EL CANTAR DEL MÍO CID

EL CANTAR DEL MÍO CID

Autor y fecha: al final del códice se dice que Per Abbat lo escribió en 1245. Como en ese momento se regían por la cronología de la llegada de Augusto a Hispania, hay que restar 38 años, con lo que tenemos la fecha de 1207. Al ser la letra del siglo XIV, es evidente que lo que conservamos es una copia de la que escribió el tal Per Abbat.

El problema que se presenta es la identidad de este Per Abbat. No sabemos si él inventó el cantar o fue un mero copista. Hay que tener en cuenta la palabra “escribió” que en la Edad Media, significaba “copió”, porque si se quería decir “creó” se utilizaba “fizo” o “compuso”.

Presuponiendo que Per Abbat fuera un copista, pudo poner mucha parte de su personalidad en la copia, porque hay determinados episodios que indican la mentalidad de un hombre de leyes y también hay aspectos del poema que demuestran preocupación gran por los asuntos eclesiásticos. Así, cuando el Cid llega a Burgos y lo recibe la niña, ésta dice que había llegado una carta del rey con gran recaudo y fuertemente sellada. Y la llegada del Cid al monasterio de San Pedro, donde están su esposa y sus hijas, pone en evidencia un conocimiento cotidiano de la vida monástica, lo que implica familiaridad con ese mundo. En definitiva, hay conocimientos de leyes y de temas eclesiásticos, lo cual no es propio de un juglar.

Collin Smith, tras rastrear en el monasterio de San Pedro de Cardeña, ha defendido la autoría total del poema por un autor culto, y defiende además que ese autor es Per Abbat, que por tanto, para él no fue un mero copista. Es que, en dicho monasterio, descubrió un personaje que se correspondía a la estructura mental del autor del Cid, porque desempeñaba, lo mismo que Berceo, un cargo importante, y en ese sentido, habría que vincular, con precaución, el poema del Cid a un fin propagandístico del monasterio, donde hay un sepulcro, que puede ser el del Cid, y que era venerado y visitado como las reliquias de cualquier santo.

Lo que ya está descartado es la composición por dos juglares, porque los rasgos estilísticos permiten establecer que ha sido compuesto por una misma mano.

Recordemos a este respecto que esta teoría fue formulada por Pidal, que defendía que un primer núcleo del poema lo compuso un juglar de San Esteban de Gormaz, que conocía bien la zona de Burgos [Vid Supra], y lo escribió en fechas recientes a los hechos, y con fidelidad a éstos, y un segundo juglar, el de Medinaceli, que escribiría bastante después de los hechos, a mediados del siglo XII y a quien pertenecerían los episodios más fabulosos. Esta teoría tuvo, por la autoridad del autor, gran aceptación durante muchos años, aunque hoy, insistimos está casi desechada.

Con todos estos datos en cuenta, hoy lo que más acepta es que hay aspectos orales y cultos en la composición del Cid, y con una postura ecléctica entre las anteriores, podríamos suponer como hipótesis, que Per Abbat, partiendo de un primer núcleo elaborado por un juglar de la zona de Burgos y escrito para los habitantes de dicha zona, lo reelaboró algo, quizás mucho, tal vez con la intención propagandística que vimos antes.

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