LA GALLINA QUE QUERIA PONER HUEVOS DE ORO

ALUMNA: AGRIPINA OROZCO BARRIGA

MATERIA: CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN

LIBBRO: TRES CUENTOS DE PAJAROS

AUTOR: FRANK RUPRECHT.

LA GALLINA QUE QUERIA PONER HUEVOS DE ORO

Había una vez una granja de tres mil trescientas treinta gallinas era un gallinero muy grande, ay dentro olía muy mal por sus popos cada gallina tenía un pequeño espacio apenas donde cabían sus patas. Las tres mil trescientas treinta gallinas nunca la pasaban nada bien, algunas tenían tos y se les caían  las plumas  por que se pisaban y se picaban entre ellas. Las gallinas grandes ponían un huevo al día y las más pequeñas esperaban hacerse grandes y también poner huevos.

Pero un día de repente dijo una de las gallinas pequeñas cuando sea grande  pondré huevos de oro, las demás gallinas rieron a carcajadas que hasta les dio más tos. La gallinita ya quería respirar aire limpio así que se puso a escarbar asta que logro hacer un agujero grande por el cual salía a un trigal donde corría  y escarbaba cuanto quería tan grande era e agujero que ya salían todas las gallinas el encargado se llevo un día para regresarlas a su lugar y cubrir el agujero, así estaban las cosas que la gallinita volvió a decir cuando sea grande pondré huevos de oro, las demás rieron de ella les era imposible de creerlo.

La gallinita de nuevo busco un lugar para escarbar como era pequeña obvio lo logro duro días escarbando hasta que se hizo grande el agujero y lograron salir todas se fueron al trigal ahí se encontraron un estanque donde habitaban patos a ora si respiraban aire fresco escarbaban tierra fresca y bebían el agua que querían y a llenar se metían a bañar y a jugar. El   encargado dijo pero que falta de vergüenza de estas gallinas.

Eran nada menos que tres mil trescientas  treinta gallinas, el encargado tan molesto mando a sus hombres a recogerlas de manera que les llevo un día para llevarlas de regreso a su lugar se sentaron en su gallinero muy tristes entre el mal olor, con tos y su caída de plumas pero la única que no tenía nada era la gallinita porque sabía que aria otro agujero así estaban las cosas que volvió a decir cuando sea grande pondré huevos de oro pero primero voy aprender a bolar.

De nuevo hizo el agujero salía al trigal  al estanque de los patos y todos los días saltaba desde lo más alto llego el día en que el agujero fue lo suficiente grande  las sonsaco a todas se fueron  e hicieron una gran fiesta. Cuando el encargado mando a sus hombres a capturarlas cayo la tarde y no lograron capturarlas al siguiente día tampoco.

Eran tres mil  trescientas treinta gallinas les era imposible capturarlas el encargado decidió comprar huevos para hacer nuevo criadero, desde entonces las gallinas fueron libres de hacer lo que querían ya no tosían ni se les caían las plumas  la gallinita crecía tuvo su primer huevo todas lo observaban con curiosidad vieron que era un huevo bonito y nuevo de suave cascara y morena dijeron no es de oro la gallinita se rio de ellas era imposible poner un huevo  de oro.

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