Gea o Gaya
Enviado por Dnaaaa • 14 de Agosto de 2011 • Ensayo • 924 Palabras (4 Páginas) • 805 Visitas
Gea
Para otros usos de este término, véase Gaia.
Gea, por Anselm Feuerbach (1875). Fresco del techo de la Academia de Bellas Artes de Viena.
Gea o Gaya (en griego antiguo Γαῖα Gaĩa o Γαῖη Gaĩê, ‘suelo’ o ‘tierra’; en koiné Γῆ Gễ) es la diosa primordial que personifica la Tierra en la mitología griega. Es una deidad primordial y ctónica en el antiguo panteón griego, considerada la Tierra Madre, de lo que la referencia más antigua es el griego micénico ma-ka, escrito en alfabeto silábico lineal B.1
Su equivalente en el panteón romano era Terra Mater o Tellus. Los romanos, a diferencia de los griegos, no distinguían sistemáticamente una Titánide Tierra (Tierra) de una diosa del grano, Ceres.
En la mitología griega
La Teogonía de Hesíodo cuenta3 cómo, tras el Caos, surgió Gea «la de amplio pecho», la eterna fundación de los dioses del Olimpo. De su propio ser, «sin mediar el grato comercio», trajo a Urano, el cielo estrellado, su igual, para cubrirla a ella y a las colinas, y también a Ponto, la infructuosa profundidad del mar. Pero tras esto, como cuenta Hesíodo:
acostada con Urano, alumbró a Océano de profundas corrientes, a Ceo, a Crío, a Hiperión, a Jápeto, a Tea, a Rea, a Temis, a Mnemósine, a Febe de áurea corona y a la amable Tetis. Después de ellos nació el más joven, Crono, de mente retorcida, el más terrible de los hijos y se llenó de un intenso odio hacia su padre.
Hesíodo menciona que Gea concibió más descendencia con Urano. Primero los Cíclopes gigantes de un solo ojo, constructores de murallas, a los que posteriormente se les dieron nombres: Brontes (‘el que truena’), Estéropes (‘el que da el rayo’) y Arges (‘el que brilla’): «El vigor, la fuerza y los recursos presidían sus actos.» Luego añade los tres terribles hijos de cien manos de la Tierra y el Cielo, los Hecatónquiros, Coto, Briareo y Giges, cada uno con cincuenta cabezas.
Urano escondió a cíclopes y hecatónquiros en el Tártaro para que no vieran la luz, regocijándose de su maldad. Esto provocaba dolor a Gea (el Tártaro era su vientre), por lo que creó un pedernal gris (o adamanto) y de éste fabricó una gran hoz, y reuniendo a los titanes les pidió obediencia. Solo Crono, el menor, se atrevió a tomar la hoz y castró a su padre cuando éste se acercó a Gea para yacer con ella. De las gotas de sangre y semen Gea concibió aún a más hijos: las fuertes Erinias, los Gigantes con armadura y las Melias (ninfas de los fresnos).
Crono arrojó al mar los testículos de Urano, donde produjeron una espuma de la que nació Afrodita. Tras la castración de Urano, Gea parió a Equidna y Tifón, engendrados por Tártaro. De su hijo Ponto tuvo a las deidades marinas Nereo, Taumante, Forcis, Ceto y Euribia. Con Éter tuvo a Ergía, la diosa
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