LOS JÓVENES

JÓVENES

Para mí la obra Colombia X es una buena herramienta en cuanto puede ayudarnos en la actualidad a nuestra sociedad también nos hace comprender la manera en que viven los jóvenes y de esta forma ayudar en la corrección de los problemas que estos tienen. Además puede aportar a los jóvenes el conocimiento de experiencias ajenas de manera que les permita reflexionar y darse cuenta de todos los problemas que afectan la sociedad y de lo poco que nos interesamos en estos por eso me parece que los jóvenes son los más aislados del gobierno y de sus propias familias por el cual es que ellos se pierden en malos pasos y caen muchas veces en drogas, alcohol hay mucha discriminación entre ellos por falta de apoyo, dialogo no se respetan mutuamente además la tecnología puede ser un poco mala si no se sabe utilizar bien ya que los jóvenes buscan información que nos es muy buena el escritor German Castro Caicedo se ha sumergido en su mundo para conocer cómo piensan, cómo ven a su país, que tan lejos están de la generaciones anteriores, y encontró que nunca en nuestra historia se había registrado una distancia tan grande entre jóvenes y adultos escribió esta obra para hacer caer en cuenta a los jóvenes las dificultades que se están presentando con los adultos ya que no hay una buena comunicación entre ellos mismo y por eso se arman conflicto. El género periodístico del Testimonio, poco usual en la práctica de quienes escriben nuestra historia cotidiana, se maneja aquí con tal acierto, que uno como lector tiene la sensación de estar inmerso en estas historias de música estridente, sexo corrido y delirante, vertiginosas computadoras cómplices de los individuos, motocicletas bólidos, juegos de rol que van mucho más allá de caducas experiencias sicodélicas, mujeres sacudidas del pasado, dueñas del presente y rectoras del futuro; satanismo, drogas, máquinas; un cosmos enloquecido en apariencia, pero que a la hora de la verdad contiene el Abrete Sésamo para que todos pongamos los pies sobre la tierra: Entendeos los unos a los otros. En esta equis, que es simultáneamente reto y evidencia, reclamo y denuncia, vértigo y sorpresa, desesperación y esperanza, está pintada Colombia con todo lo que sabe de sí misma, pero especialmente con todo lo que ignoramos los unos de los otros. Aquí hay individuos que se desconectan del mundo tras el acto mágico de colocar en su cabeza un casco de motocicleta; raperos de las cruces que se dan sus baños de popularidad por los países más monos de Europa, y que asumen la experiencia de conocer un hombre blanco, quizás con mayor perplejidad que si se toparan con un marciano frente a frente; hombres y mujeres gueis que se rumbean la vida por arriba y por abajo, por delante y por detrás; yupis y empresarios que saben para donde van; elucubradores de fantasías que hacen de la lúdica su causa suprema. Unos a lo mal y otros a lo bien

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