Ecocuento. CAMBIOS INESPERADOS

CAMBIOS INESPERADOS

Se avecinaba a la pequeña aldea de Forest en la mañana del 1 de Enero de 1986, ciertos cambios no muy deseosos… Forest una aldea pequeña pero bastante reconocida por la ciudad vecina, por sus hermosos recursos naturales y paisajes que hacían de esta villa, un lugar magnifico. Entre las familias que vivían allí se destacaban los Gutiérrez, con tan solo un hijo de 16 años llamado Christopher quien junto a su padre lograban mantener el negocio familiar en pie, hacían trabajos de jardinería en las mansiones de los empresarios que provenían de la ciudad para poder subsistir a diario, por su parte, la señora Gutiérrez permanecía en casa en reposo, pues se avecinaba la pronta venida de una hermosa niña. Preocupados por ella, Christopher y su padre trabajaban gran parte del día para aumentar las ganancias, pero los impuestos cobrados por las personas que gobernaban en la ciudad, eran demasiado altos, sin embargo, lo que ninguno de los dos sospechaba era que las personas para las cuales ellos trabajaban, eran los que en esos momentos trataban de hallar nuevas formas de explotar a los habitantes de la aldea y sin que éstos pudiesen darse cuenta, acabar con la fauna y flora que poseía aquella aldea.

Pasaron algunos días hasta que un martes 23 de Febrero la señora Sofía Gutiérrez dio a luz a su pequeña, pero nadie imaginaba la tragedia que estaba por suceder, mientras la bebe estaba bajo cuidados médicos, su madre falleció de un infarto, lo cual fue un duro golpe para Christopher y su padre que caídos en la tristeza decidieron vender la pequeña casa y marcharse con la bebe para la ciudad en busca de un nuevo comienzo.

Cuando se instalaron en su nuevo hogar, notaron que nada en esa ciudad tenía parecido alguno con su aldea, pues sus habitantes no eran nada unidos, sino que por el contrario, un poco gruñones y agobiados, por esta razón decidieron salir a dar un paseo y para su sorpresa los parques y zonas verdes del lugar, eran muy escasos, pues todo a su alrededor no era más que edificios, fábricas, y cada vez más y más construcciones. Un poco desconcertados, pero sin otro remedio más que adaptarse, se quedaron en ese extraño lugar por un buen tiempo.

Después de algunos años, aquella niña recién nacida ya era una bella mujer, y su hermano Christopher, el niño justo y emprendedor, se había convertido en un gran abogado y en un hombre lleno de vitalidad, sin embargo su padre no corría con la misma suerte, murió producto de su alta edad, y a su vez de los altos contaminantes que producía aquella ciudad; sus últimos deseos fueron que sus adorados hijos regresaran a Forest para continuar llevando las riendas del negocio familiar, y pudieran salvar así su querida aldea, dicho esto sus ojos se cerraron y los dos rompiendo en llanto cumplieron los deseos de su padre y partieron.

Al llegar de nuevo a la aldea descubrieron que todo a su

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