El Monje Que Vendio Su Ferrari

Creo que es un buen libro que deja muchas enseñanzas, y que nos motiva a tener un equilibrio en la vida, actividades, y con las relaciones que llevemos o tenemos, es la clave que para lograr una estabilización en la vida, un autocontrol y que nos guía para lograr lo que tenemos en la vida y no solo lograrlo sino que nos enseña a luchar por lo que queremos.

Me enseño a que debo tener bien definido lo que quiero en la vida, verme como me deseo ver tal y como soy, claro, fortaleciendo el lado espiritual, y no solo guiándonos por lo material ya que eso no es lo elemental en la vida y no todo va hacer lo material sino nosotros mismos sin importar lo demás.

El autor del libro siempre recalca que se debe ser positivo en la vida pase lo que pase, hagamos lo que hagamos, estemos donde estemos, y logremos lo que logremos. Con un pensamiento positivo se puede lograr cualquier cosa y vencer cualquiera de los miedos siempre enfrentando los problemas y tratando de encontrarle una solución positiva.

También me enseño que debemos meditar que siempre debemos de tener algo de felicidad y de amor, ya que nos ayuda a motivarnos a como sobre llevar nuestra vida de una manera tranquila y relajada, como también nos motiva el alma y el corazón, y que nada lo que veamos en muestro alrededor no se puede comparar a lo que llevamos dentro de nuestro interior.

Y que si no sonreímos un solo día simplemente no es vida mejor siempre llevar una sonrisa en nuestro rostro y no dándole importancia a nuestros problemas sino más que nada llevarlo tranquilos.

Otras de las cosas son que siempre debemos tener mucha fe y confianza en todo lo que se desea en todas las posibilidades posibles, sin importar los temores externos, o los miedos internos, siempre tener fe y vivir con moderación, y siempre huir de los extremos.

En el primer capitulo “el despertar” el autor nos da una perspectiva de la situación en la que vivía uno de los personajes principales de este libro, el cuál es Julián Mantle, un abogado respetado y de prestigio, con un estilo de vida que posiblemente la mayoría envidiara.

Lo tenía todo, era uno de los más sobresalientes abogados de este país, conocido también por los trajes italianos de 3 mil dólares que portaba su atlético cuerpo, aunque no era del todo feliz, ya que a pesar de ser un abogado de renombre y ser millonario, le faltaba encontrarle el sentido a su vida, se la pasaba trabajando todo el día hasta altas horas de la noche, ponía como prioridad el trabajo descuidando su físico y sus situaciones personales, y con esto llevaría su vida a una situación de tal magnitud que casi le costaría la vida.

En la parte del libro donde Julián Mantle elige a un ayudante, llamado John, para llevar un caso y elige a un joven no tan brillante pero que había salido de la universidad a la cuál Julián Mantle había asistido, Harvard, me dejó una enseñanza importante: siempre hay que darle oportunidad a todas las personas y no juzgarlas antes de conocerlas. En este caso John no era muy brillante pero Julián confió en él y se propuso a enseñarle todos sus conocimientos para que en un futuro John se convirtiera en un abogado importante y de renombre en un futuro como él.

Con el pasar del tiempo, y con el desgaste que tuvo Julián Mantle por el exceso de trabajo y las extensas jornadas que le dedicaba al mismo, Julián se fue deteriorando cada vez más, al grado de parecer una persona vieja físicamente. Esto le atrajo problemas de salud al grado de tener un ataque cardiaco, desde entonces Julián dejo el despacho donde trabajaba y abandonando su profesión de abogado, él quería que se diera un rumbo radical en su vida que lo hiciera cambiar para encontrarle el motivo y la razón de su vida.

John, el joven aprendiz, se desempeñaba ya como abogado en su despacho, teniendo mucho

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