El Principito

“El principito” es una obra escrita por Antoine de Saint - Exupéry quien se hace identificar en la historia como el narrador, un hombre de profesión piloto aviador, el cual sufre un accidente en el desierto y es ahí donde comienza su historia con el principito.

Capítulo I.-

El narrador inicia hablando de ilusiones y fantasías de su niñez, poniendo, poniendo un ejemplo del dibujo que representaba, (para él), “una boa que había devorado a un elefante”. “Las personas mayores”, como él las llama, no podían entender lo que quería expresar. Habla de cómo se percibe la vida en la etapa de la niñez y cuando se está en la adulta.

“Las personas mayores jamás comprenden nada por si solas y es fastidioso, para los niños, tener que darles explicaciones una y otra vez”.

Capítulo II.-

Narra acerca de cómo conoce al principito y los misterios que éste guardaba. Habla de la experiencia con el dibujo del corderito, que al ser estos rechazados por el principito, en un arranque de ira y frustración por no saber dibujar, trazó una caja y dijo: “Ésta es la caja. El corderito que quieres está adentro”.

“Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer”.

Capítulo III.-

El narrador hace un énfasis en el comportamiento del principito y cómo éste deja entre ver poco a poco cosas de él, como que de que era de otro planeta y que había caído del cielo.

“Me gusta que mis desgracias se tomen en serio”.

Capítulo IV.-

El narrador tenía sospechas de que el lugar de procedencia de “el principito” fuera el asteroide “B. 612”, descubierto en 1909 por un astrónomo turco, que fue rechazado y ridiculizado en su presentación por su forma de vestir, que poco después cambió y su representación fue aceptada con éxito.

Es así como la sociedad ha hecho del individuo un estereotipo, alguien que si no viste y calza como todos o la mayoría es, simplemente, excluido. De igual manera habla de la poca capacidad de “la gente mayor” de conocer a las personas por lo que son y no únicamente por lo básico y poco importante.

“No todo el mundo ha tenido un amigo”.

Capítulo V.-

El narrador habla acerca de unos árboles llamados “Baobabs” de gran tamaño que representaban un problema en el planeta del principito mencionando al respecto lo siguiente: “A veces no hay inconveniente en dejar para más tarde el trabajo a realiza. Pero tratándose de los baobabs podría ser una catástrofe”.

“Es una cuestión de disciplina… es un trabajo muy fastidioso, pero muy fácil”.

Capítulo VI.-

“El principito”, como menciona el narrador, es alguien que con frecuencia padece de melancolía, ya que en una ocasión dijo: “una vez vi ponerse el sol 43 veces”, ¿sabes?...

“Cuando uno está demasiado triste, le gusta ver las puestas de sol”.

Capítulo VII.-

“El principito” menciona una flor muy bonita, única y además muy importante para él, sin embargo cree que el cordero representa un peligro para ella, ya que podría devorarla. El narrador ante la situación por la que pasaba y la irritante insistencia del principito con sus cuestionamientos, su frustración y mal humor se hizo notar diciendo: ¡… me estoy ocupando de cosas serias!, con lo que con gran molestia el principito contestó: ¡De cosas serias!, ¡Hablas como las personas mayores!, ¡Todo lo confundes!, ¡Todo lo mezclas!

“Es tan misterioso el país de las lagrimas”.

Capítulo VIII.-

“El principito” relata la actitud de la flor, su vanidad, torpeza, embuste, pero a la vez bonita, simpática, tierna, etc. Y termina diciendo: ¡Las flores son tan contradictorias! Pero yo era demasiado joven para saber amarla.

“Debí juzgar por sus actos y no por sus palabras”.

Capítulo IX.-

“El principito” narra la despedida de la flor y él, como por un momento la orgullosa flor se vuelve dócil y demuestra sus verdaderos sentimientos hacia él.

“Procura ser feliz…”

Capítulo X.-

“El principito” emprende en un viaje a distintos asteroides o planetas, con el fin de instruirse. El primero se encuentra habitado por un “Rey”. El principito estaba asombrado y a la vez algo confundido porque el planeta era tan pequeño que no había alguien a quien pudiera gobernar o hacer valer su poder. Sin embargo, se había percatado de que las ordenes del rey eran razonables y que sus ordenes quizás no serían acatadas en el momento, pero sabía que no llegarían a cumplirse de cualquier modo.

“La autoridad reposa primeramente en la razón”.

Capítulo XI.-

El segundo planeta que visitó estaba habitado por un “vanidoso”, que al cabo de un rato la falta de humildad del hombre le fastidió y se marchó.

“Los vanidosos no oyen más que alabanzas”.

Capítulo XII.-

El tercer planeta que visitó estaba habitado por un “bebedor” que lo único que hacía era: “Beber para olvidar que tiene vergüenza de beber”.

Capítulo XIII.-

El cuarto planeta era el de un “hombre de negocios”, que únicamente se preocupaba por contar sus posesiones y no por vivir.

“Cositas doradas que hacen soñar a los holgazanes”.

Capítulo XIV.-

El quinto planeta era más pequeño de todos y estaba habitado por un “Farolero” que se dedicaba a prender y apagar un farol, era fiel y responsable a su trabajo, sin embargo renegaba de él.

“Es una ocupación muy bonita y por ser bonita es verdaderamente útil”.

Capítulo XV.-

El sexto planeta que visitó estaba habitado por un “Geógrafo”, un hombre inteligente, estudioso y entregado a su trabajo, sin embargo lo que hacía era escribir teoría, ya que él jamás salía a experimentar, por lo tanto no tenía vida fuera de entre las páginas de sus libros.

“Cuando la moralidad de un explorador parece buena, se hace una indagación sobre su descubrimiento”.

Capítulo XVI.-

El séptimo planeta que visitó fue la Tierra; era ahí donde el geógrafo dijo que encontraría a miles de hombres con las misa situación que aquellos que había visto en sus distintas visitas: gente vanidosa, reyes, geógrafos bebedores, etc.

“No trabajaban más que dos veces al año”.

Capítulo XVII.-

“El principito” llegó a la Tierra con la esperanza de ver tosa esa gente, sin embargo, llegó a un desierto, un lugar deshabitado y ahí se encontró a una serpiente con la cual charló un momento y preguntó: ¿Dónde están los hombres?, se está, muy solo en el deserto; a lo que la serpiente respondió:

“También se está solo entre los hombres”.

Capítulo XVIII.-

Siguiendo

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