El principe azul

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“EL PRINCIPE AZUL”

PÉRSEZ L.B

Hernández López Joel

2 “B”

Matutino

Querido diario… soy yo de nuevo Luisa, hoy  fue otro día triste y lúgubre en el asqueroso y apestoso edificio, pero tuvo una parte muy feliz, pero bueno  no te digo más te contare mi día.

Me desperté a las 7:35am, me levante y me arregle con la ropa del día anterior (un pijama rosa, una playera azul, unas sandalias y un poco de labial), salude a todos los 8 gatos que tengo, me deposite  un café,  mientras lo hacía pensaba porque nunca había llegado mi príncipe azul si yo lo he estado esperando por años, deje pasar la idea y me senté en el sillón a mirar la televisión y  a tejer unos adorables suéteres para los gatitos  ,también, más que nada a esperar el momento para poder ir con mi amiga Erika.

Como siempre a las 5:30pm baje al departamento de Erika (y al bajar me encontré con el  esposo de Erika, el gordo, mofletudo y asqueroso esposo de Erika…no sé cómo  lo soporta, bueno total haya es su problema), me hizo pasar y nos sentamos en su hermoso sillón café. Observamos  el mismo programa de siempre, hasta que a Erika se le ocurrió que el programa se disfrutaría más con una rica taza de té, fue por él y yo continúe observando la televisión pero se interpuso el esposo de mi amiga.

-Quítate, saca tu gordo trasero de vista-

En ese mismo momento entro Erika con él te.

-¡Oye Luisa porque le hablas a así a mi marido!-

- Amiga creo que es hora de que lo sepas… tú te mereces algo mucho mejor que esta bolsa de pus-

- Si tan solo supieras la verdad-

- ¿Qué verdad?-

- Está bien te contare-

-Mira hace como 20 años toco a mi puerta un hombre extraño que buscaba a una tal Luisa, y como en ese tiempo todavía no nos conocíamos bien le dije que yo era Luisa, después me dijo que era mi príncipe azul que tanto estaba esperando y que nos teníamos que casar a la brevedad, como vi que el hombre era guapo acepte y nos casamos; pero no me llegaba a imaginar que se convertiría en esta masa asquerosa-

-¿Qué?-

-Está bien te perdono con tal de que dejes a tu marido y escuches los que voy a decir-                                                                      

-Mira… ya desde hace mucho tiempo siento cosas por ti… y aparte de conocerte mucho mejor que “el”, te amo más que este pelado que solo te quiere porque lo mantienes-

-Bueno… pues… yo también he empezado a sentir cosas por ti-

-Entonces que esperamos… vámonos de aquí y dejemos a la cosa asquerosa sola-

Querido diario te escribo esto desde mi nueva casa, (me lleve a mis ocho gatos y al hermoso sillón de Erika), donde estoy segura que ya no estaré triste jamás, bueno te dejo porque mi amor me está esperando en el sillón.  

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