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La guerra del pacífico.


Enviado por   •  3 de Junio de 2015  •  Tesis  •  5.249 Palabras (21 Páginas)  •  273 Visitas

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INTRODUCCIÓN

La guerra del pacífico, conflicto entre Chile y las naciones del Perú y Bolivia, se desarrolló desde el 5 de abril de 1879, fecha en la cual Chile declara la guerra a ambos países, hasta el 10 de julio de 1883, fecha en la cual Chile triunfa en la batalla de Huamachuco.

Esta guerra surgió producto de las dificultades existentes entre Chile y Bolivia por el limite norte, disputándose los territorios entre los paralelos 23° y 25° de latitud sur.

En 1878, el presidente de Bolivia Hilarion Daza, subió los impuestos a los productos chilenos y ordenó el remate de las salitreras. La situación provocó la ruptura de las relaciones chilenas con el gobierno boliviano.

La flota chilena se dirigió al norte y llegó a Antofagasta tomando posesión de la ciudad.

Bolivia declaró la guerra a Chile el 1 de marzo de 1879 y se aprestó a enfrentar a Chile con la colaboración del Perú. Ante esta situación, Chile declaró la guerra a ambos países.

En esta guerra se destacan importantes enfrentamientos bélicos, tales como el Combate Naval de Iquique, Combate de Angamos (8/10/1879), Toma del Morro de Arica (7/6/1880), Batalla de Miraflores (15/01/1881), Batalla de la Concepción (9y10/7/1882) Y Batalla de Huamachuco (10/07/1883).

La Guerra del Pacífico otorgó al país el territorio de Tarapacá, en el que se explotaban grandes y ricos yacimientos de salitre. Esta riqueza transformó a Chile y provocó profundos cambios en la sociedad nacional.

ANTECEDENTES

Problemas Limítrofes con Bolivia

En la época colonial se consideraba que el reino de Chile se iniciaba en el despoblado de Atacama, sin precisar si era el comienzo o el término del desierto de ese nombre.

Al crearse la república de Bolivia (1825), sus autoridades sostuvieron que tal frontera era el valle de Copiapó, mientras los chilenos afirmaban que se encontraba en la desembocadura del río Loa. Esta diferencia provocó varios conflictos entre ambos conflictos, especialmente después de conocerse la existencia de ricos depósitos de guano en la costa, y más tarde, cuando los chilenos José Santos Osa y Francisco Puelma descubrieron yacimientos salitreros en el interior.

A partir de ese momento, capitales y trabajadores chilenos iniciaron la explotación del salitre en la provincia peruana de Tarapacá, con autorización del gobierno de ese país, y en Antofagasta, con la del chileno. Las autoridades bolivianas protestaron, pues consideraban que este último territorio formaba parte de su país.

Estas reclamaciones fueron especialmente insistentes a partir de 1860, culminando con la aprobación de una ley, aprobada el 5 de junio de 1863, en que el congreso de Bolivia facultaba al Presidente de la República para declarar la guerra a Chile.

El Tratado de Límites de 1866

El conflicto se agudizó, pero fue paralizado por la guerra contra España. El espíritu americanista que prevalecía en Chile facilitó las negociaciones, y ambas naciones firmaron un tratado de límites (1866), en el que se establecía como frontera el paralelo 24° de latitud sur. También se acordó la repartición de los impuestos provenientes de la exportación del salitre producido entre los paralelos 23° y 25° de latitud sur. Un año después, empresarios chilenos fundaron la ciudad de Antofagasta e iniciaban la construcción del primer ferrocarril en la zona.

El Tratado Secreto

Perú, que atravesaba por una fuerte crisis económica decidió expropiar las salitreras chilenas de Tarapacá (1873). Los capitalistas chilenos no protestaron por esta medida, pues se realizó legalmente. Pocos días después se firmó u tratado secreto entre Perú y Bolivia, en el que se comprometían a garantizar mutuamente la independencia, soberanía e integridad territorial de cada uno de ellos, obligándose a presentar un frente común ante toda agresión externa.

Como el tratado de 1866 entre Chile y Bolivia no había sido cumplido adecuadamente, se firmó otro en 1874. En él se confirmó como límite definitivo el paralelo 24° de latitud sur. Chile renunció a los derechos sobre las tierras situadas al norte de él, a condición de que el gobierno boliviano no aumentase los impuestos a las compañías chilenas que explotaban el salitre.

Contrariando lo estipulado en el tratado, el presidente de Bolivia, Hilarión Daza, alzó en 10 centavos los impuestos que pagaba la compañía de salitre y ferrocarril de Antofagasta (1878) por quintal de salitre explotado. Como la compañía se negase a pagar el nuevo tributo, Daza ordenó la confiscación de sus bienes, para rematarlos el 14 de febrero de 1879.

Ocupación de Antofagasta

Esta medida obligó al gobierno de Chile a tomar serias medidas de protección a los bienes de sus connacionales, pues, la compañía de salitre y ferrocarril de Antofagasta era explotada por capitales y mano de obra chilena.

En defensa de ello dispuso el zarpe al norte de los blindados Cochrane y Blanco Encalada y la Corbeta O'Higgins llevando un contingente militar a cargo del Coronel Emilio Sotomayor, el que debía ocupar Antofagasta el día 14 de febrero de 1879.

La orden del gobierno fue cumplida al amanecer del día señalado, lo que originó la violenta reacción de Bolivia. A raíz de la ocupación de Antofagasta, Bolivia declaró la guerra a Chile el 1 de marzo de 1879. Por su parte el gobierno peruano, cumpliendo con el tratado secreto de 1873, declaró la guerra a Chile el 4 de abril del mismo año.

LA GUERRA DEL PACÍFICO

En marzo de 1879 el Presidente del Perú, Mariano Ignacio Prado, dio a conocer el tratado secreto que ese país había suscrito con Bolivia en 1873, indicando que su país no podría mantenerse neutral, como el gobierno chileno había solicitado. Entonces con la aprobación del congreso, el Presidente Aníbal Pinto declaró la guerra a los dos países el 5 de abril de 1879.

Ninguno de los contendores estaba en condiciones para la lucha. El más desfavorecido era Chile, que por razones económicas había reducido los efectivos de su ejército a 2440 soldados y 401 oficiales, a ellos se sumaban los 6661 hombres de la guardia nacional. La Armada, por su parte, sólo contaba con los blindados Cochrane y Blanco Encalada, y 5 barcos de madera: las corbetas Chacabuco, O'Higgins, Esmeralda y Magallanes, y la Goleta Covadonga.

Bolivia y Perú, unidos, tenían un ejército de 8 mil hombres, y sus guardias nacionales sumaban 119 mil efectivos. Perú, además, contaba con una marina de guerra conformada por 4 blindados: Huáscar, Independencia,

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