Diles Que No Me Maten

Si no recuerdo mal, fue un jueves 29 de noviembre a las 18:00 horas, cuando yo, Marlene Acosta, estaba en mi recamara como todas las noches tratando de pensar sobre lo que seria de mi futuro, pero algo se me veía a la mente: solo soy una chamaca de 17 años, sin padres, a mi lado solo esta mi viejito que pronto dejara este mundo; la verdad esto me desanima demasiado pero al fin y al cabo debo de seguir adelante; estaba ya a punto de irme a la cama cuando escuche un grito muy salvaje que pedía ayuda desesperada, inmediatamente me asome por el pasillo de mi cuarto que claramente desde ahí se puede ver lo que sucede en la cocina, asombrada vi que tenían a mi abuelo amarrado, tirado en el suelo, simplemente humillado y el tan solo gritaba clemencia. Poco a poco fui acercándome hasta que uno de los chavos me alcanzo a ver, yo Salí corriendo pero el me tomo por el cabello, me tiro e inmediatamente caí desmayada; al despertar estaba junto a mi abuelo en la misma circunstancia; amarrada, en el suelo y humillada; dentro de mi yo pensaba en como tratar de escapar junto a mi abuelo, porque a pesar de todo lo amo y jamás lo dejaría solo, pasaron los minutos, las horas y decidí tratar de hacer un movimiento para desatarme, pero mi abuelo me vio y aviso a los chavos lo que yo trataba de hacer, la verdad yo no podía entender porque hizo eso mi abuelo, si se suponía que estábamos juntos en esto, que lo único que los deseábamos era salir de ese lugar; en ese instante sentía coraje. Resentimiento, tristeza, lastima por mi abuelo; pero aún así no dejaba de quererlo.

Los chavos se acercaron a mi y me pusieron un cuchillo en el cuello, yo desesperada le gritaba a mi abuelo ¡diles que no me maten! Por favor díselos, a lo cual el exclamo con una ira enorme: ellos no te mataran, porque tu solo lo harás, la verdad no entendía nada de lo que mi abuelo decía, hasta que me volvió a decir: no seas estúpida Marlene todo esto es una trampa, quiero que te quites la vida, hasta ahora solo haz siendo un estorbo para mi, ya no te aguanto, ¡ya no te quiero tener a mi lado! Yo cabiz baja me quedo callada y solo sentí como una lagrima se derramo por mis mejillas y acepte lo que mi abuelo me estaba pidiendo, se que te puedes estar imaginando lo que paso y si efectivamente termine con la vida del único ser que me quedaba en este mundo, mi abuelo, y si te lo preguntas, si eso fue lo que siempre deseo, cuando el me decía que quería que me quitara la vida, si era terminar con una vida, pero con la de el, no con la mía, y hizo su voluntad, mis consecuencias si fueron graves pero por lo menos hice lo que el quería y se podría decir que le cumplí su ultima voluntad a mi hermoso viejón, ¡lo mate!

Ahora te preguntaras en donde me encuentro, y si efectivamente estoy sentada en la banca de una celda fría y obscura pagando el precio de mis actos pero eso ya no importa solo te diré que mi nombre es Marlene Acosta y tengo 17 años, resido en

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