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DESARROLLO COGNITIVO


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2012  •  1.349 Palabras (6 Páginas)  •  437 Visitas

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El niño al nacer no tiene plenamente desarrollado su sistema senso-motor, su mundo circundante no es otra cosa que una extensión de su propio yo, por cuanto no podemos hablar de percepciones exactas y como consecuencia es inexistente la capacidad del conocimiento.

En función de ser el mundo que le circunda una extensión de su yo, no exista la partición dualista, necesaria para concebir la idea de conocimiento: el sujeto capaz de conocer separado del objeto pasible de ser conocido, por lo que estamos ante un todo indiferenciado. Para que sea posible el conocimiento no basta con la sola separación de sujeto – objeto, pues ellos por sí mismo no producen conocimiento si no intermedia una capacidad volitiva del sujeto, lo que implica necesariamente una acción por parte de éste.

Al nacer, genéticamente el niño trae consigo actos de reflejos (succión, aprensión, etc.) y será a partir de estos actos reflejos que el sujeto comenzará a percibir que el mundo que lo circunda es ajeno a él, o que por lo menos los objetos le ofrecen resistencia. La acción del sujeto sobre los objetos lo hará consiente de su diferenciación con aquellos, en ese acto radica el punto de partida, el reconocer lo ajeno le posibilitará internalizarlo y por consecuencia conocerlo. Una acción es una transformación de un objeto que es percibida por el individuo como externa.

Por tanto la adquisición de la capacidad cognitiva y su desarrollo dista mucho del sujeto entendido en forma pasiva, sino que por el contrario es una capacidad propia del ser como sujeto activo. Consecuentemente podemos comprender que el conocimiento no es la mera adquisición de contenidos exteriores y hábitos. Las fases de esta evolución podemos sintetizarlas muy brevemente:

Periodo neonatal: Basado en reflejos automáticos, con movimientos inconscientes y reflejos; sueño casi constante; reacciones arcaicas ante estímulos dolorosos y luminosos fuertes, o ruidos; emisión de sonidos inespecíficos y conducta social prácticamente ausente.

Primer mes: El niño intenta movilizar la cabeza y cierra la mano ante estímulos en el interior de esta; intenta buscar la luz o los sonidos y manifiesta tranquilidad y bienestar al mamar, bañarle o cogerle en brazos.

Segundo mes: Inicia la fijación ocular y comienza a seguir objetos manifestando reconocer a la madre.

Tercer mes: Empieza a sujetar la cabeza; lleva la mano a la boca y puede girar de un decúbito a otro; hace movimientos voluntarios de agitar miembros; puede hacer prensión pasajera con los dedos y sonríe o manifiesta ciertas reacciones de alegría ante estímulos cariñosos.

Cuarto mes: El sostén craneal es completo; se incorpora algo ayudándose en los antebrazos; observa sus manos y puede coger algún objeto; balbucea algunas vocales al estimularle, y ríe; busca los sonidos y reconoce a familiares.

Sexto mes: Se mantiene sentado; se quita la sábana si le cubre la cabeza y coge sus pies llevándolos a la boca; da saltos al ponerle en pie, coge objetos y los cambia de manos; busca y sigue lo movimientos; empieza a pronunciar sílabas.

Décimo mes: Sentado, gira el cuerpo hacia los lados; gatea y puede mantenerse algo en pie; mejora la prensión de objetos y va completando el perfeccionamiento de la agudeza visual y la fusión o superposición de imágenes de cada ojo en una sola; dice bisílabos; conoce su nombre; imita ruidos y conoce las negaciones y afirmaciones; canturrea; intenta sujetar el biberón y “extraña” a desconocidos.

Un año: Se mantiene algo en bipedestación y deambula con ayuda; recoge pequeños objetos con pulgar e índice, siendo la prensión completa; arroja objetos; introduce cosas en recipientes; reconoce a familiares a distancia; dice dos-tres palabras: comprende órdenes simples y oye ruidos mínimos; muestra afectos; hace juegos estereotipados con las manos, repitiéndolos ante el agrado de los familiares; permite activamente que le cambien la ropa e inicia la masticación.

Un año y medio: Ya ha alcanzado una deambulación casi completa que, incluso, le permite transportar objetos o empujarlos; observa dibujos y pasa arias hojas de un libro juntas; el lenguaje se amplía a 10- 15 palabras, e incluso puede decir frases simples de dos vocablos; obedece órdenes simples y empieza a conocer su cuerpo y a tener sentido de la posesión.

Dos años: Juega y corre con cierta violencia; se alza a sitios elevados y, apoyado, sube escaleras; pasa páginas de libros y coge un lápiz en ademán de

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