La Caja Y El Carrito
Enviado por dosarroyos • 13 de Diciembre de 2012 • 1.507 Palabras (7 Páginas) • 497 Visitas
La caja y el carrito
Personajes:
Muñeca Carrito azul Burro de peluche
Caja de música Reloj cucu Libro
Ana Juan Alejandra
Nana de Alejandra Niña que vende chicles
Historia
Narrador: Parece haber fiesta en el aparador de la juguetería; la cajita toca su música, la pelota brinca, la muñeca tararea, el burro de peluche rebuzna, y a cabo de unos segundos, un reloj cucú da las cuatro. Sin embargo, al escuchar pasos humanos, el carrito dice:
Carrito: ¡Shhh, alguien viene!
Narrador: Al instante, los juguetes se aquietan y guardan silencio, mientras aparece frente a ellos dos niños, Juan y Ana. Les resultan conocidos, pues pasan por ahí todas las tardes y siempre se quedan un rato mirando el aparador.
Juan: Ana, ¿jugamos?
Ana: (quejándose) ¡¿otra vez? Ya nos sabemos todo de memoria. Mejor vamos por dulces
Juan: Ándale. Yo empiezo: veo, veo
Ana: ¿Qué ves?
Juan: una cosita.
Ana: ¿Qué cosa es?
Juan: una redonda
Ana: ¡Que fácil! la pelota
Juan: no. Perdiste una oportunidad
Ana: La cara de la muñeca
Juan: Tampoco. Te queda una
Ana: Dame otra pista
Juan: Es algo que quiero con todas mis ganas desde hace mucho tiempo
Ana: ¡Ah, las ruedas del carro azul!
Juan: Si
Ana: Bueno, me toca
Juan: (con cara triste) ya no tengo ganas de jugar
Ana: ¿Otra vez vas a hacer berrinche?
Juan: (comenzando a llorar) Es que… ¿por qué no puedo tenerlo?
Ana. Ya lo sabes; por que a mi mamá no le alcanza el dinero
Juan: ¿Pero por que no le alcanza el dinero si trabaja todo el día?
Ana: Por que tiene muchos gastos
Juan: Es que yo lo quiero
Ana Para el caso; yo quiero la caja de música y no me pongo así. Ya cálmate.
Juan: (llora más fuerte)
Ana: ¡Ay, no! ¿qué voy a hacer contigo? Ven, vamos a comprar dulces, para eso si nos alcanza
Juan: no quiero dulces
Ana: Eres un necio, Juan. Si te quedas, me tengo que quedar también. Ni modo de dejarte solo con todos los robachicos que dice mi mamá que andan en la calle.
Narrador: a ver aquello la caja de música comenta en voz baja
Caja de música: ¡Pobres niños me parten el corazón!, ¿qué podremos hacer nosotros, unos simples juguetes?
Carrito: Yo quiero irme con Juan, aunque no puedo si el no me compra
Caja de música: Lo se, lo mismo me pasa a mi. Quisiera irme con Ana. No es que me la pase mal con ustedes, pero debe ser maravilloso estar en manos de una niña que te llene de cositas, te de cuerda, y tararea contigo
Muñeca: ¿por qué será tan tacaña la vendedora? ¿qué le cuesta darles gratis un par de juguetitos? Hay montones en la bodega. Los vi cuando esperaba mi turno de pasar al aparador
Caja de música: El problema querida muñeca, es que si los regala, la dueña le descontaría dinero de su sueldo y no podría ni pagar la renta ni ir al dentista. ¡con el dolorón de muela que se carga!
Muñeca: tienes razón cajita, ¡cuánto sabes!
Narrador: En esas están, cuando Alejandra, otra niña, se acerca en patines seguido por su niñera, quien grita
Niñera: ¡Alejandra, cuidado! No corras tan rápido… Santo cielo, vas a romperte la nariz, y yo que cuentas le doy a tus papás
Narrador. Entonces la muñeca exclama
Muñeca: ¡Silencio!, ahí viene la niña que poco a poco va llevándose toda la juguetería
Narrador: De nuevo, los juguetes callan mientras observan cómo entra Alejandra directo hasta el aparador. Ana y Juan también siguen cada uno de sus movimientos. Entonces Juan suplica
Juan: Por favor, mago de los deseos, no dejes que se lleve el carrito azul
Narrador: y parece que el mago lo escucha por que Alejandra escoge la patineta, en la cual se trepa, y sale volando sin preocuparse de la niñera que aún tiene que pagar, Juan la mira alejarse y pregunta a su hermana
Juan: ¿Por qué ella si puede comprar todo lo que quiere?
Ana: Porque sus papás tienen mucho dinero y, además, porque vive aburridísima. Todo lo que hace es comprar y comprar
Juan: Pues que envidia. En cambio yo, no tengo un peso
Ana: No sólo tienes un peso sino cinco. Te los dio mi mamá. Lo
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