Las Estatuas Derribadas

1. INTRODUCCION

Este trabajo está enfocado en el análisis de la novela titulada “LAS ESTATUAS DERRIBADAS” del autor Diógenes Valdez, quien fue un narrador, ensayista, periodista. Nació en San Cristóbal, el 29 de mayo de 1941. Su actividad creadora se ha concentrado básicamente en el cuento —habiendo obtenido tres premios anuales—, y en novela.

Esta novela está enfocada en la poetisa Julia de Burgos quien es considerada por muchos críticos como la más excelsa poeta nacida en Puerto Rico. Fue también partidaria de la independencia de la isla, quien además de mostrar el sentimiento de amor en sus poemas, también estimuló en las mujeres la liberación femenina. Julia de Burgos fomentó en sus años la verdadera mujer puertorriqueña a través de sus poemas donde plasmó los problemas de las mujeres de su país. Con una voz de rebeldía y feminista escribió obras que iban en contra de la norma de la sociedad y los convencionalismos de su época. Obras muy estudiadas por Julia de Burgos han sido destacadas por el alzamiento feminista que trae en sus versos. Un ejemplo de una obra muy estudiada es "Yo misma fui mi ruta" que trata sobre la liberación femenina.

A continuación le presento el más humilde análisis de esta obra literaria llena de tragedia, dramatismo y sufrimiento.

2. LAS ESTAUTAS DERRIBADAS

Las estatuas derribadas intenta ser un amplio retrato de la notable poetisa puertorriqueña Julia de Burgos. Ella es la gran trágica de ese tiempo y su vida constituye el más dramático de los testimonios. Ella, a fuerza de coraje y sufrimientos supo conquistar un pedestal y colocarse por encima de sus contemporáneos, aunque en su momento no se reconociera el valor de su poesía.

Su figura ocupa el más alto sitial literario en su afortunada patria. La presente novela quiere ser la historia de tiempo, con sus héroes y sus verdugos y por tal razón desfilan por ella los personajes más relevantes de esta América indo-hispana: Neruda, Lezama, Lima, Raúl Roa, Juan Bosch, Lino Novas Calvo, Juan Isidro Jiménez Grullon, Julio González Herrera, Eduardo Brito, así como figuras de otras latitudes continentales, verbigracias: Ernest Hemingway y Federico García Lorca.

Las estatuas derribadas aspira a reflejar todas las luchas de Julia de Burgos, porque si algo hay que reconocer, es que ella fue una combatiente a tiempo completo. La independencia de su patria le consumió un espacio temporal que pudo dedicárselo a la poesía, entre sus prioridades siempre estuvo la libertad de su angustiada isla, reflejo de todas las luchas que se llevaban a cabo en un continente, que nunca fue el de la esperanza y que, en determinado momento se encontraba dentro de las garras de la más grande gama de dictadores.

Y dentro de este grupo de asesinos, la figura de Trujillo ocupaba el lugar más destacado, por eso este sanguinario dictador no podía estar ausente de esa galería de infames que Julia de Burgos aborrecía.

Nadie supo corresponder a Julia de Burgos, en la misma medida en que ella se entrego, sobre todo a las causas del amor. De estas pinceladas sobre su vida, no podía faltar el gran cataclismo que fue la II Guerra Mundial. Franco, Mussolini y Hitler, también tienen un espacio dentro de la galería de infames. En fin, al narrar los más tristes y notables momentos de esa gran mujer que fue julia de burgos, el autor aspira contar con la benevolencia de los lectores, para que la figura de este ser, afinque sus raíces dentro de nuestros corazones.

Es una novela que nos va llevando, paso a paso, por caminos que quizás hace tiempo no recordamos. Una tragedia, una locura, una arbitrariedad, asesinos, calieses, dictadores, poemas, cantos, música, historias de un pasado que envuelven con la mano del escritor de San Cristóbal, Diógenes Valdez, una etapa de la vida dominicana y puertorriqueña. Julia Burgos, poeta famosa y muy querida, cuenta su historia, sus dolores, sus deseos, sus amores, sus penas, y entra en su mundo sus poemas sublimes, históricos y preciosos. El manicomio de Nigua abre sus puertas al famoso cantante Eduardo Brito y lo encierra en un lugar donde los locos son muy locos y los demás son señalados por la política como políticos muy locos.

Entre un lugar tan hermoso como Puerto Rico, la pobreza de julia, y en el asqueroso manicomio de Nigua donde algunos sobreviven y otros mueren por enfermedades o torturas, el escritor

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