La Literatura De La Generación Del 40
Enviado por kabata1976 • 23 de Abril de 2013 • 3.256 Palabras (14 Páginas) • 1.603 Visitas
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La literatura de la “Generación del 40”: un gusto que prevalece en el currículo costarricense
M.L. Sara Rodríguez Fallas
La literatura juega un papel social relevante, pues refleja un contexto político, social, económico y cultural que marca el devenir histórico del tiempo y el espacio, del barrio, la ciudad, la provincia, el país, entre otros. Estos elementos son los que crean y recrean la cultura nacional a través de muchos medios y, cuando esto se vincula con la educación, se refleja su influencia en el currículo nacional. Un ejemplo es el listado de textos literarios que lee el estudiantado nacional, en la asignatura de Español en Secundaria.
Cuando se incorpora un texto como parte de las lecturas obligatorias del sistema escolar, adquiere un valor diferente, pues se convierte en un tipo de “manual” que establece o sugiere cómo se debe proceder en determinado orden social. De ahí que llama la atención el hecho de que algunos autores de ese listado pertenecen a la Generación del 40, que se caracterizó por mencionar temas claves de la historia y la nacionalidad costarricense, entre ellos la transformación agraria, las luchas imperialistas, el cuestionamiento a las formas de poder, pues su fin último, fue denunciar.
En este sentido, surgen algunas interrogantes, entre ellas: ¿gusta a la población costarricense este tipo de literatura? ¿cuál es la influencia ideológica? y si la tiene ¿es implícita o explícita? ¿por cuál motivo se siguen leyendo en el currículo nacional? y ¿cuál es el pensamiento que se quiere realmente mantener en las nuevas generaciones?
Es precisamente sobre esta temática que versa este ensayo, cuya importancia radica en la aproximación de la intencionalidad del currículo como medio de mantener la cultura nacional a través de la educación. Por lo cual se propone describir el contexto sociohistórico donde surge la “Generación del 40” para comprender el trasfondo real que le da vida a esa literatura, lo cual se hará a través de la revisión bibliográfica. Así también, se propondrá el modelo curricular de la pedagogía crítica, que tiene cierta afinidad con lo planteado en
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la Generación del 40, y se contrastará con el modelo tecnológico, cuyo pensamiento se relaciona con el positivismo, y es el que impera en la enseñanza nacional.
Contextualización e historiografía de la “Generación del 40”. En las primeras décadas del siglo XX, el modelo agroexportador se agota en sí mismo como modelo de producción y, simultáneamente, dentro de nuestro país surgen nuevas clases sociales con nuevos intereses, aunado a una crisis económica que golpea a los más necesitados (Quesada, 2010 y Rodríguez, 2007). Aquella idea trasmitida por generaciones, de la Costa Rica practicante de la justicia, la libertad, la paz y la igualdad de derechos, se parte en pedazos y surgen diversos movimientos sociales en procura de reivindicaciones.
En ese contexto, las ideas comunistas tuvieron su asidero en los grupos más vulnerables y en los intelectuales de vanguardia; el mensaje de igualdad social, del justo reparto de la riqueza y los ideales de libertad de esta corriente ideológica, se convirtieron en la bandera del cambio político y social que ameritaba la época. Estos acontecimientos y otros más fueron la base para que un grupo formado, particularmente, por escritores se integrara al partido comunista. Señala Herrera (2009, p. 14):
surge la llamada “Generación del 40” (o del agro costarricense) compuesta por escritores que abordaron los problemas de la tierra desde la condición del campesino y el obrero … indagaron en las raíces de la desigualdad social y ayudaron desde la literatura a conocer la problemática social, política y económica de nuestro país.
Algunos de estos escritores se distinguieron por configurar una literatura diferente, ya que relacionaron lo político y lo social. Entre ellos se destacaron: Carlos Luis Fallas, Adolfo Herrera García, Fabián Dobles, Joaquín Gutiérrez, José Marín Cañas, Yolanda Oreamuno. Como apunta Guennec (2011, p. 2) “con una fuerte voluntad de mostrar de manera fácilmente entendible las disfunciones de la sociedad, sin caer en el proselitismo ni redactar un panfleto, que hubiera a lo mejor atemorizado al lector”. A lo anterior señala que
se trata de mostrar los fallos en la imagen idílica de una Costa Rica pacífica, democrática, campesina, trabajadora y católica, insistiendo tanto
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en la pérdida de valores como en los problemas económicos, políticos y sociales, con voluntad pedagógica (Guennec, 2011, p.2).
Por medio de sus obras, estos novelistas revelaron temas de la historia y la nacionalidad costarricense y expusieron realidades de las que nadie hablaba ni se preocupaba, además el Estado desatendía las necesidades del pueblo. Como menciona Bogantes (1990, p. 17) “es una literatura que intenta dar una imagen total de la sociedad, que denuncia las condiciones presentes y trata de recuperar el pasado y proyectarse al futuro al proponer una organización alternativa de la sociedad”.
Este tipo de la literatura buscó cumplir su función social y, en este caso, se enmarca como revolucionaria y socio-realista “por asumir al ser costarricense en su dimensión espiritual y cultural, con sus aspiraciones, proyectos y vivencias” (Vásquez, 2007, p. 274). Se aclara que, al costarricense al que se refiere son los habitantes “no vallecentralistas”: el campesinado, los indígenas, los afrocaribeños, los emigrantes, los desplazados por las transnacionales, entre otros, pues en esa época y, quizás hoy todavía, se presenta una fragmentación del imaginario nacional, ya que a esta población no se le consideraba “blanca”.
Ahora bien, el objetivo de esta literatura fue la transformación de la sociedad, en donde se viviera la justicia, la libertad y la igualdad para todos. Debido a esto, los escritores se sentían comprometidos con su oficio desde el punto de vista moral, por ello sus personajes reflejaron realidades de la cultura y la sociedad costarricense.
Sin embargo, en la década de los cuarenta sucedieron algunas situaciones que evidenciaron el descontento hacia estos novelistas, debido a su posición ideológica. Por ejemplo, el anticomunismo liderado por el gobierno de León Cortés y la guerra civil del 48, desencadenaron persecuciones y encarcelamientos en contra de los integrantes del partido Comunista de parte del mandatario entrante: Figueres Ferrer. Además los que se desempeñaban como docentes en la Escuela Normal se enviaron al exilio, como a Carlos Luis Sáenz y Adela Ferreto (Herrera, 2009).
A raíz de este contexto, se podría afirmar que después de la Guerra Civil (1948) hasta la fecha se mantiene la posición ideológica socialdemócrata,
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