La Mujer En Desarroyo

DERECHOS DE LA MUJER Y DISCRIMINACION POR GÉNERO

En pleno siglo XXI, vemos como la mujer sufre todavía las mismas discriminaciones que siglos atrás padecía, aunque algunas cosas han cambiado como por ejemplo que ya ocupamos cargos importantes como presidencias de naciones y cargos gubernamentales; la mujer aun es víctima del machismo propio de nuestros países latinoamericanos.

A lo largo de la historia la mujer ha vivido circunstancias que han marcado su estilo de vida, ha estado enmarcado por pobreza, maltrato, acoso y muchos otros aspectos más que se vieron antes del XX, donde la mujer tenía como único rol el cuidado de su casa y familia, pero esto fue cambiando al pasar de las décadas encontrando en la actualidad mujeres con espíritu emprendedor, trabajadoras y más que un adorno ante la sociedad.

El género femenino es mas que una cara linda y un cuerpo hermoso el al igual que el genero masculino se encuentra en las mismas capacidades, destrezas y habilidades para desempeñar ciertos cargos que atreves de la historia solo se les han dado a los hombres por las creencias de las sociedades. Ninguna persona en el mundo es más ni menos humana que otra. Todos somos iguales ante la ley, y tenemos los mismos derechos y oportunidades. Es por ello que nos ponemos a pensar porque después de tantas décadas de evolución persiste la idea de distinguir entre personas y a destacar diferencias que estiman importancia. Cuando se establecen distinciones

que no sólo crean grupos diferentes, sino que sugieren que uno de los grupos es mejor o peor que otro, debido simplemente a la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, las opiniones políticas o el origen nacional o social, lo que se está haciendo es discriminar.

Frecuentemente, la distinción más común se refiere al sexo, ya que desde el génisis se ha menospreciado y no se ha valorado los conocimientos y capacidades de la mujer. El hecho de ser diferente en algunas cosas, no nos hace diferentes en todas las demás. El tener cuerpos diferentes con funciones distintas no significa que nuestra suerte en la vida también deba ser diferente.

En la actualidad las mujeres no tienen las mismas oportunidades para encontrar empleo gracias a los mitos que se han desarrollado en estos años y que nos han denominado como “el sexo débil”. Debido a esto se ha producido discriminación respecto a este género por no creer que ellas no tienen las mismas capacidades que lo hombres en las mismas actividades que ellos realizan. En esta época los empleos, actividades y demás acciones que hay en este mundo machista han desatado a que las mujeres solo debería estar en casa realizando los quehaceres cuidando a los niños y demás.

El trabajo de la mujer y el hombre es igual pero no es tratado como tal. No sólo no acceden a los mismos puestos de trabajo sino que no reciben iguales remuneraciones a pesar de tener las mismas tareas.

Pensando que ellas no tienen el

conocimiento necesario para realizar las mismas actividades que ellos realizan, incluso mejor que ellos, sin importar que tengan la educación necesaria para poder hacerlo solo por ser mujer no pueden ser escogidas, solo por la misma razón por ser mujer.

Otro factor también alarmante desde el punto de vista de igualdad y de género es que en este descenso en la economía la mujer obedece no a una mayor igualdad, sino a que aquellas que en principio trabajan como amas de casa, se ven obligadas a salir fuera porque no tienen más remedio, porque sus parejas se han quedado sin empleo. De hecho, los datos arrojan una singular subida de mujeres trabajadoras sin empleo anterior, que se encontraban en casa atendiendo a sus familias. Estas mujeres ocupan puestos en el sector servicios, asistencia en hogar etc… y esto responde a un hecho totalmente contrario a la igualdad.

Por otra parte, debemos hacer constar que la diferencia de salarios entre hombre y mujer para los mismos puestos de trabajo es muy diferente ya que estos empleos son escogidos por hombres y para hombres y cuando una mujer aparece por ser de ese género no se le respeta como tal.

A pesar de que las mujeres representan la mitad de la población mundial y realizan dos tercios del trabajo, reciben solamente una décima parte del total del salario. Las mujeres que viven en zonas rurales son responsables de la mitad de la producción alimentaria, pero no reciben capacitación

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