La Cara Desagradable

En el país que más ha crecido de la UE desde que estallara la crisis se mezcla un desarrollo económico continuado y una creación de empleo sostenida con agencias de empleo que demandan personal al que pagar menos de 60 céntimos la hora y siete millones de minijobs...no es oro todo lo que reluce.

En el comienzo de 'La celebración', una de las películas más aclamadas del genero dogma, Thomas Vinterberg nos muestra una modélica familia noruega instalada en la comodidad económica de la clase alta preparada para celebrar el aniversario de su patriarca.

Sin embargo, a lo largo del film, uno de los personajes termina rompiendo las apariencias para destapar los secretos más oscuros y desagradables de la familia….¿ocurre esto con el milagro alemán?

En el año 2003, Alemania se embarcó en una reforma laboral que ha cambiado el panorama social del país de manera radical en apenas una década.

Bajo el mandato del canciller Gerhard Schroeder, la economía germana vivía un momento de los que marcan generaciones; el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) desregulaba el mercado laboral y de este modo se disparaba la presión sobre los desempleados para que encontrasen empleo.

Desde el estallido de la crisis, los datos económicos alemanes no dejan de sorprender. La tasa de empleo ha disminuido de forma paulatina desde el año 2005 y ahora se sitúa tan sólo en el 6,7%, su nivel de exportaciones se ha multiplicado desde que estalló la crisis, su industria no para de crecer y se ha convertido en el principal receptor de 'cerebros' de países con una situación mucho más inestable.

Sin embargo, también se ha multiplicado por tres el grupo de empleados con salarios más bajos.

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