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Leyendas Urbanas


Enviado por   •  27 de Febrero de 2014  •  2.509 Palabras (11 Páginas)  •  353 Visitas

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EL Forastero y La Niña

Leyenda real de una niña de 8 años que anda en los pueblos de la sierra del Perú. Esta leyenda nació en un pueblo alejado de las carreteras, rodeado por chacras donde las casas están a 600 metros de distancia entre sí. La historia ya era conocida en ese pueblo. Un día un forastero decide hospedarse por unos días en una casa de ese pueblo por una semana y luego continuar su viaje.

En ese día el forastero ya dormido a la media noche escucha la puerta: pod pod pod. Él se despertó y se preguntó quién toca a estas horas, al abrir la puerta se encuentra con una niña con rasgos de quemaduras, entonces el forastero le pregunta: ¿que necesitas niña a estas horas?, ella responde, ¿me regalaría un vaso con agua?, y él le dice si claro que si, después de darle el vaso con agua la niña se retira. Al día siguiente la misma niña fue a la misma hora donde el forastero y lo mismo le pidió; pasaron 4 días seguidos que la niña iba. Entonces el Forastero decide hacerle unas preguntas, esperó que sea la media noche, y llegada la hora la niña toca la puerta, pod pod pod, el forastero abre la puerta y la niña le pide si le pudiera regalar un poco de agua en su vaso, el forastero saca un poco de agua y le da a la niña. Cuando la niña se iba, el forastero decide preguntarle y le dice: ¿niña para quien llevas ese vaso con agua? Ella dice para mi papá, y el forastero pregunta ¿y dónde está tu papá? Ella le dice: él se está quemando...el forastero queda sorprendido y le pregunta: ¿QUIEN ES TU PAPA? Y la niña grita con una voz aterrorizante: ¡es EL DIABLOOO! Aquel grito fue escuchado por todo el pueblo y el forastero falleció 2 días después. Se dice que la niña sale a penar los 21 de febrero de todos los años, durante 2 semanas atacando a turistas....quien será la próxima victima?

La Pascualita o “La Chonita” es una de las leyendas más conocidas de todo México. Es una leyenda que perdura en la actualidad, probablemente debido a que, a diferencia de tantas leyendas, tiene la magia de que el ser legendario esté a la vista de todos. Así, no hay quien pueda decir que el maniquí de La Pascualita no existe. Simplemente La Pascualita sigue allí detrás de su vitrina, con todo un cúmulo de testimonios que afirman la presencia de cierta vida sobrenatural en ella... historia del maniquí Se sabe que el maniquí de la Pascualita apareció en un aparador de La Popular (un local chihuahuense de vestidos de novia) el 25 de marzo de 1930. La versión más común dice que la dueña del negocio, Pascualita Esparza Perales de Pérez, la mandó a traer de Francia. Otra versión también dice que el maniquí fue traído de Francia (de París exactamente), pero que la Sra. Esparza lo adquirió en México DF, dentro de una prestigiosa tienda conocida como “El Puerto de Liverpool”, de la cual ella solía traer telas, azahares, ramos y otros productos que revendía en su local. Al principio no le quisieron vender la hermosa figura de cera; pero, ella estaba tan prendada del maniquí, que amenazó con dejar de comprar sus suministros en la tienda si no se lo vendían, por lo que accedieron y así la Sra. Esparza lo llevó a su local. Sea cual sea la verdad, se cree que la Sra. Esparza compró el maniquí porque, además de ser sumamente bello y de aspecto realista, se parecía bastante a su hermana (encargada de confeccionar los vestidos que exponía en el escaparate de su local) e incluso a ella misma. Según se cuenta, desde el primer día en que la novia de cera estuvo en la Popular, todos se detenían a mirarla y, aunque la dueña le dio el nombre de “Chonita” por su aparición en el día de La Encarnación, el vulgo tenía más fuerza y, como todos la llamaban “La Pascualita” por su parecido a la dueña del local, fue ese el nombre que finalmente le quedó. Si nos preguntamos ahora por qué La Pascualita impresionaba tanto que se convirtió en un icono de la época y se ganó el título de “la novia más bonita de Chihuahua”, la razón está en que era distinta a los demás maniquís de la época: tenía un mejor acabado en la cera, sus ojos eran de cristal, su pelo y sus pestañas eran implantes de verdadero pelo y pestañas, y su expresión, a diferencia de las de tantos maniquís de mirada inerte, era viva y reflejaba emociones, cual si estuviese dotada de humanidad. Bien, hasta aquí simplemente La Pascualita llamaba la atención; pero, en algún momento de la década de los sesenta (no se sabe si antes o después de 1967), empezaron a surgir rumores de que la novia de cera estaba viva y era capaz de moverse de noche cuando no había nadie en el local, o sonreír a algunas personas.

“Este hombre”

Los sueños reportados sobre “este hombre” son tantos que podría hacerse un libro con ellos, aunque no todos se pueden encontrar en la web y, de aquellos que sí se pueden encontrar, hemos elegido tres a modo de ejemplo, poniéndolos exactamente en las palabras con que fueron referidos por las personas que los vivieron:

Sueño1: “Yo vi a este hombre en mi sueño, vestido como Santa Claus. Cuando apareció me sentí tan feliz, al igual que cuando yo era una niña pequeña. Entonces me sonrió y su cabeza se convirtió en un globo, flotando en el aire por encima de mí, pero no importó el esfuerzo con que traté de atraparlo, no pude llegar a él.”

Sueño2: “He visto a este hombre en tres sueños completamente diferentes. Era ligeramente diferente de la imagen, pero lo reconocí inmediatamente. Él apareció repentinamente y desapareció de la misma manera. Su mensaje en todos mis tres sueños fue: “Se acabó”. Eso fue repetido tres veces en cada uno de los sueños. Las diferencias entre la imagen y el hombre de mis sueños son: su el pelo era un poco más largo en la parte superior; sus cejas no eran tan tupidas. Fuera de eso él es idéntico. No tuve miedo de él, pero sí muchas preguntas.”

Sueño3: “He tenido este sueño recurrente desde hace algunos años. Un hombre alto, moreno, me muestra una foto y me pregunta si puedo reconocer a mi padre en ésta. El hombre de la foto es este hombre que nunca he visto antes, él no se ve para nada como mi padre, sin embargo, yo inexplicablemente respondo que reconozco a mi padre. En este punto, por lo general me despierto sintiéndome muy tranquilo. Otras veces el sueño continúa, y yo estoy delante de la tumba de mi padre, pongo algunas flores en el suelo, y me doy cuenta de que la fotografía sobre la lápida está perdida.”

¿Podría existir realmente “este hombre?”

l. Irónicamente esta teoría es una probabilidad que se deduce de la teoría del dream surfer, que fue expuesta en la engañosa página web. En la web, la explicación servía para hacer creer al lector que se trataba de un hecho real. Pero bien podría haber sido en realidad un pequeño guiño que el mismo

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