LEER Y ESCRIBIR

Este libro no solo expresa con claridad la forma en que Lerner plantea los desafíos que enfrenta la escuela para hacer de ella una comunidad de lectores y escritores, sino que re-presenta el proceso.

Leer y escribir palabras familiares para todos los educadores quizá la función esencial, enseñar esta dos funciones es un desafío que trasciende ampliamente la alfabetización en sentido estricto, el desafío que hoy enfrenta la escuela es el de incorporar a todos los alumnos a la cultura de lo escrito, buscando así que la escuela funcione como una micro comunidad de lectores y escritores.

Lo necesario es hacer que la escuela una comunidad de lectores que acuden a los textos buscando respuestas para los problemas que necesitan resolver. Lo necesario es hacer de la escuela una comunidad de escritores que producen sus propios textos para dar a conocer sus ideas, para informar sobre hechos que los destinatarios necesitan o deben conocer.

Lo real es que llevar a la práctica lo necesario es una tarea difícil para la escuela, conocer las dificultades y comprender que medidas derivan de necesidades legitimas para construir alternativas que permitan superarlas.

Si la escuela enseña a leer y escribir con el único propósito en que los alumnos aprendan a hacerlo, ellos no aprenderán a leer y a escribir para cumplir otras finalidades.

Lo posible es hacer un esfuerzo de formar lectores y escritores, lo posible es generar condiciones didácticas que permitan poner en escena una versión escolar de la lectura y la escritura más próxima a la versión social de estas practicas.

En lo que cuestiona al segundo capitulo titulado como #Para transformar la enseñanza de la lectura y escritura” menciona el desafío que es formar practicantes de lectura y escritura y ya no solo sujetos que puedan descifrar el sistema de escritura.

Este desafío abarca la formación de personas que sepan comunicarse por escrito con los demás por escrito y consigo mismos, envés de continuar fabricando sujetos cuasiagrafos, para quienes la escritura es suficientemente ajena como para recurrir a ella solo en última instancia y después de haber agotado todos los medios para evadir tal obligación.

El desafío es lograr que la escritura deje ser en la escuela solo un objeto de evaluación para constituirse realmente en un objeto de enseñanza.

Cabe mencionar un poco de la información que nos brinda el capitulo tres “Apuntes desde la perspectiva curricular”; elaborar documentos curriculares es un fuerte desafío porque además de las dificultades involucradas en todo el trabajo didáctico, es necesario asumir la responsabilidad de la prescripción. Quienes están diseñando documentos curriculares, es que tomen decisiones acerca de las cuales serán los contenidos que deben ser enseñados. Chevallard menciona que en

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