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La búsqueda de la aceptación


Enviado por   •  21 de Agosto de 2014  •  Ensayo  •  2.004 Palabras (9 Páginas)  •  207 Visitas

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La búsqueda de la aceptación

Me dicen Sara Tomate es la historia de un pre-adolescente de 12 años llamado Salvatore d'Amato (apodado Sara Tomate), quien piensa que el hecho de no haber dado nunca un beso a una chica es algo deprimente y perturbador. La trama central gira en torno a que Salvatore busca besar Lucy, su amor imposible, por lo que escribe poemas para tratar de conquistarla. La historia se caracteriza por las situaciones cómicas que suceden, debido a la intromisión de personajes que son modelos prediseñados en los chicos de esta edad, como la inmadura sabelotodo (Harmony Hinde), el pendenciero sin cerebro (Kelvin Clegg), el que sabe todo sobre chicas (Stuart Sprague) o la chica objeto sexual (Lucy West).

La autora de la obra es Jean Ure, autora inglesa para niños y jóvenes, cuyas obras más importantes son Plaga 99 y Me dicen Sara Tomate.

El conflicto que presenta el personaje de Salvatore d'Amato es que busca ser aceptado, por Lucy y por los demás (porque cree que él no es normal), pero sus prejuicios le dicen que las cosas que hace (como escribir poesía o el no haber besado nunca a una chica)c se lo impiden porque tiene actitudes de nerd.

Su personaje presenta una lucha depresiva contra el rechazo (sobre todo por la aversión de Lucy hacia él y su poesía) del que es víctima, pero este conflicto se ve opacado por las hilarantes ocurrencias de Harmony Hinde, El Pote y Stuart Sprague (entre otros).

Hipótesis:

Los prejuicios de Sara Tomate no le permitían aceptarse a sí mismo como una persona normal hasta que no diese el primer beso.

Salvatore tomaba su “problema” de anormalidad como una situación de vida o muerte y si no lograba solucionarlo, se iba a suicidar.

Objetivos:

Analizar las actitudes y pensamientos de Sara Tomate para presenciar cuáles eran los prejuicios que tenía.

Demostrar que Salvatore podía ser aceptado a pesar de escribir poesía y de no haber besado nuca a una chica, pues su único problema era que se encasillaba a él mismo.

Tomar como ejemplo la actitud de Salvatore para comprobar que durante los inicios de la pubertad solemos agrandar nuestros problemas y ahogarnos en un vaso de agua.

Nuestro mayor obstáculo: nosotros mismos

Muchas veces, cuando ante nosotros se presenta un problema, a pesar de que ante nosotros se presenta la posibilidad de salir de él, nuestra mentalidad negativa, o nuestros pensamientos sobre los obstáculos que tenemos adheridos a nosotros, como eternos estigmas, nos impiden salir airosos de cualquier situación riesgosa o comprometedora. Al principio de la obra, Salvatore hace una lista de aquellas cosas por las cuales se le podría considerar anormal (que vendrían a ser sus eternos estigmas):

Tengo una lista de cosas anormales sobre mí:

•Mi nombre. Salvatore d'Amato. Puede que sea muy apropiado en Italia, pero yo no vivo en Italia sino en Inglaterra. Vivo en un barrio de las afueras de la ciudad, a cinco minutos de la casa de Kelvin Clegg. Él fue quien me puso Sara Tomate.

Cuando no me llaman Sara me llaman Salva. Eso debe tener un efecto psicológico. Los padres pueden ser muy crueles con los hijos cuando escogen el nombre. Como los esposos Casas, que le pusieron Armando a su hijo.

Yo preferiría mil veces llamarme Armando Casas y no Sara Tomate.

•Segunda cosa anormal: no me gustan los deportes. Sólo la natación pero eso no cuenta. Por lo menos, no en mi colegio. Lo único que cuenta en mi colegio es el fútbol. Bueno, y molestar a la gente, si te llamas Kelvin Clegg.

•Tercera anormalidad: leo mucho. Eso es algo típico de los nerds. Mi hermana no se lee un libro hace años. Los muchachos le interesan más. Papá dice que está obsesionada con los muchachos. ¡Es demasiado normal!

•La cuarta rareza: escribo poemas. Eso es tan nerd que no se lo he contado a nadie, ni siquiera al Pote.

•Me dan miedo las alturas.

•Me da miedo que me salga un tumor cerebral.

•Esta se me acaba de ocurrir. Hace unas semanas vi Lassie por televisión y lloré. Mi hermana también lloró, pero eso está bien, porque ella es una chica. Aunque ya tiene catorce años, no se le ve mal que llore. Los chicos supuestamente no debemos llorar.

Jean Ure, 2000, páginas 7-8

Por todo lo que he citado, es claro que Salvatore tiene un problema, aparte del que él mismo piensa tener. Llevado por todo lo que dicen los demás, se acusó a sí mismo de ser nerd, y de tener anormalidades inherentes a sí mismo (las que acabo de citar) que no le permiten desenvolverse como alguien más dentro de la sociedad y dentro del grupo. Sus principales prejuicios eran por su nombre, y por no haber dado nunca un beso a una chica, ni siquiera en la mejilla.

Cuando no podemos ver las soluciones que son obvias

Salvatore piensa que la única solución para salir de su anormalidad es dar el primer beso, cuando en realidad tiene un camino mucho más fácil (para él). Enseguida veremos otra supuesta razón de su también supuesta anormalidad, y las cosas que él piensa hacer para solucionarla:

Si en realidad soy anormal, tal como me temo, es por culpa de mis padres. Ellos sí que son raros. Pero de verdad. Nada más pensemos en mi papá. Dentista. Sólo a una persona retorcida se le ocurre ser dentista.

Y mi mamá. ¡Ama de casa! ¿Cómo le voy a decir a la gente que mi madre es ama de casa? Yo creo que ni siquiera saben qué significa eso. Es cosa de la época de las cavernas. Las otras mamás son biólogas marinas o administradoras de banco, o trabajan en almacenes. ¿Por qué la mía no?

Mamá dice que no le queda tiempo para dedicarse a eso, porque está demasiado ocupada con sus clases. El año pasado tomó clases de mecánica y de reflexología. Este año es el de la cocina vegetariana y las antigüedades. Hace horribles comidas como pudín de zanahoria

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