La gaviota estructura y temas

En cuanto a la estructura interna del texto, encontramos cuatro partes. La primera parte abarca los tres primeros párrafos (L. 1 – 15), en los que, a modo de introducción, se nos presenta la novela que se desarrollará a continuación y, concretamente, la novela de costumbres, género a la que esta pertenece, atendiendo a la consideración de lo que esto significa para la autora.

        En la segunda parte (L. 16 – 53) se hace una clasificación de los españoles de la época, siguiendo el juicio de la autora, en la que se dividen en cuatro tipos de personas diferentes. En esta argumentación se dejan ver las personalidades de algunos de los personajes que intervendrán en la novela, así como la ideología de la propia autora, quien se incluye en la cuarta y última categoría.

        La tercera parte (L. 54 – 77) se trata, en definitiva, de una descripción general de los españoles, de su carácter – chancero, sobre todo –, el cual ha querido la autora retratar en la novela. Se hace una crítica a las novelas escritas por extranjeros que pretenden retratar España, puesto que no hay mejor forma de ser retratado que desde dentro.

        Por último, la cuarta parte (L. 77 – 88), a modo de conclusión, sirve de justificación anticipada por el origen de los personajes, ya que, al tratarse de novela de costumbres, los personajes son un retrato de personalidades existentes e incluso de personas reales que, según se menciona en este fragmento, “ya no existen”. Sin embargo, deja patente el hecho de que un autor de costumbres, a pesar de retratar la realidad, no es, en ningún caso, curioso o inoportuno, sino que toman los rasgos que caracterizan la sociedad y los plasman en su obra.

        Pasando ahora a determinar los temas del texto, observamos, en primer lugar, la opinión personal de la autora acerca de lo que debe ser una novela de costumbres. Este es el tema principal y está presente tanto al principio del texto, en el que se nos presenta la novela (“no ha sido preciso más que recopilar y copiar”), como al final (“Protestamos, pues, contra aquel aserto, que tendría no sólo el inconveniente de constituirnos en un escritor atrevido e indiscreto…”).

        En segundo lugar, la ideología de la autora queda como un tema secundario que se nos muestra en un párrafo concreto (“La cuarta clase, a la cual pertenecemos…”). Se observa aquí un gran sentimiento nacionalista y el deseo de que España prolifere y llegue a ser un país de gran importancia.

        Esto nos lleva, en último lugar, al segundo tema secundario, que sería la descripción de la España de la época a los ojos de la autora. Se describen tanto los tipos de habitantes que la componen (“Los españoles de la época pueden, a nuestro juicio, dividirse en varias categorías”), como el retrato que los extranjeros tienen de este país (“Los extranjeros se burlan de nosotros”), y el que la misma autora nos muestra (“del estilo chancero que predomina en nuestra sociedad”).

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