Deshojando Margaritas

Introducción

La mayoría de las personas dan por sentado que el amar es la experiencia más gratificante y fundamental de nuestras vidas. Podemos estar buscando el amor por doquier, ya que lo consideramos fuente de felicidad y estabilidad e inclusive no pocas personas estarían dispuestas a comprarlo o alquilarlo, si fuera posible.

El valor del amor ha superado las expectativas de mucha gente, incluyendo inversionistas. Lo hemos convertido en un valor absoluto que trasciende cualquier cosa, incluyendo nuestra vida terrenal. Podemos ver como “todo lo bueno es amor”, “el amor todo lo puede”, “el amor es eterno, inagotable e incondicional”, inclusive se llega a decir que “Dios es amor”; llegando a idealizar la concepción de lo que es el amor.

Hoy en día en nuestra cultura senos ha vendido y publicitado una idea de cómo debe ser el amor; este debe ser romántico, dulce, tierno parecido o casi igual al mostrado por Romeo y Julieta en la novela de William Shakespeare, cosa que en realidad no tiene nada de parecido con la realidad afectiva cotidiana.

Con esta imagen exagerada, sobrevalorada e inflada del amor tratamos de lidiar día a día, buscándole y dirigiendo nuestra mayor parte de nuestras acciones y esfuerzos. El pensamiento que tenemos es que, el con el simple acto de amar todo será posible como acto de magia. Si tomamos este supuesto, vemos como los pensamientos de la personas giraran en torno de ello y forjaran sus ideas o creencias de vida entorno a este pensamiento del amor y con esto llegar a presentar algunos trastornos de la personalidad.

Si bien veremos cómo algunos trastornos de la personalidad encajan en determinados tipos de estilos afectivos, también podremos ver como estos se pueden dar a lo largo de la ontogénesis del individuo y como se mantienen en la vida adulta y terminan siendo alteraciones con las que pensamos es normal estar conviviendo con nuestra pareja.

Así también veremos cómo cambiando ciertos pensamientos distorsionados podremos llevar un afecto positivo y manejar otras sanas costumbres lo cuales podrían llevarnos a una estrecha relación con los trastornos de personalidad y poder facilitar su tratamiento psicológico a la hora de ir a terapia.

Desarrollo

Con la imagen tan exagerada por la sociedad, publicidad, medios de comunicación; sobre lo que es el amor, vivimos buscando ese “nirvana sentimental” donde se promete que todo es bello y calmado, sin ningún tipo de problema o dificultad para la persona que llegue a encontrarlo. Pero sin embargo nada más alejado de la realidad, ya que el amor que realizamos no es inmaculado. Matamos por amor, nos suicidamos por amor e inclusive llegamos a sobornar por él.

Se han cometido grandes cosas por el amor, guerras, peleas, decisiones las cuales no siempre han tenido buenas consecuencias para las personas que realizan dichas acciones a su nombre. Si llegamos a reflexionar un poco podemos ver la cantidad de disparates y tonterías que se han cometido en su nombre.

Si bien la manera de conceptualizar el amor, y por ende la forma de sentirlo, es una variable muy importante en la concepción de las relaciones personales que tenemos día a día. Vemos a este como algo absoluto e inalterable que se encuentra en un pedestal muy alto lejos de nosotros, algo divino. Que si bien “fallamos” o “fracasamos” a la hora de adquirirlo o mantenerlo es más fácil concluir que la otra persona no nos ama realmente a pensar que las creencias que tenemos sobre el amor son irracionales.

Como vemos este concepto que tengamos dependerá mucho de la época, pueblo o comunidad que estemos así como el medio y la sociedad nos dicte que este debe ser, pero en gran parte, nuestras creencias que tengamos tendrán un gran peso en la forma que nos desarrollemos.

Podemos clasificar al amor en diferentes tipos para una mejor comprensión de cómo afecta a cada individuo y como este podría exteriorizar el amor que presenta o siente y ver el desarrollo del mismo en cada una de las “etapas”. Y ver el desarrollo del mismo y como el si el individuo tiene algún trastorno de la personalidad este podría perjudicar más al individuo aunque este no lo vea como tal.

En el amor tipo 1 encontramos a un amor caprichoso, esos tan afamados enamoramientos, que tales parecen una obsesión para la gente que está a nuestro alrededor pero la persona en esta situación no lo ve así inclusive ni llegan a darse cuenta. Esta etapa no suele durar mucho, pero gran parte de su duración depende de la vulnerabilidad afectiva o predisposición a sentir. Hay individuos hipersensibles al amor y otros insensibles. Estas variaciones están determinadas por factores psicológicos, familiares y posiblemente genéticos.

Bien este tipo de amor podemos explicarlo fisiológicamente ya que este parece estar definido por un proceso más cortical-bioquímico. Generalmente funciona como una emoción intensa y de duración no muy larga. Durante su estadía el individuo puede presentar las siguientes dificultades: el sistema de procesamiento presenta un número de alteraciones en la memoria y codificación de información, resolución de problemas y ejecución de tareas.

En el amor tipo 2 vemos a un amor diferente al 1, este en comparación al primero es adaptativo, no altera tanto al funcionamiento total del sujeto, es más racional y presenta un autocontrol saludable para el individuo y sus relaciones sociales, bien este es el que después de un amor tipo 1 si se consuma el poder tener de pareja a alguien que presentamos este primer tipo de amor, esta segunda fase nos ayudara a mantener la relación con nuestra pareja.

Este tipo de amor 2 necesita el estimularse de vez en cuando con situaciones del primer tipo de amor y mantener un equilibrio ya que este al no tener una actividad emocional muy intensa, la corteza cerebral, por medio del pensamiento, puede influir en la intensidad y frecuencia, dejando al descubierto que el amar si llega a ser una decisión.

El amor tipo 3, es biológico, heredado, instintivo y compartido por un grupo considerable del reino animal. La función principal de este es la de mantener la supervivencia de la especie mediante la protección y el cuidado de los indefensos recién nacidos. La esencia psicológica central de este amor es la incondicional. Y este lo podemos ver en las relaciones que tienen hijos, ese sentimiento de maternidad y paternidad de los padres.

Si bien vemos que existen ciertos tipos de amor, la forma en que las expresemos dependerá en gran mayoría de las ideas preconcebidas equivocadas sobre el amor que tenemos, y en gran manera los pensamientos que tenemos de este. En la mayoría de las situaciones sociales interpersonales la relación

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