correcciones y los elogios.

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