Despedidas
Enviado por joanisimo • 6 de Julio de 2013 • 425 Palabras (2 Páginas) • 257 Visitas
Despedida a los alumnos de sexto año de primaria
Archivado en: General — Pedro de los Ángeles @ 5:42 pm
Tags: discurso, Educación, Escribir, Español, Primaria, Recursos retóricos, Reflexiones pedagógicas, Retórica
Durante la vida habrá varios motivos que nos pondrán tristes y nos harán llorar, uno de ellos suele ser dar una despedida; sin embargo, la despedida que hoy damos a los alumnos que terminan su educación primaria no es motivo para la melancolía ni el dolor: es causa justa de felicidad porque es el momento que da fin a todo el trabajo y el esfuerzo que empeñaron en sus estudios elementales.
Los maestros sienten una enorme satisfacción porque sus esperanzas eran ciertas: el sembrador ve como germinan las semillas que ha plantado. Alumnos que hoy dejan esta escuela primaria, sus profesores han puesto empeño en grabar en sus mentes los conocimientos básicos y necesarios para emprender nuevas etapas, el valor de la educación y la idea de lo que es ser un ciudadano mexicano.
De la escuela no sólo se llevarán lo anterior: conservaran en su memoria las horas de alegría que vivieron en esta escuela, porque no sólo disfrutaron de aprender, también conocieron a nuevos amigos, sus compañeros de estudios y juegos, con ellos se formaron planes para el futuro, adelante pues con la educación recibida, los nuevos amigos y los sueños.
Alumnos, nunca olviden que en su escuela primaria recibieron la enseñanza cuya luz fue el faro que los guió a este puerto donde felices los recibimos sus maestros y padres.
A pesar de la estar embargados por la emoción de este acto solemne, deseamos aconsejarles sobre su certificado de estudios primarios, con él no termina una etapa sino que sea sólo el comienzo de otras más, saben bien que el hombre preparado nunca tendrá miedo ante la dureza y los obstáculos que le presente la vida.
Este certificado es la suma de la labor del maestro y el esfuerzo de cada alumno para lograrlo, porque ambos han llegado a una mutua comprensión para alcanzar una meta común: el aprendizaje ha sido posible cuando nuestras ansias, energías y voluntades se pusieron de acuerdo en alcanzar ese fin.
Todavía queda algo más que recordar y que no deben olvidar es que algunos de sus profesores lograron entablar una amistad sincera con ustedes, ya sea por prodigarse en el desempeño de sus actividades diarias o bien durante la convivencia que tuvieron en un mismo recinto a lo largos de los últimos seis años.
Esta escuela, recinto de saber por varias generaciones, sólo tiene algo más que agregar en este adiós: ¡vayan!, ¡luchen!, ¡venzan!
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