LOS HUEHUETLATOLLIS

LOS HUEHUETLATOLLIS

Exhortación e instrucción a las hijas

El Tlatoani hablando con su hija le ordena reflexionar en sus palabras, sabe que el tiempo y las vivencias le harán darse cuenta de las penas y pesares de la vida, un mundo doloroso para el hombre, donde no hay felicidad sin sufrimiento.

El texto nos hace reparar en la idea de que la vida no es del todo dicha pero tampoco completamente amarga, una reflexión que resulta milenaria y con vigencia en nuestros días.

Decían antaño los viejos

Para no siempre abrazar a la tristeza, se nos fue otorgado el ánimo, los sueños, la felicidad y los placeres carnales que multiplican linajes. Aun cuando las penas afligen la vida, no hay porque ser infeliz pues si bien no escogemos de dónde venimos, escogemos a dónde vamos y poseemos lo que nos conseguimos.

En este párrafo se puede apreciar la enseñanza de que aun cuando no controlamos todo en nuestra vida y estamos rodeados de altibajos, debemos esforzarnos, ser fuertes y apreciar lo que nos da la vida.

Educación sexual al hijo

Un padre pide la atención de su hijo, exige también que analice sus palabras y las considere importantes pues le transmitirá el tesoro de la tradición oral, las enseñanzas de los viejos que han cosechado en base a sus experiencias, toda su sabiduría. Sus enseñanzas hablan sobre la vida en rectitud y las virtudes de los que viven así, son un ejemplo de los jóvenes. Los ancianos con sus dichos educan y forjan en los niños un buen corazón les hacen puros y perfectos, la tierra es de ellos y ellos con sus ofrendas y plegarias calman a los dioses.

Dicen que a aquellos que viven con pureza al morir son honrados y festejados, viven en la casa del sol, todo en ellos es alegre, sus almas gozan y no hay nada que perturbe su corazón; aquellos niños que no pudieron experimentar las cosas de la vida, viven en la casa del señor de la vida y allí son felices.

Enseñan también cómo se debe vivir, sin desear aquello que es impuro y acarrea problemas, que se debe unir un hombre a una mujer para continuar la vida, pero no por eso se debe apresurar tal experiencia, al contrario se debe engrandecer la virilidad y llegar a la plenitud para que sus hijos sean fuertes y bien hechos.

Se habla en el texto sobre la valoración a los dichos de los ancianos que son la síntesis de todo su conocimiento, y como los jóvenes deberían reflexionarlos y llevarlos a cabo en sus vidas, aun hoy en día debería aplicarse ese pensar.  

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