Déjame entrar , reseña
Enviado por Dan Pineda • 23 de Marzo de 2020 • Reseña • 879 Palabras (4 Páginas) • 154 Visitas
Déjame entrar, de John Ajvide Lindqvist, es una gran novela sobre personajes solitarios y en donde, además, hay vampiros.
La historia ocurre durante 21 días, en Blackeberg, Estocolmo. Es una población nueva, sin historia, con 10 mil habitantes, sin iglesia. Un lugar moderno y racional, cuyos habitantes viven ajenos al terror, y por eso estaban desprevenidos ante lo que ocurrió después, leemos al inicio del libro.
El terror empieza con el asesinato de un joven y la aparición de, lo que se cree, un asesino en serie. Oskar, el pequeño protagonista de doce años, es un niño con problemas físicos. Vive sólo con su madre. Su padre es un adicto con quien Oskar trata de relacionarse pero le resulta muy complicado. Para Jonny, Micke y Tomas, compañeros de Oskar en la escuela, él es demasiado gordo, demasiado feo o demasiado asqueroso y abusan de él casi a diario. Oskar prácticamente no tiene amigos hasta que aparece Eli, quien luce como una chica de su edad, y provocará una transformación fundamental en la vida de él. Eli es muy delgada, despide un olor como cuando te quitas una venda de una herida infectada, posee extraordinarias habilidades físicas, aparenta, de un modo misterioso, tener mucho más edad. Y necesita beber sangre para vivir.
Hay varias escenas memorables en la novela, como cuando Eli anima a Oskar a defenderse de sus abusadores y lo hace sentir un apoyo incondicional. Discutirán, en otro momento de la narración, sobre el motivo que tiene Eli para asesinar personas o para pedir que asesinen por ella, y eso da para pensar en la humanidad de los monstruos o en la monstruosidad de los humanos. ¿Quiénes son los monstruos en realidad? De verdad te cuestionas qué es un comportamiento monstruoso después de leer esta novela. El tema del abuso sexual infantil está muy presente durante toda la historia, y te pone a pensar sobre cómo un deseo puede dominar la vida de una persona llevándola a cometer actos monstruosos a los ojos de los demás.
Entre Eli y Oskar se teje, conforme van sucediendo sus encuentros, una amistad, que llega a ser una complicidad vital. Ambos comparten juegos, objetos, y el autor logra comunicarle a sus lectores el afecto sincero que aparece entre los dos. Eli y Oskar tienen un modo secreto para comunicarse, y van construyendo un espacio propio, lejos de las miradas de los demás, como harían una pareja de enamorados. Sin embargo, en su relación Oskar encuentra protección, pero vive muy cerca de lo que parece un gran peligro.
Hay muchos más personajes muy interesantes. Luego de los protagonistas, destaca Hakan Bengtsson, hombre de cuarenta y cinco años, un cazador de jovencitos, quien fuera profesor de nivel básico y cuya vida antes de Eli terminó hecha cenizas, literalmente. Hakan era el cómplice que necesitaba Eli antes de conocer a Oskar, quien al llegar hace que la vida de Hakan se vuelva una agonía pues se empieza a sentir prescindible. Y veremos cómo Hakan será capaz de destruir su propia vida, una vez más, con tal de cuidar de Eli. Por otra parte, Karlsson, Lacke, Morgan, Larry, Jocke y Virginia son un grupo que se reúne a charlar y a beber en un bar. Integran una especie de club de personas con los sueños rotos. Virginia, Lacke y Jocke, especialmente, verán sus vidas trastornadas cuando se encuentren con Eli.
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