Leer Y Escribir
Enviado por 876543210 • 8 de Noviembre de 2014 • 1.207 Palabras (5 Páginas) • 270 Visitas
Tomás de Aquino, Santo (1225-1274), filósofo y teólogo italiano, en ocasiones llamado Doctor Angélico y El Príncipe de los Escolásticos, cuyas obras le han convertido en la figura más importante de la filosofía escolástica y uno de los teólogos más sobresalientes del catolicismo. Nació en una familia noble en Roccasecca (cerca de Aquino, en Italia) y estudió en el monasterio benedictino de Montecassino y en la Universidad de Nápoles. Ingresó en la orden de los dominicos todavía sin graduarse en 1243, el año de la muerte de su padre. Su madre, que se oponía a la entrada de Tomás en una orden mendicante, le confinó en el castillo familiar durante más de un año en un vano intento de hacerle abandonar el camino que había elegido. Le liberó en 1245, y entonces Tomás viajó a París para completar su formación. Tomás de Aquino fue ordenado sacerdote en 1250, y empezó a impartir clases en la Universidad de París en 1252. Sus primeros escritos, en particular sumarios y explicaciones de sus clases, aparecieron dos años más tarde. Su primera obra importante fue Scriptum super quatuor libris Sententiarum Magistri Petri Lombardi (escrita aproximadamente entre 1254 y 1259), que consiste en comentarios sobre una obra influyente relacionada con los sacramentos de la Iglesia, Sententiarum libri quatuor (Cuatro libros de sentencias) del teólogo italiano Pedro Lombardo. La Filosofía natural de Santo Tomás está caracterizada ante todo por la teoría, por él más ampliamente concebida, de la primera materia (materia prima) y la forma substancial. Santo Tomás es de todos los escolásticos el que ha comprendido de modo más profundo el espíritu del hilemorfismo aristotélico; él amplió la doctrina de Aristóteles uniendo al pensamiento principal peripatético elementos neoplatónicos y agustinianos, si bien en medida secundaria. Cada uno de los seres de la Naturaleza, desde el mundo inorgánico hasta el hombre, es una síntesis de materia y forma. La concepción de la Naturaleza en Santo Tomás es una concepción teleológica. En la forma está la finalidad y la legalidad de las cosas, cuya ratio, cuyo momento ideal se presenta a nuestro pensamiento. En la forma es la cosa espiritualmente cognoscible, en la forma brilla ante nosotros el trasunto del pensamiento divino. La doctrina de Santo Tomás acerca de la sociedad y del Estado tiene históricamente una significación especial, la de haber insertado la política aristotélica en la filosofía social y del Estado de la Escolástica hasta entonces orientada exclusivamente en sentido agustiniano. También en esto ha creado una síntesis de San Agustín y Aristóteles. La doctrina del Aquinatense sobre la sociedad y el Estado está derivada del orden moral, descansa en fundamentos éticos y metafísicos, está deducida de la convicción de la existencia de normas eternamente valederas, inconmovibles, que en último término se apoyan en Dios. El Estado es una exigencia del orden moral. La naturaleza humana está hecha para vivir en sociedad y tiende por toda su constitución a asociarse en la familia, en la comunidad, en el Estado. El poder público es un elemento constitutivo de ese Estado que brota de la condición social del hombre y por tanto es, como el Estado, una exigencia y resultado del orden natural moral; está fundado en la norma moral objetiva dada en la relación de la naturaleza racional del hombre consigo mismo, con sus semejantes y con Dios. Santo Tomás no incluye en el campo de sus reflexiones el origen histórico de los Estados particulares y el fundamento jurídico de la institución estatal. No entra tampoco en la teoría del contrato, a la cual han vuelto sus ojos en la Escolástica posterior, Francisco de Vitoria, Belarmino y Suárez. Se extiende también Santo Tomás sobre los varios modos de constitución del poder público
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