Gramática Femenina
Enviado por Naranjita3 • 22 de Mayo de 2013 • 4.192 Palabras (17 Páginas) • 364 Visitas
GRAMÁTICA FEMENINA. Ángel Lopez y Ricardo Moránt.
1. Introducción
En este libro se plantea la cuestión de la discriminación de la mujer desde el punto de vista lingüístico.
Nuestro lenguaje refleja una cultura sexista, una cultura patriarcal en la que el hombre desempeña el papel principal y la mujer el subordinado. Esto justifica la asociación del “sexo débil” al mundo infantil, a la esfera doméstica, a la fragilidad, al sentimentalismo y a tantas otras cosas.
2. Biografía: Ángel López García
Nacido en Zaragoza en 1949, este lingüista y gramático estudió Ciencias y Filología Románica en la Universidad de Zaragoza. Se doctoró en Filología Hispánica por la misma universidad con una tesis sobre Los adverbios en -mente en español contemporáneo en 1976. Fundó la revista Cuadernos de Filología en 1979 y es Director Honorario de la misma. Es también el fundador y director de I.V.A.L.C.A. (Instituto Valenciano de Lengua y Cultura Amerindia) y coeditor de la serie "Lenguas y culturas amerindias". Este Instituto es el único organismo español que se ocupa de los idiomas indígenas de América: ha organizado congresos, fomentado intercambios y dinamizado las relaciones con Hispanoamérica. Él mismo se ha ocupado de una de estas lenguas en su libro Gramática muisca.
Su contribución más destacada a la Lingüística es la gramática liminar, una teoría del lenguaje basada en las relaciones entre la lengua y la conciencia lingüística, las cuales son formalizadas matemáticamente a base de la topología general. Sus trabajos más importantes en este ámbito son: Para una gramática liminar (1980); Fundamentos de lingüística perceptiva (1989); Introduction to Topological Linguistics (1990); Gramática del español I. La oración compuesta (1994); Gramática del español II. La oración simple (1996); y Gramática del español III. Las partes de la oración (1998).
Ha publicado libros académicos, de divulgación, didácticos y de creación; artículos sobre la teoría del lenguaje, la lingüística española, didáctica, catalán, romanística, lenguas amerindias, historia d la lingüística, literatura española y teoría de la literatura y cultura de masas; notas críticas; manuales; y ha dado varios discursos.
Actualmente, colabora quincenalmente con el Diario El País, en su edición de la Comunidad Valenciana y es catedrático de Lingüística General en la Universidad de Valencia.
3. Gramática femenina
Primera parte (Ángel López García)
1. Constatación de una perplejidad
Todos actuamos igual en las cosas del día a día, sin importar nuestro origen, el color de piel, la edad o el dinero; pero, por muy sutil que sea, se nota una diferencia entre hombres y mujeres.
La mujer siempre ha sido <<el segundo sexo>>, como dijo Simone de Beauvoir.
Sin embargo, cuando aprendemos una lengua extranjera nueva, nos inspiramos en modelos de pronunciación o construcción sintáctica femeninos; o hablamos de una <<lengua materna>>.
2. El origen fue el psicoanálisis
Sigmund Freud dio dos ideas:
- Los hombres tienen el complejo de Edipo, que deriva en el complejo de castración, que es el miedo a perder el pene.
- Las mujeres no tienen pene, pero también desarrollan el complejo de Edipo, siempre posterior al de castración.
Las teorías psicoanalíticas dicen que la mujer es biológicamente imperfecta y deficitaria porque no llega a ser un hombre. Por ello, construye su psicología superando la <<envidia de pene>>.
Karen Horney contradijo a Freud: la niña esta frustrada por el deseo hacia su padre, después del complejo de Edipo, el de castración y la envidia de pene, igual que el niño.
Algunas autoras han tomado posiciones lesbianas como alternativa, lo cual no es viable por razones de falta de generalidad.
La dualidad sexual es la que controla todo desde que el mundo existe, por lo que es desde aquí de donde partiremos. Normalmente se asocia al hombre con lo activo y la mujer con lo pasivo, pero esto no es más que un prejuicio social. La antropóloga Margaret Mead estudió tres tribus de Nueva Guinea: <<masculino-activo, femenino-activo>>, <<masculino-pasivo, femenino-pasivo>> y <<masculino-pasivo, femenino-activo>>. Al ver que los tres casos podían darse en otras sociedades, nos damos cuenta de que esa actitud normalmente asociada a las mujeres (pasividad, sensibilidad receptiva y disposición afectuosa), puede atribuirse también a los hombres, por lo que ya no puede decirse que la pasividad o la actividad sean cuestión de género.
3. Semiótica de los sexos
La semiótica se divide en tres sistemas: dominante, dependiente y aislado. En los dominantes, lo activo no da nombre a seres y conceptos, sino que da órdenes y manipula objetos. Los dependientes (o receptivos) son los que necesitan elementos de fuera para subsistir, y es caracterizado por lo pasivo. Los aislados están entre lo activo y lo pasivo, y no necesitan estar relacionados con lo exterior. Tradicionalmente, se trata la sexualidad masculina como dominante y la femenina como dependiente.
Los tres sistemas están equilibrados: el dominante y el dependiente se necesitan o complementan el uno al otro, mientras que el aislante va por su cuenta. Pero la sexualidad no está atribuida a estos aspectos. Luce Irigaray dice que en el autoerotismo, por ejemplo, el hombre necesita algo exterior para tocarse, mientras que la mujer no necesita nada exterior para satisfacer sus deseos, hasta llegar al complejo de Edipo, donde el hombre es el modelo dominante y la mujer el dependiente.
Sin embargo, a la hora de vivir solos, la mujer está mejor preparada que el hombre. La mujer es el segundo sexo, si, pero también es su propio sexo, mientras el hombre nunca podrá llegar a esto. Es importante para lo biológico y lo social. Los machistas opinan que la mujer, al ser penetrada, es dominada socialmente, lo cual es estúpido. En lo social, la mujer es dependiente, aunque a veces puede ser activa. En lo biológico, la mujer es autónoma.
Aunque la sociedad atribuye lo femenino a las mujeres y lo masculino a los hombres, los papeles pueden cambiar, y su grado depende de cada persona. Este grado influye en el lenguaje y la forma de conceptualizar el mundo.
4. La mirada y el tacto
Luce Irigaray (discípula de Lacan) construyo una hipótesis sobre la sustitución de la mirada por el tacto, en la que de nuevo, se le endosa la pasividad a la mujer: ella será el hermoso objeto para mirar.1
1 L. Irigaray, Ese sexo que no es uno, 24
El rechazo hacia la mirada está relacionado con Freud y sus ideas
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