Estudiando
Enviado por dirmerlop • 31 de Julio de 2013 • 3.819 Palabras (16 Páginas) • 334 Visitas
República Bolivariana de Venezuela
Instituto Universitario Politécnico
Santiago Mariño
Actividad de Orientación
5 Maneras de Desarrollar la Inteligencia Emocional
Integrantes:
Dirmer Lopez
Gerson Piñango
Oswaldo Salas
Cecilia Cabeza
John Figueroa
Sección: “J”
Valencia, 02 de junio del 2013
Introduccion
El objetivo del presente trabajo es proporcionar información sobre el concepto novedoso de inteligencia emocional y relacionarlo con las características principales de las variables más importantes de las personas. Es muy importante considerar que para desarrollarnos exitosamente en sociedad, obtener una posición satisfactoria y permanecer en las mismas.
El ser humano nace indeterminado, se va auto configurando como persona y para auto configurarse necesita de un proceso educativo y este solo es posible en la interacción con otros. Porque para tener éxito en este proceso, en la vida hay que aprender a: ser, conocer, hacer y estar con otros. Para ello nombraremos algunas maneras de desarrollar la inteligencia emocional como lo es: la bondad, el juego el buen humor, el buen trato y el cómo afrontar los problemas todas ellas conoceremos para que nos sirven en nuestras vidas y el cómo aplicarlas.
La Inteligencia Emocional y sus Maneras de desarrollarla
La mejor manera de definir la Inteligencia Emocional es considerar que se trata de la capacidad de aplicar la conciencia y la sensibilidad para discernir los sentimientos que subyacen en la comunicación interpersonal, y para resistir la tentación que nos mueve a reaccionar de una manera impulsiva e irreflexiva, obrando en vez de ello con receptividad, con autenticidad y con sinceridad.
La historia del concepto de la inteligencia emocional se puede remontar a unas décadas atrás, hasta encontrar su inicio en uno de los disidentes de la escuela psicoanalítica, Otto Rank. Rank se distanció de las enseñanzas teóricas de su maestro, Sigmund Freud, y dijo en 1938 en una conferencia en la Universidad de Minnesota:
“He aprendido de mi propia experiencia que el proceso terapéutico es, básicamente, una experiencia emocional, que tiene lugar con independencia de los conceptos teóricos del analista. (...) He aquí la definición de la relación personal, expresada en términos sencillos: una persona ayuda a la otra a desarrollarse y a crecer, sin manipular demasiado la personalidad del otro individuo”.
En el mundo moderno las prisas hacen que nos olvidemos de los sentimientos, por eso es bueno que aprendamos a manejar nuestra inteligencia emocional.
En los últimos años seguro que hemos escuchado hablar de manera más o menos habitual de la inteligencia emocional pero, ¿realmente sabemos de qué estamos hablando cuando citamos la inteligencia emocional?
Técnicamente, el término inteligencia emocional se refiere a la capacidad con la que cuenta el ser humano para reconocer sus propios sentimientos y los de los demás y manejarlos de la manera más satisfactoria posible. Según los expertos en la materia, el órgano físico que maneja todo lo relacionado con las emociones y su control es la amígdala cerebral, encargada de la primera reacción emocional ante un hecho y que, posteriormente, se encarga de transmitirla al resto del cerebro.
La inteligencia emocional es un pilar fundamental en cualquier aspecto de nuestras vidas. No debemos olvidar que gracias a ella somos perfectamente capaces de establecer un clima de afecto, de amor o de amistad con las personas del entorno que nos rodea. Al igual que en las relaciones sociales, la inteligencia emocional es la encargada de favorecer nuestro bienestar en el ámbito laboral, debido sobre todo a la relación con los compañeros de trabajo.
Según Daniel Goleman, el autor que popularizó el término con su libro Inteligencia Emocional, publicado en el año 2005, son cinco los conceptos en los cuales se basa la inteligencia emocional:
• El conocimiento de nuestros propios sentimientos.
• Nuestra capacidad para reconocerlos.
• Nuestra capacidad también para manejarlos.
• La capacidad de reconocer y crear una motivación.
• La manera de gestionar las relaciones con las demás personas en cuanto a emociones se refiere.
Un factor fundamental para el manejo de las emociones es la memoria emocional, concepto íntimamente ligado con la inteligencia emocional. Nuestra mente es capaz de recordar aquellos aspectos que le producen una mayor o menor satisfacción, algo que es fundamental a la hora de gestionar la respuesta a las emociones.
Si bien los sentimientos y emociones han sido considerados durante mucho tiempo como un proceso de segundo nivel, sublevados a la lógica y al raciocinio, recientes descubrimientos indican que las emociones juegan un importante rol en nuestros procesos de pensamiento racional.
A continuación nombraremos 5 maneras de desarrollar la inteligencia ya que existen muchas maneras solo tomamos las siguientes:
La Bondad:
La bondad es el valor que todos debemos practicar en cada momento. Este es uno de los principales valore que poseía Dios y quiere que nosotros también lo desarrollemos. Aunque algunos piensen que ser bueno es ser débil, se equivocan, es exactamente lo contrario, es la fortaleza que tiene quien sabe controlarse. Yo practico ese valor aunque a veces se me hace difícil desarrollarlo al máximo, pero hay que vencer todos esos impedimentos para lograr lo querido.
La bondad perfecciona a la persona porque sabe dar y darse sin temor a verse defraudado, transmitiendo aliento y entusiasmo a quienes lo rodean. La bondad es una inclinación natural a hacer el bien, con una compresión de las personas y sus necesidades, es paciente y con ánimo equilibrado. Este valor desarrolla en cada persona la disposición de agradar y complacer a todas las personas y en cada momento.
La bondad es la disposición permanente a hacer el bien, de manera amable, generosa y firme. Las personas bondadosas sienten un gran respeto por sus semejantes, y se preocupan por su bienestar.
Si alguien no está en buena situación y necesita ayuda, el bondadoso no duda en ofrecérsela, y lo hace sin ofender, amorosamente y poniendo un gran interés en ello.
Ser bueno no quiere decir blando, sumiso, ingenuo ó sin carácter, como a
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