La Irresponsabilidad
Enviado por tavoybethza • 13 de Octubre de 2012 • 654 Palabras (3 Páginas) • 4.898 Visitas
La irresponsabilidad
La irresponsabilidad como acción, lleva consigo, el no cumplimiento de un acto u obligación asumida de manera voluntaria u obligatoria, pero en cada caso, supone el desarrollo de una tarea o labor que compromete de nosotros una determinada función esperada o determinada previa acuerdo.
Dicho de otro modo, cada vez que asumimos un compromiso, debemos responder de acuerdo a nuestro rol o función social. Para esto, hay que tener claro, que somos parte de una red de relaciones, por lo tanto, somos el antes o el después de otra actividad. Eso quiere decir que, si somos el que suministra a un tercero a través de nuestro proceder o hacer y no cumplimos con los plazos establecidos, complicamos los tiempos de ese tercero, siendo muy probable que no cumpla con su deber. Si muy por el contrario, dependemos de un tercero y este no cumple, seremos nosotros los complicados.
Esto que señalo en el párrafo anterior, que parece un juego de palabras, es la representación gráfica de una cadena de relaciones que asimilada a una sociedad completa, complica su funcionamiento y relación de los individuos con las organizaciones o instituciones, ya que al no haber un cumplimiento de las partes, este problema se transforma y reproduce en nuestra manera de hacer las cosas, casi sin percibirlo perdemos el respeto por el tiempo propio y ajeno, crece el descrédito en las instituciones, sus autoridades y personal que opera al interior de las mismas, se desprestigia y ningunea a cualquiera que desee realizar cambios, y lo que es peor, se reproduce esta situación atribuyéndola a nuestras raíces.
Aunque suene raro, éste es un privilegio de reyes. Constitucional, claro está. Si llamamos irresponsables al rey y a los maestros, no es con ánimo de insulto o descalificación, ¡Dios nos libre!, sino sólo por referirnos a ese singular privilegio constitucional del rey y consuetudinario de los maestros. Esto es así porque "el rey reina, pero no gobierna": en el ejercicio de su más alta representación del estado, se limita a seguir las pautas e instrucciones que emanan del gobierno, el único responsable de sus propios actos, y de las actuaciones políticas del rey.
Prácticamente lo mismo ocurre en el aula: en ella, el maestro reina, pero no gobierna. El maestro no tiene las facultades ni de admisión ni de programación, ni de persecución y sanción de las conductas contrarias al buen orden y a la disciplina (la sanción máxima es la expulsión definitiva), actos esenciales de gobierno del aula; con lo que efectivamente allí está reinando, pero no gobernando. Y en muchos casos ocurre que cuando el maestro gobierna el aula además de reinar en ella, es porque les usurpa funciones a los auténticos gobernadores de su aula, que son el estado en calidad de poder legislativo y ejecutivo, y los padres (parte esencial además del Consejo escolar) en calidad de poder judicial.
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