El Valor De Educar

EL VALOR DE EDUCAR

FERNANDO SAVATER

El libro titulado “EL VALOR DE EDUCAR” de Fernando Savater es una reflexión dirigida primordialmente a los educadores donde plantea la educación como escenario principal; Savater señala el compromiso que tienen las instituciones, las autoridades educativas, la familia y el maestro respecto a la enseñanza de libertad con disciplina y la universalización de la educación, enfatiza en que los maestros son modelos a seguir y la obligación de estos para dar a conocer el aprendizaje como un deleite y no como una obligación.

De tal modo la primera titulación requerida para poder enseñar es haber vivido. “El hombre llega a serlo a través del aprendizaje”. El primer objetivo de la educación consiste en hacernos conscientes de la realidad de nuestros semejantes. Es importante también mencionar que el proceso educativo puede ser a través de los padres o algún grupo social que rodee al individuo, también pueden ser las personas que enseñan a algún individuo asignado especialmente para ellos. Sin embargo, la supervivencia biológica del individuo justifica la cohesión familiar y ha sido la necesidad de educar la causante de lazos sociales que van más allá del núcleo procreador, es entonces importante notar que el amor posibilita y sin duda potencia el aprendizaje pero no puede sustituirlo.

Lo aprendido dentro de la familia, relacionado con su interacción con otros y participación en juegos colectivos es lo que llamamos Socialización primaria, en donde el niño se convierte en un miembro de la sociedad; La socialización secundaria es la continuidad de la socialización del niño de la cual queda a cargo la escuela, grupos de amigos, el trabajo etc. La efectividad de la socialización secundaria depende lógicamente de la de las bases de la primaria. La carga afectiva que recibe el niño sirve para el fortalecer principios morales que le ayudará a resistir los altibajos de la vida.

El problema es que las familias están sufriendo una crisis seria en cuanto a su funcionamiento como familia. Para que la familia funcione es necesario que los padres se resignen a ser adultos, pero hoy en día los padres quieren figurar como “el mejor amigo de su hijo”, un compañero de juego arrugado y la madre cuya vanidad es que la tomen como la hermana mayor de su hija. Estas situaciones hacen que la familia se vuelva informal por lo que la formación moral y social de los hijos se encuentra débil; debido a la ausencia de padres y madres en los hogares, la convivencia familiar se hace cada vez más escasa. Los niños pasan más tiempo conviviendo con el televisor que con sus padres; debido a esto las instituciones educativas tienen ahora una carga adicional de lo académico. Los padres están dejando responsabilidades a la escuela, la cual no solo tiene que educar según una exigencia curricular, sino también debe

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