La gaya ciencia

La gaya ciencia

Hay ciertas ocasiones donde el ser humano aun no puede quitarse la joroba que lo lleva a una vida llena de conformismo y sumisión hacia las situaciones menos adversas de lo que es la vida y todos los estratos que el hombre mismo ha impuesto a lo largo de los siglos creando un mundo de mentira, el exceso de la fantasía, la cual se encadena perpetuamente a una vida de vacío y simplemente queda un mundo de ficción sentimental.

Friedrich Nietzsche nos muestra que todo lo que estamos viviendo es un producto de todo lo que nos estamos negando, creando un estado de desconocimiento total y sobre todo lleno de un conformismo el cual es un mal que aqueja a la sociedad. Mediante una lectura no lineal y escrito a través de aforismos o de breves escritos, en algunos casos descritos en poemas, en donde se destaca el cuarto libro, lo cual provoca que la lectura un poco confusa, esto es debido a que en algunas partes del texto hace referencia a un solo tema y para el siguiente aforismo expresa su inquietud hacia otro tema, aunque adentrándonos poco a poco a esa gran madeja de pensamientos, se va tornando un poco más claro el panorama hacia lo interesante y sobretodo, hace reflexionar al lector.

Lo que no quiere mostrar el autor es una catedra de vida que sirve para romper con todos esos estereotipos impuestos por las principales doctrinas del conocimiento, a la moral del hombre y de manera especial a la religión cristiana, todo esto expresándose de una manera burlona, a veces tornándose un poco infantil, pero a su vez tiene un tono desafiante y directo, lo cual despierta la inquietud y hasta en algunas veces el rechazo. Lo característico de la ciencia es que no admite prejuicios, premisas no demostradas, sino sólo hipótesis que habrán de ser experimentadas y rigurosamente contrastadas. Sin embargo, la ciencia descansa también en un axioma que no se demuestra, en una fe: que nada hay más importante que la verdad. Si la voluntad de verdad es la voluntad de no engañar, tiene sentido preguntarse por qué no engañar y por qué no dejarse engañar.

La gaya ciencia es el estudio de las emociones de carácter jovial, lo que nunca nos hemos puesto a reflexionar, esas cosas las que nos producen satisfacción, alegría y que de alguna forma nosotros mismos nos ponemos esos límites como si el sentir esas emociones fuera algo que va contra la naturaleza del ser humano, se debe amar la vida, puesto que…¡El hombre debe favorecerse a sí y favorecer a su prójimo! (§ 1 Los maestros de la finalidad de la existencia) algo que se puede decir que es el peor de los pecados, un crimen que se paga con cadena perpetua, algo que nosotros lo encerramos en una caja fuerte y que si lo abrimos pudieran ocurrir desgracias, cual caja de pandora. La gaya ciencia es la invitación de quitarnos esa joroba llena de estatutos y leyes impuestas por nosotros, para solo disfrutar de todo lo que nos regala la vida, es el despertar de esa pesadilla que es morir en vida a un nuevo amanecer con una perspectiva diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, sentir, escuchar y saborear. La gaya ciencia es todo sentimiento que nos produce felicidad, para llegar a ser esos hombres iluminados, generosos y llenos de espíritu (§378 Volvemos a iluminarnos)

(§ 343. Lo que va junto con nuestro buen humor)

Uno de los temas que destaca de forma muy importante es el de la religión. Nietzsche, siempre se ha dedicado a criticar muy fuerte a la fe cristiana proclamando la muerte de su símbolo más importante, Dios, a través de uno de los personajes al que después se realiza un texto, nos referimos a Zarathustra La muerte de dios es presentada en el texto como un suceso del que se da noticia, a medio camino entre el titular de periódico y la profecía histórica. Dios es la cifra de todo fundamento, de todo valor, del orden cultural e histórico que ahora entra en crisis. Dicha crisis tiene su origen en el hecho de que el dios cristiano no alimenta ya con su fe los principios morales y las actitudes de los seres humanos en sus vidas. Desconfianza y agotamiento son las impresiones que tienen que experimentar aquellos que se dan cuenta de lo que realmente está pasando. El resto del párrafo está dedicado a meditar sobre las consecuencias que han de seguirse del acontecimiento. La filosofía debe descifrar enigmas. En cierto modo, Nietzsche rechaza la concepción tradicional de la verdad. No hay verdades unívocas, sino interpretaciones abiertas, perspectivas sobre las cosas. El nosotros sitúa al filósofo frente al acontecimiento, pero orientado a su superación: Primogénitos del siglo futuro. La crisis es real y profunda: las sombras que han de envolver enseguida a Europa. Pero Nietzsche la ve como la ocasión de un nuevo comienzo, iluminada por la aurora que permite ver un horizonte despejado.

(§ 344.

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