Importancia De La Lectura

Estudiantes como docentes comprendemos la importancia del dominio de la lectura, pues cada vez son más las metodologías basadas en este proceso, nuestro rendimiento académico depende del desarrollo de nuestras aptitudes verbales, las habilidades para leer y escribir correctamente y el buen uso que demos a esta competencia.

El nivel de lectura de los estudiantes es motivo de preocupación para las instituciones de educación superior ya que los jóvenes tienen un bajo nivel de desarrollo de esta habilidad y teniendo en cuenta que todas las ciencias dependen de la correcta aplicación de la lengua española se hace necesario que las universidades enfaticen en la pedagogía del lenguaje, pues se considera que la persona con habilidades para la lectura y la escritura tiene más oportunidades de alcanzar el éxito laboral.

La lectura además de ser una necesidad, es también fuente de placer; nos informa acerca de la historia, las distintas culturas y sociedades; refuerza nuestras aptitudes creativas e induce el pensamiento crítico.

Para lograr una buena lectura no es suficiente entender el significado de palabras en el texto. Aunque el manejo de los conceptos es indispensable, debemos hallar sentido a las oraciones y ubicarlas en el contexto social y material en el que fueron hechas, reconocer el mensaje implícito, aplicando las conexiones apropiadas para una mejor interpretación.

Dentro de un texto encontramos tres tipos de significados: el significado literal que hace referencia de manera directa y obvia al contenido que no genera ambigüedad y no posee mensajes ocultos; en el significado implícito empleamos la lectura entre líneas, en el cual a través de claves entregadas por el autor debemos inferir pues contiene mensajes ocultos; el significado complementario alude la capacidad del lector para entender el texto a cabalidad con base en sus conocimientos. La intelección del texto está sujeta al control que se tenga sobre estos elementos.

Después de leer un texto extenso, no es posible reproducir con exactitud su contenido, sin embargo, dependiendo del interés sobre el tema y la complejidad de éste, somos capaces de conservar una cantidad indeterminada de información, almacenada en nuestro cerebro sin estructuras definidas, de esta forma convertimos la lectura en un proceso subjetivo, desplazando parcialmente la información para leer lo que nos interesa, para responder a los interrogantes que nos formulamos conforme queremos, por esta razón al releer un libro encontramos información que antes ignorábamos. Nuestros intereses varían constantemente y podemos observar un mismo escrito desde distintas perspectivas.

Se hace necesario decantar el contenido del texto a fin de descartar lo superficial y extraer lo verdaderamente importante, para comprender mejor el escrito, reproducirlo a través de resúmenes y almacenar la información apropiada. Para que este proceso ocurra, la

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