La aparición de muebles valiosos

Por lo que el aparecimiento de muchos muebles de valor debe llevar, y ha llevado, al legislador, a proteger algunos de ellos, dictándose al efecto normas especiales; entonces, la protección a los inmuebles, como uno de los fundamentos de la distinción, se debilita (pero mantiene su interés debido a que por su diversa naturaleza y utilidad estos bienes siguen recibiendo distinto tratamiento jurídico); además que como puede verse corrientemente, el desarrollo de las áreas urbanas y específicamente del comercio, ha ido también incrementando el valor de los inmuebles: por su utilidad mercantil, en sectores céntricos de las ciudades alcanzan valores excepcionales; y, concretados en una edificación habitacional, siguen ostentando una demanda bastante segura y en gran cantidad. En sentido es fácil constatar que, en contrapartida del aumento de muebles valiosos, con el progreso económico general los inmuebles están recibiendo una constante mejoría material que incrementa su valor; en el medio urbano, en obras de urbanización y nuevas edificaciones habitacionales, comerciales e industriales, y en el medio rural, en plantaciones y en instalaciones industriales, mineras, hidráulicas.

Ahora bien, es tal la importancia de aquella distinción, que nuestro código civil la reconoce como tal, en el Libro Segundo "De los bienes, y de su dominio, posesión uso y goce", Título I "De las Varias Clases de bienes", Art. 565; Art. 566.

De lo anterior se extrae que no solo la normativa distingue, sino que también nuestros Jueces apegado a este enunciado de nuestro código civil deben aludir a dicha distinción tomando en cuenta en primer lugar la naturaleza mobiliaria o inmobiliaria de cualquier bien para después fijar las normas jurídicas que le son aplicables. En nuestra jurisprudencia, también se hace una extensa enunciación de la importancia de dicha distinción, así a su vez el profesor Jaime Williams reconoce la importancia de esta distinción de los bienes muebles e inmuebles aludiendo a algunos ejemplos relacionados a algunas situaciones en derecho donde se hace valer dicha importancia de distinguir: “La administración de bienes raíces que pertenezcan a incapaces, está sujeta a requisitos y limitaciones que no existen cuando se trata de los bienes muebles”; “La venta y enajenación de bienes raíces está sujeta a solemnidades que no existen cuando se trata de la venta y enajenación de bienes muebles”.

A su vez, el profesor Daniel Peñailillo reconoce esta distinción estableciendo un margen en su aplicación, enfatizando que en derecho positivo son innumerables las disposiciones que establecen la diferencia entre los bienes muebles e inmuebles señalando por ejemplo: “La acción rescisoria por lesión enorme procede sólo en la compra venta y permuta de inmuebles” (Art. 1725 y sgts); “Cuando se transmiten inmuebles por sucesión por causa de muerte, para que los herederos

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