EL ECUADOR DESDE LA REPÚBLICA HASTA EL PRESENTE
Enviado por marbbel • 14 de Junio de 2013 • Tesis • 2.359 Palabras (10 Páginas) • 452 Visitas
EL ECUADOR DESDE LA REPÚBLICA HASTA EL PRESENTE
INTRODUCCIÓN. Como Bolívar lo había decretado, en 1823 se formó definitivamente la Gran Colombia, incorporando el Reino de Quito, Nueva Granada y Venezuela. Sólo duró siete años esta unión, siendo Venezuela la primera en independizarse seguida poco después por Quito, y quedando únicamente el territorio de Nueva Granada que asumiría el nombre de la república, siendo conocida desde entonces como República de Colombia. En 1830 el comandante militar de Quito, el general Juan José Flores, un venezolano de 30 años casado con una aristócrata quiteña, anunció la independencia del país.
Gracias a las labores de la misión geodésica francesa, estos territorios eran bastante bien conocidos en Europa, por lo que a la hora de producirse la independencia se decidieron por tomar el nombre de República del Ecuador, lo que fue unánimemente aceptado por la Constituyente en el mismo año de 1830.
Los habitantes de la nueva nación llegaban aproximadamente a 700.000 y sus mal delimitadas fronteras, motivo de disputas a lo largo de su historia contemporánea, se basaban en las de la antigua Audiencia colonial.
La destrucción de vidas y propiedades, el surgimiento de nuevos líderes y la militarización de la sociedad, fueron acontecimientos que dieron un vuelco al antiguo orden colonial y que afectaron a las relaciones entre los distintos grupos sociales. La sociedad no podía ser inmune a las nuevas ideas liberales e igualitarias, ni a las argumentaciones que rechazaban la discriminación y pretendían la armonía de todos los grupos sociales en interés de la construcción nacional. La diferenciación legal entre los grupos raciales fue abolida a partir de entonces y nuevas constituciones declaraban a todos los ciudadanos iguales ante la ley. Asimismo, un importante agente de cambios fue la tendencia hacia la formación de una sociedad de clases, en un proceso en el que la riqueza se convirtió en el criterio principal de diferenciación social, y la categoría social se derivaba de los ingresos y no de definiciones legales. A pesar de todo, el cambio social que tuvo lugar en la América Hispana fue marginal y no revolucionario.
REPÚBLICA Y NACIONALIDAD
GENERALIDADES. La nacionalidad criolla precedió a la Independencia y se podía descubrir en un sentido de lealtad a la patria, una creciente conciencia de identidad y la convicción de que los americanos no eran españoles. El individuo comenzó a identificarse con un grupo y los grupos tenían algunas de las cualidades de una nación: ascendencia, lenguaje, religión, territorio, costumbres y tradiciones comunes. La conciencia nacional estaba por supuesto restringida a las elites criollas, pues las castas tenían sólo un confuso sentimiento de nacionalidad, y los indios y los negros carecían de ello por completo.
Tras la Independencia la política fue diseñada tanto por los nuevos líderes como por los grupos de poder económico nacional. Sus pretensiones consistían en convertir sus intereses particulares en una nueva metrópoli y reducir a las demás regiones o provincias a una especie de dependencia neocolonial. Así, Colombia, Venezuela y Ecuador se separaron con el objeto de proteger, entre otros elementos, sus propias y específicas economías.
La política exterior de los países hispanoamericanos, en relación con las demás repúblicas del continente, no fue novedosa en los primeros años de vida nacional. Cuando los gobernantes se vieron amenazados por países no americanos pudieron olvidar momentáneamente la indiferencia, los recelos y rivalidades que existían entre los estados hispanoamericanos.
En este sentido son relativamente numerosos los proyectos para convocar asambleas en momentos en que se veía amenazado alguno de estos países. En 1847, Ramón Castilla, presidente del Perú, promovió el desarrollo de una reunión en Lima con el fin de preservar la Independencia americana. El año anterior, Castilla había hecho preparativos para rechazar la expedición que en España e Irlanda se estaba organizando a instigación del ecuatoriano Juan José Flores. En ese Congreso de Lima se firmó un tratado de confederación entre Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia y Perú.
A casi todas las repúblicas llegaron europeos contratados para enseñar las ciencias modernas y dirigir algunas empresas. Muchas veces las instituciones en donde debían enseñar no pudieron sostenerse y fueron clausuradas. De todas maneras, su paso por Hispanoamérica proporcionó oportunidad a los republicanos de conocer otros métodos y nuevas posibilidades de estudio.
En este sentido, en 1839 fue llamado al Ecuador Sebastián Wyse, autor de una Carta topográfica del país, así como de algunos tratados científicos. En 1845 llevó a cabo una expedición al interior del cráter del Pichincha en la que participó Gabriel García Moreno, quien con el tiempo sería una de las grandes figuras de la política ecuatoriana, ocupando en distintos momentos la Presidencia de la República.
LA CONSTRUCCIÓN DEL PAÍS. En la segunda mitad del siglo XIX se advierten ciertos cambios en las sociedades hispanoamericanas que permiten distinguir una nueva etapa en su evolución histórica. En la primera mitad del siglo, los hispanoamericanos se enfrentaron al legado colonial español, lo estudiaron, lo combatieron, lo repudiaron y acabaron por reconocerlo en muchas de sus manifestaciones. A mediados de siglo, la vigencia de la vida colonial iba desapareciendo, pudiendo entonces los patriotas organizar, con menos bases, la sociedad, abordando problemas concretos.
Las guerras de Independencia frenaron el progreso material colonial, debido sobre todo a la falta de liquidez y a la necesidad de dedicar los mayores esfuerzos a la reconstrucción económica de los países. Para desarrollar los nuevos programas de gobierno que tenían los hispanoamericanos hacían falta grandes cantidades de dinero.
A raíz de la Independencia los territorios se encontraron con importantes carencias; sin embargo, y paralelamente, el miedo a una total dependencia de otros gobiernos extranjeros, a los que podrían haber recurrido, ralentizó sobremanera el proceso de renovación de todos sus territorios. Las condiciones en que podía llevarse a cabo el progreso material alarmaban a los hispanoamericanos, pues temían que la riqueza material cayera, como hemos dicho, en poder de intereses extranjeros.
Apenas estaban tratando de arrancarla de manos españolas, que aún conservaban a nivel individual y estatal importantes intereses en estos territorios, y ya era necesario protegerla de la codicia de otros extranjeros.
Por ello, sólo se dedicaron a adquirir algunos bienes de consumo exportados por
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