Lectura y notas
Enviado por llopez1607 • 14 de Enero de 2016 • Apuntes • 934 Palabras (4 Páginas) • 343 Visitas
MIS NOTAS
Fecha: miércoles 16 de diciembre de 2015, comienzo con la lectura a las 12:00, la verdad es que no voy entendiendo mucho de lo que estoy leyendo. Entiendo que se trata de una novela narrativa y picaresca; en la que se está contando las aventuras de un personaje pícaro. Siendo sincero, la lectura no es mi fuerte y nunca había leído algo como esto, utiliza palabras algo raras, que después voy a buscar en un diccionario; también ciertas palabras raras para referirse a una acción propia como “fuime”, “enviabame”, “deciame”, entre otras. Voy a pausar un poco la lectura para continuar trabajando.
Fecha: miércoles 16 de diciembre de 2015, a las 17:00 he terminado la lectura, a pesar de las palabras que usan y poco entendibles para mí, he comprendido de que se trata esta lectura.
Primero busque las palabras que no entendí, son:
Clérigo: Hombre que ha recibido las órdenes sagradas.
Laceria: Miseria, pobreza.
Paletoque: Capotillo de dos haldas largo hasta las rodillas y sin mangas.
Falsopeto: Bolsa grande que de ordinario se llevaba junto al pecho.
Pluguiera: Placer.
Maravedíes: Moneda antigua española, efectiva unas veces y otra imaginaria, que tuvo diferentes valores y calificativos.
Fenecer: Morir.
Cuitado: Afligido, desventurado.
Saeta: Flecha.
Cuita: Trabajo, aflicción, desventura.
En la lectura se está contando la situación que vivió Lázaro cuando vivió con un clérigo, poco a poco va relatando como este clérigo lo encontró pidiendo limosna, preguntándole “si sabía dar misa” lo llevo consigo.
Cuenta que este clérigo era muy avaricioso, y al ver su casa no sabía si “era fruto de su cosecha o lo había obtenido a causas de sus actividades como clérigo”.
Poco a poco se va formando la historia, que más tarde se torna un poco divertida pero también peligrosa. Relata que el clérigo tenía un arca que mantenía bajo llave y en esta guardaba el bodigo que era un pan que llevaban los fieles como ofrenda para la iglesia. Sin embargo, relata impresionado que en toda la casa no había más que comer como en otras casas. Jajaja, dice que aunque viere la comida en la mesa, él no se aprovecharía, con solo ver se consolaría, jajaja, lo dudo mucho.
Lo único que Lázaro tenía para comer era una horca de cebollas y de estas, solo una para cuatro días. El clérigo de verdad que era un avaro, tenía las cebollas en un cuarto bajo llave y cada que iba a tomar una el clérigo le pedía que regresara pronto la llave.
Relata que los sábados comían cabezas de carnero (él no por supuesto), el clérigo lo mandaba a comprar una cabeza, está la cocía y el clérigo se comía “los ojos, la lengua, el cogote, los sesos y la carne de la quijada”, a Lázaro le daba los huesos
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