Libro Mil y una noche
Enviado por Michell Mendoza • 8 de Marzo de 2017 • Apuntes • 4.409 Palabras (18 Páginas) • 472 Visitas
Presentación
Muchos años antes de que se inventaran los libros ya existían los cuentos. La manera de darlos a conocer y de preservar los era la narración oral: había personas que los narraban en una plaza donde se reunían la gente así pasaban su tiempo libre disfrutando de hermosas historias.
Ese fue el medio por el que se dieron a conocer la mayoría de los cuentos de las mil y una noches, casi todos fueron creados por para que a él bien narrada las historias a otras personas son cuentos orientales que nacieron en la India, Arabia, Persia, Siria, el norte de áfrica y hasta en china un.
Pesó mucho tiempo para que las historias fueron recogidos en escritos, y hasta el siglo XVIII se conocieron en Europa, aunque el libro ya estaba completo desde el siglo X hoy siglo XI.
La recopilación de las historias término no con las mil y un cuentos, sino con las mil y una noches, es el tiempo que se ocupó para narrar lo común pues casi todas las historias favor cabo abarcan varias noches. El título del libro surgió, tal vez, porque en hindú “mil” significa muchos; y efectivamente son muchos, más de doscientos; y el “ uno ” lo añadieron porque, según se dice, los números son impares son de buena suerte.
En esta selección inversión cortar te encontrarás con algunos de los cuentos más famosos que tiene las mil y una noches; que además de cautivadores muestran las costumbres y forma de vida que se tenían en esos países tan lejanos.
Las mil y una noches (Scherezada y Schariar)
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S CHARIAR Y SCHAZENAND eran Hermanos y los dos gobernantes, el primero era rey de Persia, y el segundo era rey de Tartaria. Se contaba que los dos Hermanos habían sufrido la infidelidad de sus esposas, lo cual los había hecho muy desgraciados. CHARIAR volvió mucho tiempo con su mujer, a quien consideraba virtuosa hasta que descubrió que los dañaba. Su desilusión lo hizo pensar que todas las mujeres eran hipócritas.
Por supuesto, la esposa recibió el más temible castigo que se infligía en esa época, sin embargo CHARIAR no satisfizo del todo un deseo de venganza. Por ello dispuso que hacerse muchas veces y, después de cada noche de bodas, darle muerte a la desposada en turno. El castigo a la primera mujer y luego la ejecución de otras jóvenes, propició que los habitantes huyeron del reino con sus hijas.
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El ministro principal era el encargado de dar la muerte a las esposas del sultán. Este hombre tenía dos hijas, las dos muy jóvenes y de considerable belleza. La pequeña tenía por nombre Dunyasad, y cada vez se aparecía más a su Hermana Scherezada, la mayor, notable por su prudencia, inteligencia y buena memoria. Había nutrido su intelecto con lecturas sobre historias de reyes e historias de pueblos pasados.
Un día entre los días, el ministro estaba suma mente angustiado, pues no encontraba mujer casadera para el soberano. Preocupada por el problema de su pueblo, y ahora de su Padre, Scherezada quiso remediar la situación, y para conseguirlo tenía que casarse con el rey. Creía que si lograba vivir con el unos cuantos meses podría menguar su crueldad y decidida dijo:
-Amado Padre, elaborado un plan para que cesen las muertes de en Persia.
-hija, eso sería maravilloso -comentó el Padre -, pero considero que es imposible, el rey se ha vuelto loco.
-Padre, estoy seguro de conseguir lo que me propongo, sólo necesito tu ayuda.
-para tan loable intento cuenta conmigo.
-te suplico que le proponga es al rey me tome su como su esposa.
-¡¿Qué dices?! –prorrumpió el ministro-.
¿Proponer la simple y que el alba yo mismo te de muerte?
-Padre, conozco el riesgo que hay, aún así debo hacerlo. No puedo negarte.
-lo que pretendes que llevará y remediar la mente al suplico- dijo el Padre un tanto afligido-..Me recuerdas al personaje de un cuento que no se con tentaba con lo que tenía y se involucró en una empresa peligrosa de la que no salió bien librado.
-Padre, no quisiera persuadirme con una historia como lo intentó el zorro con el cuervo, pues a pesar de que él sólo le dio al conocer que el cuento de la pulga y el ratón, el cuervo no vaciló sobre sus pensamientos. Yo también podría referirse de alguna narración para convencerte de emitir designio y nunca acabaríamos con esta plática.
Debido a la firmeza de la hija y al cariño inmenso del Padre, éste aceptó apoyarla. Se dirigió al palacio para sugerirle al rey que tomará como esposa a Scherezada.
-¡ministro!- Protestó el rey-, ¿no sabe que si me caso con su hija mañana mismo la tendrás sin vida?
-lo sé, excelentísimo. , pero mi hija se ha empeñado en ser esposa. A ella no le asusta la muerte.
-ten por sabido, primer ministro, que mañana te daré la orden de ejecutar a tu propia hija, a lo cual no podrás de Reus arte, pues en este caso tú también morirías.
-soberano, ser perfectamente lo que ocurrirá mañana. Mi corazón desgarrado acallar a los gritos de amor y ejecutaría mi querida hija.
Después de esta funesta conversación, el ministro le avisó a Scherezada que el rey la esperaba. Ella púsose muy contenta y en vano trato de animar a su desdichado padre.
Cuando el ministro y su hija llegaron al palacio, Schariar ya los esperaba. Invitó a la joven a pasar al salón y le pidió que se descubriera el rostro. El soberano percibió lágrimas rodando sobre la bella mujer y le preguntó:
-¿por qué lloras?
--Señor-respondió ella-, tengo una Hermana menor a quien quiero mucho y desearía tener la conmigo por última vez. ¿permitiría éste se quedará esta noche en tu palacio?
El soberano sector y Dunyasad fue instalada en la habitación con igual a la que ocuparía la pareja. Transcurrieron las horas, el matrimonio tuvo lugar y la medianoche llegó, cuando faltaba como una hora para que el sol se asomara, la pequeña Dunyasad se levantó y fue a la habitación donde se encontraba su Hermana.
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Scherezada para evitar ser muerta al siguiente día de su boda, le encargó a Dunyasad que la noche de su unión con CHARIAR antes del amanecer la despertara y le dijera “ Scherezada, cuéntame un cuento, por favor, sino lo haces ya no podré dormir”. Y tan sogas como su Hermana, Dunyasad repitió estas palabras en el lecho de los recién casados.
El rey CHARIAR le permitió a Scherezada contarle el cuento a la jovencita y sin percatarse. Al igual que su cuñada, éste se fue interesando por el relato. Amaneció sin que las atrayentes palabras dieran fin a la historia.
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