La Cotidianeidad Del Profesor Implicaciones Educativas Y Reconocimiento De Su Labor Docente

Introducción

Ser un buen docente no es una tarea fácil.

El quehacer cotidiano tiene gran importancia en la vida de los sujetos y los grupos, es necesario para el entendimiento de la realidad histórica de una sociedad.

El trabajo cotidiano del profesor tiene ciertas implicaciones, entre ellas ¿Qué es lo que aprende el niño en la escuela? Los programas quieren que aprendan ciertos conocimientos mientras que los alumnos aprenden otros diferentes. Para valorar las implicaciones educativas que tienen las acciones cotidianas se requiere analizar las dimensiones formativas más destacadas.

El profesor destaca una interacción con el alumno enfocada al mejoramiento de la calidad de la enseñanza. Se encarga también de analizar muy bien el curriculum, porque de ahí es de donde ellos se guían al momento de querer planear alguna clase.

Además de lo ya mencionado anteriormente el profesor se encuentra con dificultades, no solo en el aula, sino también fuera de ella, todo está relacionado.

Se analizaran muchos componentes de una institución, para poder eliminar lo que no sirva, dejar lo bueno y añadirle mejores cosas.

Es necesario realizar una investigación etnográfica para la mejora de la enseñanza.

1. La cotidianeidad del profesor, implicaciones educativas y reconocimiento de su labor docente

1.1. El trabajo cotidiano del profesor

Los eventos cotidianos son elementos básicos para el entendimiento de la realidad histórica de una sociedad. Con lo cotidiano se entiende que se refiere a las actividades que se acostumbran a realizarse constantemente, como es el caso de la primaria Miguel Hidalgo, donde se realiza, cada lunes los honores a la bandera, la formación, asignaturas extras como inglés y educación artística, por mencionar algunos de tantos elementos cotidianos.

En la vida de cada persona lo cotidiano sería, el entorno sensorial en el que se desenvuelven, los gestos, actitudes, comportamientos, etc.

“El contacto cotidiano es siempre un contacto personal…” (Heller, 1987, p.15). Es decir, es aquí donde entran en relación una o más personas con otra u otras personas. Este contacto dentro de la vida cotidiana puede dividirse en dos grupos, el de igualdad o el de desigualdad, en el primero hay un emparejamiento mientras que en el segundo existe una dependencia o en ocasiones se trata de inferioridad superioridad. Dentro de la escuela entre maestro y alumno existe una relación de dependencia pero no de inferioridad, ni superioridad. Los tipos de contactos cotidianos más importantes son el casual, habitual, de relación y el de organización, ya que estos de alguna manera están interrelacionados con los demás. Otro aspecto importante dentro del contacto cotidiano es el juego debido a que desarrolla o moviliza capacidades humanas sin ninguna consecuencia.

En el trabajo cotidiano del profesor hay implicaciones educativas de las cuales sobresale el que es lo que aprende el niño en la escuela, aunque parece algo sencillo, la realidad es que no lo es, hay diferencia entre lo que una escuela busca enseñar y lo que realmente aprende el niño. Las actividades cotidianas influyen mucho en cuanto a su aprendizaje escolar. El que un individuo se mantenga en una escuela por días, meses quizás seis o más años constituye una experiencia. De acuerdo con Rockwell (1982) el contenido formativo de la experiencia escolar subyace en las formas en las que se puede trasmitir el conocimiento, en la organización de actividades de enseñanza y en relaciones de la institución que sustentan el proceso escolar. La escuela es un “…ámbito especial entre todos aquellos que forman el contexto en que se desarrolla el niño” (Rockwell, 1982, p.31). Por lo tanto es considerada como una transmisora privilegiada de conocimientos y habilidades genéricas, de valores nacionales y universales. Ésta se representa como la cultura, la sociabilización, el pensamiento o conocimiento abstracto.

El contenido formativo se concibe como una serie de dimensiones que atraviesan toda la organización y las prácticas institucionales de la escuela. Estas dimensiones son, la estructura de la experiencia escolar, la definición escolar del trabajo docente, la presentación del trabajo escolar, la definición escolar del aprendizaje y la transmisión de concepciones del mundo. Todas estas sirven para valorar las implicaciones educativas que tienen las acciones cotidianas. La contemplación, la descripción de cualidades, la clasificación, el experimento y la síntesis o imagen del mundo forman parte de las actitudes que son partes orgánicas de la vida y el pensamiento cotidiano convirtiéndose en fundamento de las objetivaciones genéricas para-sí.

Se dice según Rockwell (1986) que la labor docente es de gran importancia para la educación, ya que un maestro juega un papel serio, debe transmitir aparte de conocimientos valores, debe iniciar las reglas de juego, mostrar concepciones del mundo social y transmitir algunas experiencias escolares. Lo que un docente debe hacer es reflexionar acerca de los esquemas tradicionales del trabajo escolar, por ejemplo: de la burocratización, la diferencia social en la escuela, el curriculum académico y hacer cambios. Esto con el fin de construir una serie de experiencias escolares diferentes para el futuro.

Por otro lado un maestro debe ser un etnógrafo, o sea, que debe investigar más a fondo a cada individuo, permitiéndole conocer la vida de los sujetos de la escuela, para poder aprender su cultura y evaluar su trabajo. Resalta Woods (1993) que tiene como objetivo de combinar la producción de conocimientos con una realidad práctica de lo aprendido partiendo de una concepción y una actitud diferente en cuanto a la concepción del maestro-investigador dentro de la educación primaria. 

1.2. La práctica docente como práctica social propia

Dentro del profesor y su interacción con el alumno lo primero que se debe entender es la realidad de la vida cotidiana. “La vida cotidiana se presenta como una realidad interpretada por los hombres y que para ellos tiene el significado subjetivo de un mundo coherente” (Berger y Luckmann, 1979, p.65). Esto quiere decir que cada individuo tiene su propia vida en la cual lo que el realiza, sus actividades cotidianas se le hacen normales, buenas, correctas podría decirse. Aquí los individuos forzosamente interactúan con otras personas.

Para hacer claros los fundamentos del conocimiento en la vida cotidiana es necesaria la realización de un análisis fenomenológico. La realidad de la vida cotidiana se realiza alrededor del aquí y ahora, se presenta como un mundo intersubjetivo que se comparte con otros y se estructura tanto en el espacio como en el tiempo, se produce en la situación cara

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