El Monje Que Vendio Su Ferrari

Todo empieza cuando repruebas el examen del maestro odioso, te describe como en la caminata de tu salón a la puerta de salida pasas por tu escuela sin fijarte en los detalles de la misma, aquel eucalipto frente a la biblioteca, los adoquines de tu escuela, solo la observas y recuerdas a tus compañeros de nombre Juan y de apellido Pérez junto con otros que exalta sus defectos más que sus virtudes, te das cuenta que no sabes para que estas estudiando y si realmente quieres esa carrera. De regreso a tu casa a través de la ventanilla del microbús vez un infante que es jalado de la mano de su madre, lo que te hace recordar cuando eras pequeño y te llevaban a la escuela por que tenias que estudiar y sientes que esa mano imaginaria te sigue llevando a la escuela.

Al día siguiente la rutina de todas las mañanas, reclamos de tu madre, la rutina diaria de tu padre y el ya mil veces sonado “tu tienes que estudiar” para que no pases por lo que tu madre pasa, a lo cual ya no le tomas importancia ya que te has insensibilizado a los reproches de tu madre. En la tarde lo mismo, te das cuenta que al parecer eres solo un huésped de esa casa, nadie habla de nada ni de cómo te va en la escuela o tus incertidumbres de la vida. En la noche llega tu padre cansado, los dos se ponen a platicar y de repente empieza la discusión entre tus padres y mejor prefieres irte a dormir, de repente tus padres ya no discuten y se van a dormir pues al otro día hay que enfrentar la rutina, haciendo de la vida una serie de actividades cíclicas.

Ya en tu escuela se preparan tus compañeros a reprocharle al maestro sobre las calificaciones obtenidas, dentro del salón se siente un ambiente tenso, frió e incierto, llega el profesor y acepta el reclamo manifestado por Pérez Grillo, después de todo el maestro sereno les da una charla sobre la condición de los jóvenes, esa platica que sirve para reflexionar y cambiar como estudiantes, manifestando por ultimo que “al parecer a ustedes no les importa nada de esto”, les da una ultima oportunidad, un segundo examen dentro de siete días.

Faltan siete días y en esta parte de la historia se muestra la situación de cuatro compañeros, Juana Pérez Ilusión, Juana Pérez V, Juan Pérez Galán y otra compañera que no se llama Juana ni se apellida Pérez. Se detalla la historia de Juana Pérez Ilusión, quien lleva ese nombre pues vivía con la ilusión de pasar toda su vida al lado del hombre más cotizado de la escuela Juan Pérez Galán, quien termino casando a fuerzas con una chica a quien también embarazo, la historia de Juana Pérez V, de la cual se describe la trágica historia de amor que vivió, un amor fuerte entre ella y su novio que terminó en tragedia por el suceso más fuerte que una mujer podría sufrir, una violación y también se cuenta la historia de aquella compañera que no se llama Juana ni se apellida Pérez y quien si lleva una relación estable, quien si decidió casarse y vive una vida feliz.

Faltan seis días, te encuentras estudiando y en eso llegan unos amigos de tu padre y empiezan a platicar de sus tragedias con sus hijos. Juan Pérez Abuelo, quien su hijo se embarco, se tuvo que casar y quien lleva una vida de conflictos con su esposa; Juan Pérez Desilusión, quien le entrego todo a su hijo y éste se volvió un parrandero, alcohólico y terminó por entrar al mundo de las drogas a delinquir por conseguirlas y terminando en la oscuridad de las calles. De pronto recuerdan a Juan Pérez Loco, aquel hombre rudo que mandaba a trabajar a sus hijos desde pequeños y muy en especial a uno de ellos que no se llama Juan ni se apellida Pérez, quien a pesar de tener un padre que lo golpeaba y trataba como un esclavo, salió adelante, terminando una carrera y sin rencor alguno trato a su padre con el amor que le tenia que dar aunque éste no se lo mereciera, a como a pesar de estar tentado a caer en el alcoholismo donde la mayoría de los jóvenes cae para evadir la realidad, en vez de eso terminó siendo un profesionista y exitoso joven. Por ultimo habla Juan Pérez Resignación, quien sólo manifiesta que su hijo dejo de estudiar y trabaja y él sólo aceptó su decisión.

Ya faltan cinco días, en este momento de la historia se comenta la situación de la religión, pero mejor dicho la cuestión de la creencia en un Dios o la Fe en éste y talvez concluyendo que realmente la creencia se basa en la experiencia de cada uno de nosotros y la asimilación de que realmente es una parte fundamental en nuestra persona. No importando la religión que se profese, lo importante es que realmente sigamos sus lineamientos y hacernos una mejor persona. También se menciona que al medio día se fueron a tomar unas cervezas continuando con la fiesta en casa del compañero Alegre, donde se da una platica de un compañero que no se llama Juan ni se apellida Pérez, argumentando que la mayoría de los problemas se lo atribuimos a los padres, pero que realmente somos injustos con ellos ya que ninguno es preparado para serlo y hasta no sentir ese sentimiento o vivir esas experiencias podremos comprenderlos. Que no hay que culpar a los maestros ya que la falta de superación por parte de uno como estudiante es lo que realmente afecta a no comprender las materias. Así comenta muchas cuestiones reales con propuestas reales que no son como las del maestro odioso, sino que realmente le pones atención por venir de alguien que igual que tu esta estudiando.

Faltan cuatro días para el examen y se reúnen en el café que se encuentra a doscientos metros de la escuela, aquí encuentran a dos maestros que platican sobre amoríos entre profesores y alumnos, que por la falta de madurez de los jóvenes alumnos casi nunca es posible llevar a cabo este tipo de relaciones, recordando el profesor un pequeño amorío, una historia bastante romántica sobre un sincero cariño entre un profesor y su alumna, un cariño basado en el respeto y la admiración. Una relación que terminó en un adiós con dos besos, uno dulce por los bonitos recuerdos y el otro amargo por aquella despedida sin clemencia. Después de estos recuerdos que pasaron por su mente comentan ambos profesores que los alumnos no tienen la suficiente determinación por estudiar, pretendiendo que les ayuden más por lastima que por el cumplimiento de un mutuo deber: el de enseñar y aprender, que buscan puntitos y aprobar sin el más mínimo esfuerzo. La realidad de que a los alumnos tanto como a los maestros se les olvida que los triunfos y fracasos son de ambos y que comparten juntos el elemento indispensable de su vida: su tiempo.

Siguen pasando los días y sólo faltan tres, se reúnen los compañeros en una jardinera para estudiar, con ellos esta Juan Pérez Misterio quien relata situaciones políticas, sociales, estudiantiles, sobre los verdaderos controladores y poseedores del

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