El perro y su reflejo
Enviado por bombontimon • 21 de Noviembre de 2011 • Ensayo • 1.380 Palabras (6 Páginas) • 1.028 Visitas
El perro y su reflejo
Un perro, que llevaba un pedazo de carne entre sus dientes, se paseaba por el borde de un arroyo cuando vio su propia figura reflejada en el agua. Creyendo que era otro perro, y que el trozo de carne que aquél llevaba era mejor que el suyo, se dispuso a arrojarse al agua para arrebatárselo. Pero al hacerlo, tuvo que soltar su pedazo, con el resultado de quedarse sin comida, puesto que el trozo codiciado no era sino un reflejo, y al verdadero se lo llevó la corriente.
Moraleja: Que no te pase nunca a ti lo mismo por perseguir sin tino un espejismo.
El cuervo y el zorro
Estaba un cuervo posado en un árbol, y tenía en el pico un queso. Atraído por el aroma, un zorro que pasaba por ahí le dijo: -¡Buenos días, señor Cuervo! ¡Que bello plumaje tienes! Si el canto corresponde a la pluma, tu tienes que ser el Ave Fénix.”
Al oír esto el cuervo, se sintió muy alagado y lleno de gozo, y para hacer alarde de su magnífica voz, abrió el pico para cantar, y así dejo caer el queso. El zorro rápidamente lo tomo en el aire, y le dijo: “Aprenda, señor cuervo, que el adulador vive siempre a costas del que lo escucha y presta atención a sus dichos; la lección es provechosa; bien vale un queso.”
Moraleja: No se debe dar crédito a palabras aduladoras, que se hacen por interés.
El sol y las ranas
Muy asustadas, las ranas de una pequeña laguna se reunieron en consejo.
Les habían informado que, desde ese día en adelante, el Sol calentaría a la Tierra sólo durante seis meses en el año. El resto de los meses serían de oscuridad y frío.
– ¿Qué podremos hacer? –se quejaban amargamente. Se secarán las lagunas, los charcos y los ríos. No podremos disfrutar de nuestra actual y placentera vida; desaparecerán los insectos que nos alimentan. No es justo; debemos protestar.
En eso estaban, cuando desde lo alto, una voz les preguntó:
– ¿Están protestando porque su propio bienestar terminará?
–Sí –respondieron a coro todas las ranas.
– ¿Sólo por ustedes protestan..., para su bienestar desean que el Sol siga alumbrando y calentando la Tierra durante todo el año?
– ¿Y tendríamos que desearlo por alguien más? –preguntaron, a su vez, sorprendidas, las ranas.
Moraleja: Cuando estamos en problemas, somos tan egoístas que sólo pensamos en nosotros mismos y nos olvidamos del prójimo.
La Zorra y La Cigüeña.
Sintiéndose un día muy generosa, invitó doña zorra a cenar a doña cigüeña. La comida fue breve y sin mayores preparativos. La astuta raposa, por su mejor menú, tenía un caldo ralo, pues vivía pobremente, y se lo presentó a la cigüeña servido en un plato poco profundo. Esta no pudo probar ni un sólo sorbo, debido a su largo pico. La zorra en cambio, lo lamió todo en un instante.
Para vengarse de esa burla, decidió la cigüeña invitar a doña zorra.
Encantada --dijo --, yo no soy protocolaria con mis amistades.
Llegada la hora corrió a casa de la cigüeña, encontrando la cena servida y con un apetito del que nunca están escasas las señoras zorras. El olorcito de la carne, partida en finos pedazos, la entusiasmó aún más. Pero para su desdicha, la encontró servida en una copa de cuello alto y de estrecha boca , por el que pasaba perfectamente el pico de doña cigüeña, pero el hocico de doña zorra , como era de mayor medida, no alcanzó a tocar nada , ni con la punta de la lengua. Así, doña zorra tuvo que marcharse en ayunas, toda avergonzada y engañada, con las orejas gachas y apretando su cola.
Moraleja: No engañes a otros, pues bien conocen tus debilidades y te harán pagar tu daño en la forma que mas te afectará
El león que iba a la guerra
Cierta vez un león, quería iniciar una guerra en territorios vecinos, con la idea de extender sus dominios. Por lo cual necesitaba armar un ejército poderoso, así que mando a buscar y reclutar todos los animales que vivían en su reino.
Una vez que estaban todos reunidos ante él, a
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