Estadística Aplicada

constituyen un elemento esencial de la identidad de todos nosotros. La vida moderna ha ido cambiando poco a poco esas costumbres y esos valores tan básicos para la convivencia entre la familia y que se han ido perdiendo, es muy común escuchar a las personas mayores decir “En mis tiempos no se veía eso” hijos irónicos, prepotentes, cínicos que mienten y faltan al respeto sin ninguna contemplación. ¿Por qué sucede esto?, ¿A qué se deben estas conductas?, ¿Serán los padres, o la sociedad los culpables de estas acciones?

La familia es el grupo donde nacen y se sientan las bases del desarrollo humano: la comunicación, el afecto, el respeto y la responsabilidad ya que los padres, tíos y abuelos influyen durante la niñez de nosotros para que este tome decisiones y se comprometa a actuar de manera determinada, nuestros padres tienen el compromiso de formar hijos conscientes de sus actos, responsables de sus acciones y con valores morales intachables.

Un primer paso para lograrlo depende de la actitud de los padres, de su manera de comportarse, porque nosotros desde pequeños somos un reflejo de ellos y generalmente formamos nuestro carácter imitando a nuestros padres.

Lo que escuchamos y vemos se convierte en un ejemplo a seguir y así pasa de generación en generación.

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