Entrevista

Una Entrevista

Ruth: Demos la bienvenida a nuestra invitada del día de hoy, Dra. Amelia Bracamontes. Ganadora del premio anual de la Asociación de Pediatras A.C. Amelia, díganos, ¿alguna vez pensó en ganar tan prestigiado premio?

Amelia: A decir verdad, no pierdo el tiempo pensando en los premios y distinciones. Yo hago mi trabajo para ayudar a las personas, y nada más.

Ruth: Bien, Amelia, pero no podrá negar que ser honrada con una distinción es estimulante y, por qué no, agradable.

Amelia: Claro, siempre es bueno recibir un premio, sobre todo porque eso te compromete a superarte cada día más, a ser mejor y a desempeñar mejor tu trabajo.

Ruth: Excelente. Amelia, cuéntenos algo acerca de su infancia. ¿Cómo era usted de pequeña?

Amelia: ¡Oh! Han pasado tantos años. De niña era muy inquieta, un verdadero torbellino. Era, ¿cómo decirlo?, poco convencional; prefería montar a caballo, treparme a los árboles, y coleccionar insectos, en lugar de jugar con muñecas. Mi madre, sufría mucho por eso, pero a mi padre le gustaba.

Ruth: ¿Le gustaba ir a la escuela?

Amelia: No especialmente. Pero me gustaba tener muchos amigos y allí había muchos niños y niñas. Por algún tiempo, pensé ser profesora.

Ruth: ¿Qué fue lo que le hizo cambiar de idea?

Amelia: Mi tío Juan, definitivamente. Él siempre le decía a mi hermano: “Toño, estudia para médico, es buena carrera. La gente paga lo que sea con tal de tener buena salud” Yo me enojaba porque no me lo decía a mí. Yo era buena para las clases de ciencias y tenía buena memoria. Pero no estudie para médico pensando en el dinero, a mi me gusta ayudar a la gente.

Ruth: Me imagino que en aquellos años no había muchas mujeres estudiando medicina, ¿cierto?

Amelia: Eso es correcto. Para una mujer era casi imposible entrar en la escuela; era un reino de hombres. Pero ya sabes, no hay imposibles; cuando deseamos algo podemos lograrlo.

Ruth: ¿Cuáles son las cualidades que cree usted tener y que la ayudaron a lograr sus metas?

Amelia: La disciplina y la constancia, definitivamente, aunque creo que el hecho de ser inquieta y curiosa también ayudó en mucho.

Ruth: ¿Cuál es su mayor defecto?

Amelia: Quizá, ser un poco intolerante y obsesiva, pues eso puede afectar, y de hecho afecta, las relaciones con otras personas.

Ruth: Muchas gracias, Amelia. Desgraciadamente el tiempo se nos ha terminado. Ojalá podamos tener oportunidad de charlar en otra ocasión.

Amelia: Gracias a ti, Ruth. Buenas Noches.

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