DE LA URBANIDAD (O DE LA DISCRECIÓN) EN LOS JUECES
Enviado por 55e30 • 19 de Noviembre de 2014 • 248 Palabras (1 Páginas) • 531 Visitas
DE LA URBANIDAD (O DE LA DISCRECIÓN) EN LOS JUECES
Mientras el proceso se concebía como un duelo entre los litigantes, en el cual el magistrado, a modo de árbitro en campo de por se limitaba a anotar los puntos y a controlar que se observaran las reglas del juego parecía natural que la abogacía se redujera a un certamen de acrobacias y que el valor de los defensores se juzgara con criterio como si dijéramos, deportivo
Una frase ingeniosa, que no hiciese avanzar un paso a la verdad pero que atacase en lo vivo cualquier defecto del defensor contrario, producía el entusiasmo del público, como hoy, en el estadio, el golpe maestro de un futbolista. Y cuando el abogado se levantaba para informar dirigirse al público con el mismo gesto del púgil que al subir al ring muestra la turgencia de los bíceps.
Pero hoy, cuando todos saben que en cada proceso, aun en los civiles, se ventila, no un juego atlético, sino la más celosa y alta función del Estado, no se acude a las Salas de justicia para admirar escaramuzas. Los abogados no son ni artistas de circo ni conferenciantes de salón: la justicia es una cosa seria.
El abogado que creyera atemorizar a los jueces a fuerza de gritos, me recordaría al campesino que, cuando perdía alguna cosa, en lugar de recitar plegarias a san Antonio, abogado de las cosas perdidas, comenzaba a lanzar contra él una serie de blasfemias, y después quería justificar su impío proceder.
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