La Ortografia
Enviado por ranmadriz • 4 de Febrero de 2012 • 10.050 Palabras (41 Páginas) • 543 Visitas
LENGUAJE ESCRITO
El lenguaje escrito es la representación de una legua por medio del Sistema de escritura. El lenguaje escrito es una invención con la que los niños han de aprender, que se aprende instintivamente o crea un lenguaje hablado o lenguajes gestuales.
El lenguaje escrito existe solamente como complemento para especificar el lenguaje hablado, y no es un lenguaje natural puramente escrito. Sin embargo, las lenguas extintas pueden ser en efecto escritas puramente cuando sólo sobreviven sus escrituras.
Los lenguajes escritos evolucionan más lentamente que sus correspondientes lenguas habladas. Cuando uno o más registros de una lengua vienen a ser fuertemente divergentes de una lengua hablada, el resultado es llamado diglosia. Sin embargo, tal diglosia es considerada como un lenguaje literario y otros registros, especialmente si el sistema de escritura refleja su pronunciación.
Las últimas investigaciones sobre el aprendizaje del lenguaje escrito arrojan que éste se da de manera total y no fragmentada. Es por ello que los maestros requieren cambiar sus formas de enseñanza. El Programa de Educación Preescolar 2004 menciona "...el aprendizaje del lenguaje escrito es un trabajo intelectual y no una actividad motriz" y sugiere que el acercamiento a este contenido se realice a través de abrir oportunidades para explorar y conocer los diversos tipos de texto que usamos en la vida cotidiana, así como participar en situaciones donde se emplee el lenguaje escrito tal y como es: textos completos, ideas completas, con significado y sentido comunicativo. Se puede abordar a partir de situaciones que implique el uso de los diversos textos: -Taller de cocina a través de preparar platillos basándose en recetarios. -Elaborar cartas a un compañero enfermo o que cumple años, a mamá y papá,etc. -Seleccionar y buscar información a partir de una investigación sobre determinado problema. -Lectura gratuita a través del libro de la semana. -Elaboración del Diario del grupo o Diario Personal, con ayuda de los padres de familia y la maestra. -Elaboración de recomendaciones para niños de otros grupos sobre qué libros leer de la Biblioteca Escolar y de Aula. -Elaborar un libro de poemas, con las aportaciones de los miembros de todo el grupo. -Lectura de noticias en los periódicos locales. -Elaboración del periódico o gaceta del grupo. Dependerá del compromiso que haga cada cada maestro para reorientar su proceso de enseñanza, de la capacidad de "desaprender" las viejas prácticas, a las que aún damos valor pero que para los niños no tienen ningún sentido.
Diferencias entre lenguaje oral y lenguaje escrito
Los estudiosos en lingüística como Noam Chomsky y Steven Pinker ha argumentado en forma convincente que el lenguaje oral es innato e instintivo. Es decir, el lenguaje no necesita ser enseñado. Lo único necesario es exponer al ser humano a adulto hablantes en su lengua materna. El cerebro humano está preparado genéticamente para activar el módulo fonológico que automáticamente une los fonemas escuchados en palabras. Por ello el lenguaje oral, al desarrollarse a un nivel subconsciente, no requiere esfuerzo. Esta característica es inherente al ser humano, y es lo que lo diferencia de los animales. Si un bebé está sano y es expuesto a un entorno hablante, es casi imposible para él no percibir el lenguaje, es decir, no aprender a hablar. Los niños que presentan dificultades en el lenguaje oral, tienen una dificultad específica del lenguaje.
El lenguaje escrito, a diferencia del lenguaje oral, no es natural sino arbitrario, requiere de la enseñanza (de la intervención de otro ser humano) y no sólo de la exposición a un entorno lectoescrito, y no se encuentra determinado genéticamente en el cerebro. El cerebro posee módulos aptos para aprender a leer y escribir el lenguaje oral, pero necesita de la intervención humana para activarlos a través de la enseñanza explícita y luego de práctica del circuito cerebral para su automatización. Es decir, necesita aprender en forma consciente cómo funciona el sistema, lo cual demanda una importante carga cognitiva y requiere de esfuerzo. Con la práctica, el cerebro es capaz de automatizar el proceso de lectoescritura y llevarlo a un nivel subconsciente.
Para aprender a leer, la persona necesita convertir las letras de una página en un código lingüístico. Sin embargo, las letras no tienen la connotación lingüística que poseen los sonidos del habla y que son captados por el cerebro. Al menos que el futuro lector pueda convertir las letras en el código fonético, estas letras sólo significarán un montón de rayas y círculos sin sentido. Una vez que esta relación de correspondencia grafema-fonema es comprendida, el niño ha captado el principio alfabético.
El primer descubrimiento que un niño realiza en su camino hacia la comprensión del principio alfabético es la comprensión de que las palabras tienen partes o sonidos. Este descubrimiento se llama conciencia fonológica, y es el primer paso para que el niño inicie el camino hacia el dominio de la lectoescritura. Este descubrimiento no es natural al niño sino que debe ser incentivado. Una vez que lo logra, el niño cuenta con los recursos suficientes para unir los fonemas a las letras, las cuales dejarán de presentarse como “sin sentido”. Las letras pasarán a representar ese lenguaje oral que ya dominan en su totalidad. Una vez asociadas con el lenguaje oral, las palabras escritas serán fácilmente aceptadas por el circuito neuronal ya instalado para procesar el lenguaje hablado.
Entonces, resulta imprescindible que el niño desarrolle conciencia fonológica para iniciar el proceso de alfabetización.
Todos los niños deberán pasar por el mismo proceso, incluso los disléxicos. La diferencia estará en el esfuerzo y tiempo que les llevará realizar el proceso.
El niño sin dislexia tardará dos años en automatizar completamente la lectoescritura en español, el proceso le resultará placentero y sin aparente esfuerzo, pero deberá practicar para adquirir destreza. Llegará al segundo grado con una lectura corriente y tendrá conciencia ortográfica.
El niño con dislexia tendrá mucha dificultad para automatizar la lectoescritura. En esto consiste su dificultad, en un déficit fonológico que le dificulta captar la segmentación de las palabras habladas en sus fonemas, automatizar las correspondencias grafema-fonema y decodificar las palabras escritas. Si no recibe ayuda apropiada y en forma temprana, llegará al tercer grado con dificultades en la lectura fluída y con una escritura con errores específicos, lo cual derivará en una disortografía. Si recibe la ayuda apropiada encontrará menos dificultad en cuanto que se lo estimulará en las estrategias apropiadas para una mejor automatización.
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