Elementos de Locura en el Horla de Guy de Maussapant

ELEMENTOS DE LA LOCURA EN EL HORLA DE GUY DE MAUSSAPANT

Introducción:

Este ensayo tiene como propósito principal generar un análisis de los elementos de la locura del relato corto El Horla del autor Guy de Maussapant. De igual manera la materia completa de este ensayo la analizare desde un punto contemporáneo junto con una base metodológica psicológica y no meramente literaria. De este modo podré afirmar que el personaje principal de la historia de El Horla, tiene alucinaciones y síntomas esquizofrénicos que lo catapultan a tomar decisiones que culminan en una gran tragedia. En este análisis dejare de lado las interpretaciones de alguna instancia paranormal para darle peso a la interpretación psicológica.
En este trabajo dispondré de tres apartados para realizar la investigación y observación de los elementos clave del título antes mencionado:

1. La locura de Guy de Maussapant.
2. Esquizofrenia y el delirio de persecución.
3. Alucinaciones, caos y desesperación.

“¡Cuan profundo es el misterio de lo invisible…!”
(El Horla, Guy de Maussapant)

Henry René Guy de Maussapant fue un escritor francés considerado uno de los grandes exponentes del relato breve, género en el que se le considera un maestro, a la altura incluso de Edgar Allan Poe. A lo largo de toda su trayectoria escribió más de 200 textos y tiene constantemente la reflexión en torno a la crueldad humana y una obsesión respecto al tema de la muerte que se manifiesta en sus cuentos de terror. Entre sus obras más destacadas se encuentran: ¿Quién sabe?, La noche, La cabellera, La mano, Mesero, ¡una “Bock” !, El Perdón, Reina Hortensia, La aparición, El diablo y El Horla. Este último del cual hablaremos a profundidad.

El Horla es un relato corto que está redactado bajo la forma de un diario íntimo que contiene el registro de los días y los sucesos “medianamente reales” que le van aconteciendo al protagonista, del cual nunca sabemos su nombre. Este diario nos permite a nosotros los lectores tener una vista interna de todo lo que sucede desde la mente del sujeto, Maussapant toma esto como herramienta para hacer sentir al lector que el es una especie de confidente, un confidente silenciado que observa como la mente del protagonista comienza a cambiar y distorsionar la realidad en la que vive. El Horla relata la historia que se desarrolla en tres meses, entre el 8 de mayo y el 10 de septiembre, de un hombre joven lo bastante adinerado, que vive en una mansión muy cerca del rio Sena, en París. El relato nos narrará los síntomas y miedos del personaje principal cuando empieza a sentir la presencia de un ser invisible, llamado el Horla, que lo rodea, lo domina y va absorbiendo el control de su vida.

“...Lo siniestro emana de complejos reprimidos tiene mayor tenacidad y, prescindiendo de una única condición, conserva en la poesía todo el carácter siniestro que tenía en la vida real...”^[1]

1. La locura de Guy de Maussapant:
   

Para comenzar este apartado me gustaría sugerir una de las definiciones de la locura según la Real Academia Española (RAE) para de este modo ir introduciendo el tema principal de esta sección: “Privación del juicio o del uso de la razón. Exaltación del ánimo o de los ánimos, producida por algún afecto u otro incentivo.” ^[2]
En este apartado me dedicaré a analizar la problemática autobiográfica que llevó a Guy de Maussupant a escribir y hablar sobre la locura, la muerte y el suicidio en sus obras de una manera tan familiar e íntima, que nos deja ver su propia locura, sus reflexiones y preferencias que tenia de sí mismo de las cuales se ven reflejadas en sus obras.

“Guy de Maupassant, al igual que otros escritores de finales del siglo XIX, contemporáneos de Freud, tuvieron cierta relación con la psiquiatría e incluso con la locura. Maupassant se interesó por la hipnosis y no solo conoció a Charcot, sino que siguió los cursos que éste impartía en el hospital de la Salpêtrièr. Mas tarde fue su propia locura la que lo llevó a estar ingresado en un hospital psiquiátrico, dónde murió.”^[3]

La locura, el suicidio y la muerte eran temas bastante frecuentes en la literatura del   siglo XIX, pero el gusto de Maupassant por estos temas “tabús” en la sociedad van más allá de la simple descripción de las situaciones, pues en muchos de sus cuentos y obras, como El Horla, la precisión con los que son relatados el miedo, la angustia, la desesperación y la experiencia de una mente atormentada recuerdan explícitamente el caso de un paciente real, con esto quiero decir que, solo una persona loca podría describir tan detalladamente una situación mental así de compleja.
Maussapant comenzó su gran estrellato cuando tuvo su primer gran éxito en 1880 con Bola de Sebo que le permitió adquirir notoriedad y fama en el mundo literario. De este modo se convirtió en el autor de grandes obras, novelas y relatos cortos que estuvieron marcados todo el tiempo por sentimientos de pesimismo y nihilismo, modos que a su vez fueron heredados por su maestro Gustave Flaubert.

“Los locos me atrajeron siempre, y siempre me vuelvo hacia ellos, llamado a mi pesar por ese misterio banal de la demencia”
(cit. en Murat, 2001).

Durante la primera mitad del siglo XIX hubo muchos autores que intentaron plasmar en sus obras temas tan diversos y poco comentados somo son como la locura, angustia, agonía, y la desesperación. Pero fueron pocos quienes lo lograron como Maussapant, quien se sentía constantemente atraído hacia estos temas ya que desde sus primeros días después de su estrellato comenzó a tener síntomas que años después lo llevarían a la confirmación de que la propia locura se abriría paso en su vida:

Hoy sabemos que padecía sífilis y que fue, supuestamente, esta enfermedad la que le condujo por el doloroso camino de la demencia y la muerte; aunque lejos de lamentarse por ello, se sentía orgulloso de sufrir tal enfermedad debido a que en aquella época era signo de hombría, potencia sexual y condición casi indispensable para ser un auténtico artista.^[4] 

Sin embargo, hay algo importante que me gustaría recalcar y el punto clave de este apartado: Y es que, a pesar de escribir, relatar, estar tan apegado al concepto de la locura y tener finalmente tener la noción de su enfermedad, Maussapant, le temía justamente a esto, la ironía se alza sobre esto, pero tenía miedo a volverse loco. Sus síntomas, como perder la conciencia y la noción de las cosas, sus experiencias con la muerte y el profundo dolor y vacío que dejo su hermano en su vida al fallecer (que se volvió igualmente loco), le hacía ver el rostro cara a cara de la demencia. Maussapant vivía aterrado de pensar que este trastorno mental se apoderara y tomara el control de su vida. Con el paso del tiempo, su juicio se escapaba de su mente, su mente comenzaba a llenarse de inconsistencias, alucinaciones y delirios que nublaban poco a poco su razón y con ello, sus pensamientos. En Revista de la Psicología, La locura de Maussapant, explican que en los momentos que tenía de claridad, que eran cada vez menos, él ya era consciente de que perdería la cabeza y sabía exactamente cual iba a ser el desenlace de su vida y de este modo se lo hizo saber a su doctor Henri Cazalis: “Es la muerte inminente y estoy loco. Mi cabeza esta ida. Adiós, amigo, no me volverá a ver.” (cit. en Murat, 2001).

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