La Casa De Bernarda Alba
Enviado por alexamarie22 • 10 de Noviembre de 2013 • 3.389 Palabras (14 Páginas) • 530 Visitas
La Casa de Bernarda Alba es una obra de teatro en tres actos del aclamado escritor español Federico García Lorca, escrita en 1936, poco antes de su ejecución. Fue estrenada por la célebre actriz catalana Margarita Xirgu en Buenos Aires, Argentina en 1945. La obra es considerada por algunos críticos como una tragedia, y por otros como un drama, siguiendo la opinión del propio autor. Muchos han opinado que es la culminación de un largo proceso evolutivo del dramaturgo, desde el modernismo al vanguardismo y de ahí a su fase de plenitud. Hay que resaltar en primer lugar su concepción del teatro. Rechaza el teatro burgués de Benavente, pues su único fin es lucrativo. Tampoco le agradaba, especialmente al final, el verso. Esto no quiere decir que rechace la poesía en el teatro, más bien la personaliza. En cambio muestra su simpatía por el teatro popular o marginal: el guiñol, el vodevil, etcétera.
Posiblemente, las frases que mejor aclaran su idea sobre el teatro son éstas, formuladas en 1936 cuando leía a sus conocidos La Casa de Bernarda Alba: El teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse, habla y grita, llora y se desespera. El teatro necesita que los personajes que aparezcan en escena lleven un traje de poesía y al mismo tiempo que se les vean los huesos, la sangre.
Muestran estas palabras la dimensión humana del teatro en la que debe el lector sentir como los personajes. A lo que ayudan tremendamente los aires de realidad.
A medida que madura, va acompañando sus obras teatrales con un enfoque social y popular (todo esto se ve en esta pieza) y concibiendo una función didáctica del teatro, desmarcándose del elitismo del 27. Debía el teatro servir para criticar la moral antigua y desfasada.
Género Literario
No se estrenaría hasta 1945 en Buenos Aires; el mismo año y en el mismo lugar apareció la primera edición. La obra se subtitula "drama de mujeres en los pueblos de España". ¿Por qué drama y no tragedia? Para Lorca la tragedia comportaba elementos míticos que aquí estarán ausentes. El realismo del lenguaje y ciertas expresiones que cabría llamar "cómicas" (en boca de Poncia, por ejemplo) serían también rasgos propios del drama. Sin embargo, por la esencial impresión de necesidad de la catástrofe, de lo inexorable de la frustración, hablaríamos de tragedia.
También es cierto que la obra tiene facetas del drama rural pero no es menos cierto que Lorca trasciende ese género preciso por muchos aspectos y se alza a un nivel incalculablemente superior. Los estudios de Lorca han encontrado acentos shakespearianos, calderonianos, ...
La génesis de la obra tuvo su punto de partida en figuras reales: una tal Frasquita Alba y sus hijas, cuya casa era colindante de la que tenían los Lorca en Valderrubio (Granada). Pero sólo el genio del poeta pudo crear, a partir de aquéllas, las figuras de Bernarda y sus hijas.
Argumento y Trama
La acción se desarrolla en la casa de Bernarda Alba, un espacio cerrada. Es el mundo del luto, del silencio, de la ocultación, en fin, un espacio propicio para situaciones límite. Este lugar, comparado a lo largo de la obra con un "convento", un "presidio", un "infierno" transmite una atmósfera sofocante. Parece faltar el aire, el agua en este mundo que pone barreras a las fuerzas de la vida, "en el que se respira la muerte"
Se opone totalmente al interior de la casa y la represión a la que las hijas son sometidas, el mundo exterior; de él llegan ecos de pasiones elementales o de un erotismo desatado. Este mundo exterior está regido por convenciones: "qué dirán". El pueblo en el que tiene lugar la acción es considerado como un mal pueblo por tener pozos en lugar de río. En este caso el río simboliza la fuerza vital, el erotismo, mientras el pozo indica claramente la muerte.
Tras la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba decide recluirse y guardar rigurosísimo luto, tanto ella como sus hijas. El luto es roto por la llegada de Pepe el Romano que pretende a la hija mayor. Si bien es una costumbre real, Lorca lo retrata insinuando que además de ser "un drama de las mujeres en los pueblos de España", tiene también la intención de documental fotográfico. La obra comienza con la entrada de las sirvientas hablando de lo déspota que es Bernarda y con la llegada inmediata de ésta, confirmando su riguroso trato a ellas y sus hijas, e imponiendo silencio. Cuando la hija mayor hereda una gran fortuna que atrae a un pretendiente (Pepe el Romano), celos y pasiones se desatan en la casa, desembocando en un final trágico con la muerte de la más joven, quien no quiere someterse a la voluntad de su madre. Bernarda finaliza la obra diciendo a sus hijas que su hija no ha muerto virgen, pero Bernarda pide que el pueblo sepa que ha muerto como virgen, y ordenando silencio, como su entrada al principio.
Personajes
Hay que recalcar la mezcla característica de Lorca de los personajes. Por un lado son estereotipos, ya que representan una figura. Pero también tienen detrás su historia, sus sentimientos. Es necesario resaltar que solamente aparecen mujeres, pues es un drama sobre ellas.
· Bernarda (60 años): Su nombre significa “con fuerza de osos”. Todo lo negativo se centra en ella. Es la encarnación hiperbólica de las fuerzas represivas. Es tirana, hipócrita, déspota, mandona, dominante y es blanco de casi todas las críticas de la obra. Representa las convenciones morales y sociales más añejas de la mentalidad tradicional vigente. Su lenguaje ya advierte su carácter: el uso reiterado de palabras prescriptivas (órdenes, prohibiciones, el consabido “silencio”) es símbolo de su autoridad y poder indicados por su apoyo en el bastón que siempre lleva en escena que es símbolo de un poder irracional unido a un claro voluntarismo, ceguera que le hace tomar sus deseos por realidades, un querer que las cosas sean como su voluntad dispone. Basta leerse los temas para reconocer todos los defectos en ella. Le da mucha importancia a las críticas, al "qué dirán", a la apariencia, la buena fachada aun cuando no se corresponda con la realidad. Es ella la oposición a impulsos eróticos: la decencia, la honra, la obsesión por la virginidad. En ella se encarna la concepción tradicional del papel de la mujer frente al del hombre (a las mujeres se les exigirá mayor rigidez; a los hombres "todo se les consiente". De igual forma, vive en ella el orgullo de casta; ella tiene conciencia de pertenecer a una capa social superior y por ello
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