ETICA Y CIUDADANIA. ANALISIS DEL PROBLEMA

TRABAJO GRUPAL

MOMENTO INTERMEDIO I

ANALISIS DEL PROBLEMA

NIDIA BAYONA GUERRERO

NESTOR ANDRES CRISTANCHO

40002B_288

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA

ETICA Y CIUDADANIA

OCAÑA, NORTE DE SANTANDER

2016

De quien es la ciudadanía

En el panorama político se debate el derecho a la ciudadanía. Las escuelas liberales, comunitaristas y republicanas reclaman la compresión de la verdadera ciudadanía rechazando las demás. La Ciudadanía es la condición de ciudadano y este es aquel que pertenece a una comunidad política sujeto a una serie de derechos y deberes con facultad de participar en dicha comunidad.

Si consideramos que lo relevante es la pertenencia a una comunidad con el arraigo de cultura, lengua, costumbres no acercaremos al Comunitarismo.

Si creemos que la libertad individual está garantizada en el respeto del derecho y la justicia haciendo abstracción de las creencias personales nos inclinamos hacia una interpretación liberal.

Si pensamos que la participación en los asuntos públicos debe promoverse es una virtud cívica confluiremos en el republicanismo.

Podremos entender a la ciudadanía como:

Expresar la necesidad de hacer extensivos al conjunto de la humanidad los derechos y deberes reconocidos por los Estados democráticos. A menudo, la asunción de objetivos y responsabilidades ciudadanas no va más allá de los que se plantean los grupos sociales a los que pertenecemos, los de nuestro país o nuestro Estado, olvidando que los humanos somos, en principio, miembros de la misma especie y que podemos identificarnos con los intereses de la humanidad. Una verdadera ciudadanía, una ciudadanía integral (“íntegra”, desde el punto de vista moral) no puede olvidar el vínculo que une a todas las personas.

La ciudadanía global o cosmopolita expresa todo el potencial universalizador de los valores de la igual dignidad y de la libertad de todos los seres humanos, que son el eje de los derechos humanos y abren la posibilidad de una ética mundial. Los derechos humanos son derechos subjetivos que derivan de nuestra condición de seres humanos, no de nuestra nacionalidad. Por tanto, son universales y se atribuyen a todos los humanos con independencia de su nacionalidad, religión, color de piel, posición social o cultura. Los derechos humanos son la base para construir una ciudadanía universal; para lograrlo, debemos adquirir una conciencia cosmopolita que nos haga sentir a todos los seres humanos ciudadanos y ciudadanas del mundo.

Esta ciudadanía implica la noción del patriotismo tras el radicalismo de los nacionalismos desarrollo conflictos originándose las dos guerras mundiales, buscando pactos internacionales alianzas de convivencia para evitar una inclinación expansionista. El nacionalismo rechazo al totalitarismo y el fascismo. La consolidación de organismos transnacionales y la globalización han debilitado el papel de los Estados-nación. La realidad nos impone cada vez más naciones cada vez menos homogéneas es decir Si las sociedades fueran homogéneas no existiría la contradicción y vemos que en cada nación hay divisiones y oposiciones políticas, oposiciones que deben hacerse responsablemente, porque de lo contrario repercuten negativamente en la sociedad.

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